Por Antonio Rossi.-

Tras haber sido notificado del fallo que le impedía mover los remolcadores de los puertos locales, el grupo naviero danés Maersk decidió desobedecer la medida judicial y seguir operando con sus embarcaciones en la terminal portuaria de Bahía Blanca.

La desafiante movida de Maersk y su social local Marítima Meridian no sólo generó una nueva denuncia en la Justicia, sino que además puso sobre el tapete el accionar de la Prefectura Naval que sabiendo de la restricción que pesaba sobre los remolcadores, no hizo nada para impedir que salieron a operar en el puerto bahiense.

Por un fallo del juez federal en lo Contencioso Administrativo Enrique Lavié Pico, los diez remolcadores que Maersk trajó al país en los últimos meses de 2016 no podían salir de los puertos locales hasta tanto las autoridades del grupo naviero demuestren que no violaron las normas vigentes cuando en 2010 les prestaron servicios de transporte marítimo a las petroleras extranjeras contratadas por el gobierno de las Islas Malvinas.

Al hacer lugar en forma parcial a una cautelar solicitada por la Cámara de Armadores de Remolcadores, el magistrado estableció “una orden de restricción de salida de puerto de los siguientes remolcadores que Maersk y Meridian tienen operando en el país: Svitzer Mora, Svitzer Damka, Zeus I, Apollo, Svitzer Grand Bahama, Diamond Cay, Svitzer Endeauvour, SMS Meximo, Burondi y Svitzer Honour”.

Ante el no acatamiento de la cautelar, ahora la cámara que agrupa a las empresas de remolques promovió una nueva denuncia por cumplimiento contra Maersk por haber permitido que su filial local Switzer S.A. continue operando en Bahía Blanca con los remolcadores Svitzer Damka, Svitzer Mora y Svitzer Honour.

Además, los letrados de la cámara solicitaron que se intime a Prefectura a informar sobre los movimientos de los remolcadores y se proceda a inscribir en el Registro Nacional de Buques la restricción de movimiento que afecta a las embarcaciones de Maersk que están alcanzadas por la medida cautelar.

Según la resolución de Lavié Pico, la restricción a los remolcadores se mantendrá hasta tanto Maersk pueda acreditar que “contaba con la habilitación prevista en el artículo 2 de la ley 26.659 en ocasión de que las embarcaciones citadas participaron en el remolque de la plataforma sumergible de perforación petrolera Ocean Guardian contratada por Desire Petroleum PLC para operar en las Islas Malvinas”.

Además el grupo danés también tendrá que acreditar que la embarcación “Maersk Rapier” tenía la correspondiente habilitación del gobierno argentino en ocasión de llevar a cabo transportes de combustibles hacia las Islas Malvinas desde la Isla de Ascensión”.

Con esta movida, el juez busca determinar si realmente Maersk actuó dentro de los parámetros legales que había establecido el kirchnerismo cuando sus barcos y remolcadores trasladaron los equipos y el combustible que utilizaron las petroleras contratadas por las autoridades de las Islas Malvinas para explorar la búsqueda de recursos hidrocarburíferos en distintas áreas off shore que forman parte de la plataforma continental argentina.

El artículo de la ley 26.659 que hace referencia la resolución judicial les prohíbe a empresas que operan en el país “desarrollar actividades hidrocarburíferas en la Plataforma Continental Argentina sin haber obtenido la habilitación pertinente emitida por autoridad competente argentina”.

También les impide a las firmas locales “contratar y/o efectuar actividades hidrocarburíferas, transacciones, actos de comercio, operaciones económicas, financieras, logísticas, técnicas, actividades de consultoría y/o asesoría, ya sea a título oneroso o gratuito, con personas físicas o jurídicas, nacionales o extranjeras, para que desarrollen actividades hidrocarburíferas en la Plataforma Continental Argentina sin haber obtenido la habilitación correspondiente”.

Según parece, los servicios que Maersk prestó en su momento a las petroleras que operaron en Malvinas no contaron con las autorizaciones de la administración kirchnerista.

Maersk es uno de los principales operadores mundiales de terminales portuarias y barcos de cargas. En Argentina, opera la terminal 4 del puerto de Buenos Aires y a nivel mundial concentra alrededor del 20% del tráfico y movimiento de contenedores.

Asociado con la local Meridian, en agosto del año pasado, ganó una polémica licitación por 50 millones de dólares para prestar los servicios de remolques a los barcos de GNL que contrata Enarsa para las terminales regasificadoras localizadas en los puertos de Bahía Blanca y Escobar.

Transona- la empresa local que salió segunda -se presentó en la Justicia para denunciar que hubo varias irregularidades registradas en la licitación que habrían beneficiado a Maersk y Meridian.

Share