Por Oscar Dufour.-

#Tucumanazo. Por 8° día consecutivo, se volvió a llenar la “Plaza Independencia”. Los tucumanos con el candidato a Gobernador José Cano, reclaman justicia ante las numerosas y graves irregularidades desarrolladas en las elecciones de la Provincia. Detonante de un nuevo escenario político nacional.

Como cada día desde el domingo en el que se desarrollaron las elecciones, los tucumanos se manifiestan frente a la Casa de Gobierno llenando a pleno la “Plaza Independencia”, esta vez con una particularidad, la protesta plural y pacífica, la encabeza el candidato a Gobernador José Cano junto a otros dirigentes opositores, pretenden la nulidad de los comicios en su Provincia; y está bien que sea así, ya que como dijera en notas pasadas, una República perdura, si podemos mantenerla entre todos los ciudadanos; la responsabilidad de un País no está en manos de una minoría privilegiada, mientras recordemos con fortaleza nuestros deberes como ciudadanos, ya sea desde el acto más mínimo, hasta denunciando la mentira más grave en el discurso de algunos de nuestros gobernantes, estamos garantizando que nuestra democracia está viva.

En las elecciones de la Provincia de Tucumán se quemaron 42 urnas, y se están escrutando al momento poco más de 600 mesas; en la ciudad Capital aparecieron urnas vacías y urnas con mayor cantidad de votantes, con lo cual si esto ocurrió en donde el control fue mayor, la multiplicación de denuncias de irregularidades en las periferias son aún más elevadas, y lo que también es grave, tal vez lo que más quede grabado en el inconsciente colectivo y en el repudio ciudadano de todos los argentinos, es que “hubo represión” irreflexiva, fueron contra familias enteras. Esta mañana, el Gobernador José Alperovich volvió a encender la polémica en un reportaje ante la prensa, donde un “lapsus lingue” o “acto fallido”, desprende un reconocimiento de los hechos. Las expresiones de Alperovich, aceptando entonces la metodología marginal en las elecciones brindan un sólido argumento para coronar, las innumerables y graves denuncias al momento colectadas y que son trasladadas a la Justicia, en este final abierto, no sólo en cuanto a la legitimidad de quienes hoy se arrogan el triunfo, sino también la dimensión que hoy Tucumán refleja al resto del País, y donde a esta altura podríamos concluir sin temor a equivocarnos, que nos es Tucumán solamente, es todo el sistema electoral.

Para apreciar el impacto de todos estos “sucesos”, no sólo en nuestro país, sino también en la región y el mundo; basta saber a modo de ejemplo, que a nivel local despertó gran preocupación en la Iglesia Católica, sumado a que en la Ciudad del Vaticano trascendió que el Papa Francisco analiza en consecuencia, seguir prorrogando la visita que tenía prevista realizar a nuestro País el año próximo. Hoy sus cercanos, se encargan de puntualizar un mensaje que pasa casi desapercibido, y que tiene una fuerte lectura, “el Papa, no es progresista ni conservador, es cristiano”. A buen entendedor, pocas palabras, solía decir alguien que de esto sabía mucho, y que le gustaba, como los antiguos griegos, decir “bola blanca” o “bola negra”, es que no sólo lo que pasó en Tucumán calo hondo, también los “sucesos” de la Provincia de Jujuy y Santiago del Estero hicieron lo propio, evidenciando una impunidad pocas veces vista.

Por estas horas ningún analista político duda, después que Tucumán destapara esta “olla” de un sistema electoral altamente sospechado de irregularidades, que el más perjudicado es Daniel Scioli, el “fraude” tiene consecuencias que el candidato presidencial no previó; sostengo entonces como anticipara días pasados que emergió un nuevo escenario político, que las tendencias y las proyecciones a Octubre son muy diferentes a las difundidas en los medios de comunicación social y a las que “operadores” pretenden instalar; por lo tanto, Tucumán es detonante de un nuevo escenario político nacional, hay un final abierto “sin polarización” entre los tres candidatos presidenciales, Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri, con una alta probabilidad de ballotage entre el candidato de “UNA” y el del frente “CAMBIEMOS”.

Conclusión: Hay una pregunta que me es recurrente por estas horas, ¿Scioli sigue siendo el “preferiti”?

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