Por Oscar Edgardo García.-

El Señor Rodríguez Larreta anunció ostentosamente la finalización de las obras del primer tramo en la Avenida del Libertador, proyecto que según él sostiene beneficiará la circulación de personas.

Cabe destacar que esta obra no sólo no es prioritaria sino que no cuenta con la anuencia de los vecinos que, como es habitual, han sido dejados de lado con sus opiniones.

Si el Señor Rodríguez Larreta y sus funcionarios consideraran primordial el cumplimiento de las necesidades de las personas en materia de circulación deberían centrar especialmente su atención en el estado de deterioro en que se encuentran muchas calles y veredas de la ciudad, así como también las rampas para discapacitados, el funcionamiento deficiente de semáforos, la inadecuada colocación de lomos de burro, de paradas de ómnibus y de contenedores de basura, la carencia de ascensores y de escaleras mecánicas en las estaciones de subterráneo, etcétera.

También merece incluirse la ocupación de espacios públicos por parte de vendedores ambulantes y de negocios de gastronomía que limitan o impiden la normal circulación de las personas, situación que permite inferir que cuentan con el consentimiento de los funcionarios del gobierno encargados de la fiscalización correspondiente.

Es tiempo de que se encaren con responsabilidad las acciones de gobierno sobre estos temas, así como también en construcciones prioritarias, que solucionen los genuinos problemas existentes y no en obras para hacer propaganda política en pos de objetivos presidencialistas, malgastando los impuestos de los ciudadanos que cada vez tienen más vacíos sus bolsillos.

Seguramente por este camino, y no por otro, los sufridos contribuyentes de la ciudad podrían aprobar con beneplácito un verdadero «plan de transformación» de la ciudad.

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