Por Mario Cadenas Madariaga.-

La virtud de la elección de Tucumán.

Carlos Pagni ha escrito hoy en la Nación un notable artículo sobre el tema describiéndolo en toda su compleja realidad, destacando que los partidos de la oposición no tienen una solución práctica para el 25 de octubre próximo, que él tampoco propone. Es más considera que no hay soluciones de corto plazo.

Sin presumir de especialista, creo que es posible resolver la cuestión, sin requerir del gobierno ninguna modificación del sistema vigente, ni servirse de las instituciones oficiales. Se trata de crear un contralor efectivo en todas las mesas usando a los fiscales de la oposición como fuente de información y organizar la centralización de ésta a nivel departamental, provincial y nacional, usando teléfonos celulares y computadoras. Se debería preparar una planilla muy sencilla para llenar en cada etapa.

La escandalosa elección de Tucumán, ha servido para poner en evidencia el fraude que en las formas más diversas se introduce para alterar la voluntad popular.

La responsabilidad de la oposición no sólo es hacer la advertencia sobre el fraude, con la que ha cumplido, sino poner en ejecución un mecanismo simple y práctico de contralor que lo haga imposible.

Para ello debe cuidarse de pedir imposibles, porque ello sería hacer el juego al oficialismo, facilitándole la negativa, sino buscar un sistema que dependa de los recursos de la oposición y que no haga necesaria la intervención gubernamental ni ninguna de sus instituciones.

Términos del acuerdo.

Si los 32 millones de electores del padrón se distribuyeran a razón de 300 por mesa, se necesitarían alrededor de 100.000 fiscales de la oposición en todo el país para controlarlos.

El acuerdo perseguiría que en la totalidad de las mesas hubiera por lo menos un fiscal de la oposición confiable, con obligación de informar los resultados obtenidos.

El acuerdo debería ser lo más amplio posible, pero como mínimo debería comprender al PRO y al Frente Renovador y sus aliados y comprender todo el territorio nacional.

Por dicho acuerdo, en las 100 mil mesas, los fiscales o el fiscal de la oposición, al finalizar el cómputo, deberán informar los resultados, por medio de teléfonos celulares, o de computadoras, a la cabecera del partido o departamento, donde se hallara una mesa de fiscales de la oposición; a su vez esta mesa deberá trasmitir a la mesa de fiscales provinciales los totales departamentales; para que las mesas de fiscales provinciales totalicen los resultados provinciales y los envíen a la mesa de los fiscales nacionales. Y estos los vayan publicando a medida que los reciban, sin preocuparse de coordinarlos con los resultados nacionales.

La organización puede costar alrededor de 210 millones de pesos – 200 millones para los fiscales responsable de cada mesa a razón de $ 2000 por cada uno; 8 millones para los 2050 fiscales departamentales a razón de 4 por departamento (512 departamentos en las 24 provincias); 1 millón para los 240 fiscales provinciales a razón de 10 por provincia; y 500 mil para 120 fiscales nacionales. Estos recursos si no existieran se deberían pedir al publico en general para ser depositados en una cuesta bancaria especial.

Las comunicaciones se harían por Internet muchísimo mas rápido que el Correo, y todo el sistema se podrá enfrentar y contradecir los resultados oficiales.

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