Por Carlos E. Viana.-

“…hay que tomar las cosas según ellas se presentan, no deformándolas al aplicar las teorías secundarias”, José Ortega y Gasset (Sobre la Razón Histórica).

Artículo 119 de la Constitución Nacional: “La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro”.

La organización Mapuche a la que pertenece Santiago Maldondo como activista, tomó estancias en territorio argentino violentamente e impidió de la misma forma que las fuerzas nacionales pudieran cumplir con la orden legal de un juez para recuperar estas propiedades. Anteriormente se había asesinado a un policía y se cometieron múltiples actos violentos, torturando humildes puesteros e hiriendo a gendarmes que cumplían con su deber.

Lo más grave es que cometieron estos crímenes, reclamando una parte del territorio argentino para instaurar otra nación. Es decir que tomaron las armas contra las fuerzas y civiles nacionales y prestaron ayuda a quienes quieren quitarnos una parte importante de nuestro territorio. En otras palabras, Santiago Maldonado actuó como lo prescribe el artículo 119 de la Constitución Nacional, “prestándoles ayuda y socorro” a quienes atentan violentamente contra la soberanía Nacional.

Derechos humanos o el malón

Sin embargo y diferenciándose de las organizaciones mapuches actuantes, el gobierno argentino y en general todo el pueblo argentino, estamos preocupados por la no aparición de Santiago Maldonado, contrastando la diferencia tajante entre los valores de ellos y la Cultura Occidental y Cristiana, a la cual atacan violentamente sin piedad, contrariando el mandamiento de Cristo, “amad a tu prójimo como a ti mismo”.

No hay la menor prueba que la Gendarmería haya detenido a este joven y los testigos que la acusan, quieren declarar encapuchados, es decir que no quieren cumplir con los mínimos requisitos de la Constitución Nacional.

Es difícil de entender que en pleno Siglo XXI, algunos mapuches, no todos, no hayan superado sus propios antecedentes históricos del genocidio de los pueblos realmente originarios de la Patagonia Argentina, los Tehuelches, de dos mil gauchos que estaban antes que ellos en nuestro territorio, del secuestro de mujeres y el asesinato de bebes.

Extraña alianza

Una de las organizaciones mapuches denunciantes es la “Mapuche Nation”. Leyo bien no es la Nación Mapuche sino “The Mapuche Nation”, con sede en Bristol, Gran Bretaña. Esta Nación los apoya lo mismo que a los organismos de supuestos derechos humanos, subvencionándolos mediante el British Council, otras fundaciones y universidades británicas y hasta por la Embajada de dicha Nación. El Reino Unido subvierte así, subterráneamente a sus rivales en el control del Atlántico Sur, Argentina y Chile.

Pero hete aquí que también son apoyados estos mapuches por organizaciones marxistas como el MIR y el Foro Social Mundial, apologista el socialismo del Siglo XXI, al cual pertenecen las FARC, el principal cartel narcotraficante del mundo.

En consecuencia no debería extrañarnos esta alianza que tienen un objetivo desestibilzar el sur, unos para afirmar el dominio británico, otros para producir la revolución socialista, pero en el centro tienen un enemigo común la República Argentina.

¿Alianza de traidores?

Retornando al artículo 119 de nuestra Constitución Nacional, observando a quienes apoyan acaloradamente los reclamos por la todavía no probada desaparición de Santiago Maldonado, notamos entre ellos a Cristina Kirchner, que pacto con el estado de Irán, el cual asesino a mas de cien argentinos. Además ella figura como la principal sospechosa por el asesinato del Fiscal Nisman, que la denuncio por ese hecho. Se le suman las organizaciones y partidos de extrema izquierda, que justifican el asesinato de más 140 jóvenes por el dictador de Venezuela. Sindicatos docentes que dan clases por la aparición de Santiago Maldonado, después de haberle robado días de clases a los alumnos más humildes, violando la neutralidad de la enseñanza y envenenando el alma de los niños.

Los derechos humanos de Callvucurá

Los tehuelches, antiguos habitantes de la Patagonia Argentina, fueron una raza que provino del norte de China hace unos treinta mil años. Su físico de gran estatura y su cultura eran muy diferentes de los habitantes del otro lado de la Cordillera, y de algunos pequeños enclaves de sus faldas orientales, los Mapuches o Araucanos, de baja estatura, y provenientes según algunas teorías que los denominan como bandidos, del sudeste de Asia, por vía marítima.

Desde la actual Chile, comenzaron los Mapuches a invadir la Patagonia, pero la invasión más violenta la llevo a cabo en los años de mil ochocientos treinta, el cacique Cavullcura, que con gran masa de indios paso a degüellos a los caciques rivales de su propio pueblo y extermino a los Tehuelches. Sus correrías se lanzaron sobre el sur de la Provincia de Buenos Aires, donde había poblaciones gauchas preexistentes a su llegada, a las que arrasaron tomando cientos de cautivas y asesinando a cientos de gauchos y a mas de mil soldados argentinos. Algunos niños fueron asesinados a bolazos. Cavullcura estableció de esta manera su Imperio de las Salinas Grandes.

Roca y la soberanía

El mejor presidente que tuvo Argentina, el general Julio Argentino Roca, vio con su genio que era imposible negociar con los mapuches y que el territorio patagónico podía ser ocupado por una potencia extranjera. De hecho Chile lo reclamaba, pero Roca convenció al Presidente Avellaneda, que estando este país en guerra contra Bolivia y Perú, era la oportunidad de civilizar e incorporar al sur realmente al territorio argentino. El gobierno Argentino, solo controlaba en 1.879. el cuarenta por ciento de su actual territorio continental. Gracias a Roca, a Avellaneda y a los esforzados soldados y gauchos del Ejército Argentino, se incorporaron a la soberanía nacional, más territorios, que los que se habían libertado durante la guerra de la independencia.

Como vemos los Mapuches son en este momento nuestros compatriotas; algunos sobresalientes como el beato Ceferino Namuncurá; pero no tienen el menor derecho para reclamar la soberanía sobre tierras que nunca fueron de ellos y en las que entraron ilegítimamente con la violencia más cruel.

¿Traición?

Parece que en Argentina, después de la legitimación de los asesinatos cometidos por las organizaciones subversivas al servicio de la URSS y algunas aliadas posteriormente al terrorismo palestino, se ve como normal la alianza con Irán y ahora las reivindicaciones de algunas organizaciones mapuches para desmembrar el territorio nacional. Extraño, hacen todo esto reivindicando el antiimperialismo y justifican la violencia en nombre de los derechos humanos. Si tenemos en cuenta el artículo 119 de nuestra Constitución Nacional, se definiría esta actitud por un solo término: TRAICIÓN.

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