Por José Luis Milia.-

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis.
Lc. 6.15-20

Monseñor Santiago Olivera tomará posesión e iniciará su ministerio en el Obispado Castrense el viernes 9 de junio en la celebración eucarística prevista para las 11 en la catedral Nuestra Señora Stella Maris Prácticamente, la primera declaración pública del Obispo Castrense fue: «Lo de la ley del 2×1, uno supone que es impunidad para cualquiera que haya cometido un delito; nunca puede dejar de cumplirse lo que la ley ha marcado, y la impunidad siempre prepara nuevos delitos…Me parece que hay que recuperar el cumplimiento de la ley, y esta norma esta derogada (la del 2×1), da la sensación de que es un beneficio que no produce el camino de reconciliación del que está hablando la Iglesia».

En verdad, a Mons. Olivera -con esa ligereza de la que hacen gala quienes son administradores más que pastores- no parece afectarle que hay presos políticos que llevan detenidos, sin juicio, más de seis años, que los juicios son en realidad mascaradas infames donde el tiempo en que duran solo sirve para poner en escena una condena escrita desde el principio, donde los testigos de la querella son entrenados en lo que se debe decir y a los que los abogados defensores nunca pueden interrogar. A hoy, solo le ha interesado hacer saber, urbi et orbi, que como obispo castrense es políticamente correcto.

Se formó en el seminario de Morón, y quien lo ordenó fue quien el consideró siempre su mentor: Mons. Laguna, el mismo Laguna que en 2005 se expresó en favor de la educación sexual en los colegios: “…Pero los que no quieran ser castos, que no lo hagan mal, sin nada. La tradición indica que el sexo es para la procreación. Yo no lo creo. El sexo es para muchas cosas…” y de la despenalización del aborto en determinados casos: “…¿La despenalización del aborto? Yo tengo mi propia posición. Yo creo que el aborto es un crimen horrible siempre. Siempre es un crimen horrible. Pero de lo que yo no estoy tan seguro es que haya que meter presas a víctimas. Pobres chicas… de eso no estoy tan seguro.”. Como si penalizar el aborto fuera en caerle con la ley a la que aborta y no al abortero. Este difunto obispo fue el mismo que en 2011 hizo un baboso panegírico de Cristina Fernández antes de las elecciones.

Es cierto que Mons. Olivera aún no ha asumido su cargo de Vicario Castrense, pero también es cierto que las pocas declaraciones hechas son notables en su ambigüedad. Así, entrevistado por Telam, dijo: «La prisión domiciliaria no es una puerta cerrada. Si una persona mayor de las fuerzas armadas tiene el mismo derecho que otra en su condición, ¿por qué no dárselo? Por más que se haya equivocado gravemente tiene ese derecho”, “audacia que compensa en el último párrafo agregando: “…Aunque tampoco fueron todos. Algunos no se han equivocado gravemente», como dando a entender que sabían muy bien lo que hacían y, esto es suposición mía, lo tienen que purgar hasta la muerte.

Si yo fuera militar, no me confesaría con este obispo hasta saber de qué lado renguea.

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