Por Hernán Andrés Kruse.-

La realidad golpea sin piedad. El 47,7 por ciento de los hogares en donde residen menores de edad carece de los ingresos básicos para acceder a la canasta de bienes. Además, el 10,8 por ciento de los niños y adolescentes del país son indigentes. Ello significa que en la Argentina hay 5,6 millones de niñas y niños en situación de pobreza monetaria, de lo que 1,3 millones son indigentes. Estos escalofriantes datos fueron calculados por Unicef en base a la información del Indec. Cabe aclarar que el Indec endureció en 2016 el criterio para definir la pobreza. En opinión de Daniel Scheingart, investigador de la UMET, el Indec subió el valor de la canasta un 35 por ciento, lo que explica 12 de los 30 puntos del nivel actual de pobreza. Dicha modificación en la medición obstaculiza la comparación con los valores previos de la serie de pobreza. De esa forma el gobierno evitó dar a conocer el deterioro de la situación socioeconómica en 2016 comparándola con la de 2015. El investigador calculó que si dicha metodología se aplicara en los países de la región, la pobreza en Brasil hubiera sido, en 2014, del 43,7 por ciento; en Perú, del 49,6 por ciento; en Colombia, del 56,6 por ciento; en México, del 69,8 por ciento; y en Ecuador, del 61 por ciento. Mientras que Chile, al igual que Argentina, estaría colocada 10 puntos por encima de Uruguay. El promedio general estipula la existencia de un 47,7 por ciento de niños, niñas y adolescentes pobres, pero la tasa sube al 85 por ciento cuando el niño vive en un hogar donde el padre o la madre no tienen trabajo. Muy diferente es la situación de los niños y adolescentes que dependen de una madre o un padre que trabaja en blanco: en ese ámbito la pobreza es del 26,9 por ciento. En aquellos hogares donde el jefe o la jefa de hogar trabaja informalmente la pobreza asciende al 64,8 por ciento. En aquellos hogares donde las familias dependen de un cuentapropista profesional la pobreza infantil es del 28,4 por ciento, mientras que en los hogares donde la subsistencia depende de un cuentapropista no profesional la pobreza alcanza el 62,2 por ciento El nivel de la pobreza infantil guarda estrecha relación con la cantidad de años de escolaridad del jefe o la jefa de hogar. En los hogares donde la subsistencia depende del ingreso de una persona que cursó la primaria y la secundaria y que estudió un tiempo en la universidad, la pobreza infantil extrema es del 1,7 por ciento. Si la subsistencia del hogar depende de una persona que estudió entre 7 y 11 años, ese porcentaje se eleva al 12,7 por ciento, y si se trata de una persona que estudió menos de 7 años el porcentaje es aún mayor: 17,4 por ciento. Sebastián Waisgrais, economista de Unicef, señaló que “la medición de pobreza monetaria muestra un cuadro delicado. Es notable además el impacto de la inserción laboral y el clima educativo del hogar en los ingresos y por lo tanto en la capacidad para acceder a la canasta que define la línea de pobreza e indigencia. La desigualdad que sufren los niños, niñas y adolescentes es mayor en la indigencia que en la pobreza, lo cual incrementa la complejidad de la situación”. Advirtió que las mediciones de pobreza “deben ir hacia un criterio multidimensional”, lo que significa que deben sumarse variables como educación, salud y vivienda a la tradicional evaluación basada en el dinero. Unicef aclara que “una característica de la pobreza monetaria es su alta volatilidad si se la compara con otro tipo de pobreza, como la multidimensional” (fuente: “Casi la mitad de los niños son pobres”, Página/12, 8/6/017).

En su edición del 8 de junio, La Nación publicó artículos de Carlos Pagni (“Se renueva el contrato tácito entre Macri y Cristina”), de Marcos Novaro (“Cristina candidata: ¿señal de fuerza o de debilidad?”) y de Emilio Cárdenas (“Donald Trump aleja a su país de Europa”).

Escribió Pagni: “En 2011, cuando consiguió la reelección porteña, Mauricio Macri recibió una felicitación telefónica. Era Cristina Kirchner, quien, además de agasajarlo, como de costumbre, le explicaba: “Mauricio, de aquí para adelante sólo quedamos vos y yo”. Ese contrato tácito, en general incómodo, promete renovarse. Sobre todo, si la ex presidenta corrobora la profecía de sus seguidores y se postula para una senaduría bonaerense. Al mantener su vigencia, la señora de Kirchner auxilia a Macri frente a su principal problema. Los resultados de su política económica todavía no son todo lo estimulantes que haría falta para que él pueda pedir el voto como un premio por su administración. El gobierno puede exhibir algunos méritos. La reactivación se viene acentuando trimestre contra trimestre. Esa mejora ha permitido que, entre agosto pasado y hoy, se hayan recuperado unos 120.000 puestos de trabajo. La misma cantidad que se había destruido entre enero y agosto del año pasado” (…) “La gran conquista, sin embargo, es el descenso de la inflación” (…) “Macri comenzó a decir “la inflación es asunto mío” porque pensaba llevar a las elecciones este trofeo. Está cerca de lograrlo. Este panorama excluye las euforias. La instrucción que emite la Jefatura de Gabinete desde su panóptico para los voceros del Gobierno es no cantar victoria. Cualquier mensaje sobre la vida material debe ir acompañado de un empático “sabemos que hay muchos argentinos que todavía la están pasando mal” (…) “La máxima excitación estará dada porque “cada día estaremos un poco mejor” (…) “Ni revolución productiva ni vamos por todo. El gradualismo es, también, emocional” (…).

“El principal activo del oficialismo sigue siendo el que le permitió llegar al poder: la política. Se refleja en las expectativas. Según el mismo sondeo (Isonomía), el 58% cree que en un año el país estará mejor; el 24% cree que estará peor, y el 14% igual. Quiere decir que, a pesar de que el día a día sigue siendo trabajoso, la mayoría confía en que los sacrificios tendrán su recompensa. Los políticos son proclives a organizar sus narraciones con categorías subliminales que suministra la religión. Néstor Kirchner murió para que renazca la política. A Macri le toca aún ser un líder del desierto. Quienes lo siguen valoran que los haya sacado del cautiverio; no que los haya hecho ver la tierra prometida. Este pacto del gobierno con quienes lo sostienen llega a extremos sorprendentes. Según el mismo estudio, un 43% de los consultados votaría a los candidatos de Cambiemos aunque la situación material no mejorara. Un 46% no lo haría. Se podría inferir que Macri es el depositario de un mandato de regeneración político-institucional capaz de disimular la mediocridad de la economía. Consigue el voto por diferenciación con el estilo autoritario del kirchnerismo. Y, sobre todo, con su imagen de corrupción” (…) “Cristina Kirchner ayuda muchísimo a esta narrativa, porque mantiene viva la memoria. Además, su resistencia a admitir cualquier error ayuda al Gobierno a sostener sus tesis principales: el peronismo no puede renovarse y, por lo tanto, su edad de oro sigue estando en el pasado” (…) “Que la señora de Kirchner carezca de autocrítica no es sólo resultado de su convicción o de su megalomanía. También es una táctica. Ella supera el 60% de imagen negativa. Ese techo es infranqueable. En esos casos, al líder sólo le cabe replegarse sobre la identidad del propio grupo. Es decir, defender a ultranza las propias experiencias y, sobre todo, presentar cualquier cuestionamiento interno como una infiltración del adversario” (…) “Cristina Kirchner cumple su contrato con Macri. También ella polariza” (…) “Sergio Massa suele reprochar a sus amigos oficialistas que hayan preferido a la señora de Kirchner como adversaria. Pero esa organización del juego, para la cual sólo existen dos colores, parece estar impresa en la percepción social. El Gobierno debió revisar su plan originario, que consistía en alentar la división del peronismo. Pero resulta muy dificultoso formular una propuesta que cuestione al mismo tiempo a Macri y a su antecesora. El que critica a Macri trabaja para Cristina Kichner. Y viceversa” (…) “La polarización plantea un enigma sobre el papel de las primarias. ¿Serán, de hecho, una primera vuelta? Es decir, los que voten en agosto por terceras opciones ¿terminarán optando en octubre por una de las dos fuerzas en contradicción?” (…) “Macri, como todo buen político, ocultó ayer su interés en esta trama. Dijo que le es indiferente el destino de su predecesora. Sin embargo, como sus principales asesores, cree que el éxito depende de ella” (…) “Macri y su antecesora están atados uno al otro. La animadversión siempre es garantía de supervivencia. Lo explicó Borges en aquellos versos geniales sobre Rosas: “Es menos una injuria que una piedad demorar su infinita disolución con limosnas de odio”.

Escribió Novaro: “Hay quienes alucinan con el túnel del tiempo cada vez que ella reaparece. Por lo que encuentran en su candidatura para estas elecciones…la señal de que no estamos saliendo del pozo sino mordiéndonos la cola en el fondo, a ver si podemos caer un poco más, y corremos el riesgo de pasarnos los dos años que pronto le quedarán por delante al mandato de Macri discutiendo si volvemos o no al populismo radicalizado de los doce anteriores” (…) “Y están los que se van para el otro lado y ven, en esa candidatura, la mayor evidencia del control y la manipulación que practica el oficialismo sobre la escena política actual, incluidas las decisiones de sus adversarios más implacables: habría sido Macri el que alentó a Cristina a volver a ponerse a la cabeza de la oposición” (…) “¿Qué es lo que queda entonces del liderazgo de Cristina?, ¿y cuál es su verdadera función hoy en día?, ¿sigue siendo una protagonista estelar y mientras no desaparezca será capaz de impedir que inicie en serio un nuevo tiempo, o es la sombra de lo que fue y sobrevive apenas como pieza de juegos que tejen y deciden otros, incluido su más enconado enemigo? Probablemente la respuesta más adecuada es que ni tanto ni tan poco. Cristina sobrevive con una adhesión importante en el conurbano…por mérito propio: fue allí donde construyó su base más fiel” (…) “Pero también es cierto que, de haber sido por ella, hubiera preferido no tener que involucrarse personalmente y jugarse el prestigio y la autoridad que le quedan en una candidatura” (…) “De no haber sido por la insistencia de Randazzo, la vida disipada y la infinita torpeza de Scioli y la ausencia de otros candidatos atractivos y consensuados en su sector…la veríamos solo en carteles, no en carne y hueso metida en el barro de la campaña que está por comenzar”.

“Por otro lado, es cierto que el macrismo en alguna medida la estimuló a bajar al ruedo, queriendo o sin querer, al quitar del medio a Carrió…y concentrar el poco ajuste que se atrevió a instrumentar precisamente en territorio cristinista, vía la reducción de subsidios. Pero concluir de ello que Cristina es un instrumento macrista resulta, por lo menos, exagerado” (…) “Hay en esos círculos (oficialistas) quienes fantasean con que, llevada por su egocentrismo e intolerancia ante el disenso, Cristina terminará expulsando del PJ a Randazzo, con lo que aseguraría la total fragmentación y consecuente derrota de la oposición” (…) “Sin embargo que algo así suceda con Randazzo es muy improbable. Ante todo porque él no tiene ningún motivo para salir del PJ: a diferencia de lo que sucede con Lousteau, el zar de los pasaportes puede reclamar ante la Justicia que se respete su legítimo derecho a competir, por ser afiliado del partido y contar con los avales correspondientes, y el cristinismo no tendría forma de detenerlo. Pero, además, lo que sí puede descontar la gente de Cristina es que el atractivo de votar una lista de seguro perdidosa será más bien escaso, y es de esperar entonces que unos cuantos de los pocos apoyos que el ex ministro del Interior retiene a la hora de votar terminen fugándose hacia el massismo o el oficialismo” (…) “También en los cenáculos oficiales suele darse por descontado que, con Cristina candidata, el peronismo bonaerense tenderá a radicalizar su campaña y por tanto a polarizar aun más la escena de competencia, facilitándole las cosas a los candidatos del gobierno: se estará plebiscitando una vez más a la ex presidente, no lo que ellos tengan para mostrar como “frutos del cambio”; lo que, dada la continuidad de los problemas económicos y sociales heredados, será obviamente de gran ayuda “(…) “Cristina siempre fue mejor candidata que estratega, no digamos ya que legisladora o gobernante. Y nunca hizo campañas radicalizándose; todo lo contrario, las hizo buscando el centro y escondiendo sus sesgos y sus socios en la gestión más problemáticos…No es de esperar que vaya a hacer esta vez otra cosa, y sería bueno que en el oficialismo se olviden por lo tanto de que los demás van a hacer el trabajo que sólo a ellos les toca”.

Escribió Cárdenas: “La primera gira exterior del presidente norteamericano resultó todo lo complicada que se preveía” (…) “El viaje en sí mismo tuvo dos etapas bien diferentes. En la primera, en Arabia Saudita e Israel, Trump se mostró ordenado y pronunció dos discursos claros acerca de los lineamientos de su política para Medio Oriente. En síntesis, cree que es tiempo de volver a empujar el proceso de paz y que son las partes las responsables del diseño del acuerdo respectivo. Y definió a Irán como país exportador de terrorismo y enemigo del mundo árabe” (…) “La segunda etapa, la de la reunión del G7 en Taormina, Sicilia, fue, en cambio, intranquilizadora. En ella Trump hizo gala de arrogancia y de poca educación, como cuando se ubicó en la primera línea de una sesión fotográfica, empujando, a la vista de todos, al primer ministro de Montenegro. Lo cierto es que el presidente norteamericano tranquilizó a sus interlocutores en Medio Oriente, pero desconcertó y desorientó a sus pares europeos. A punto tal que, después de su partida, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló: “Los tiempos en los que podíamos contar totalmente con otros han terminado, según acabo de experimentar en los últimos días. Nosotros, los europeos, debemos tomar nuestro propio destino en nuestras manos. Por supuesto, necesitamos tener relaciones amistosas con los Estados Unidos, con el Reino Unido y con nuestros vecinos, incluyendo a Rusia. Pero tendremos que luchar por nuestro propio futuro”. Ocurre que Trump dejó de reafirmar su compromiso con el Artículo 5 del Tratado de la OTAN, nada menos que aquel que define la existencia de una obligación recíproca de defensa en caso de ataque exterior. Su silencio sugiere que no puede presumirse, en más, que los Estados Unidos reaccionarán siempre en defensa de Europa. Un cambio de actitud que no es menor y que de alguna manera comienza a resquebrajar la unidad de Occidente” (…) “Lo cierto es que tan sólo cuatro meses después de haber dado comienzo a su gestión, Donald Trump conmovió de un plumazo los cimientos de un pacto militar sustantivo que existe desde hace 70 años” (…).

“Desde el punto de vista político, la confrontación entre Angela Merkel y Donald Trump puede haber sido oportuna para la señora Merkel. Sucede que ella camina en busca de su reelección en el próximo mes de octubre. Y que la popularidad de Donald Trump en Alemania es llamativamente baja” (…) “Los cruces entre Trump y Merkel han conmovido a una alianza militar incondicional desde la Guerra Fría. El G7 será, en adelante, diferente. Y habrá que tener en cuenta que la antipatía hacia Trump no es monopolio de Alemania. Algo bastante parecido sucede, por ejemplo, en el mundo escandinavo” (…) “El viaje al exterior del presidente norteamericano comenzó a hacer realidad aquello de que los Estados Unidos procuran no ser más el país líder del mundo, ni el guardián de la paz internacional” (…) “Aquello de que la personalidad y el andar caótico del presidente norteamericano podían marcar su gestión acaba de hacerse realidad” (…) “Como Vladimir Putin, Donald Trump transmite la sensación de que prefiere interactuar frente a una Europa no unificada. Pero lo cierto es que su actitud inicial parece haber logrado el resultado inverso” (…) “China-mientras tanto-está ocupando el vacío que genera Donald Trump. Acaba de invertir en Alemania, en el área de tecnología…Y hace señales de estar interesada en incrementar sus lazos económicos con el viejo Continente” (…) “Como conclusión: Occidente ciertamente no ha muerto. Porque es mucho más que un pacto militar. Es la expresión de una civilización común y sus principios y valores distintivos. No obstante, el que hasta ahora ha sido un grupo unificado, ya no lo es. Tiene una fisura” (…) “De ningún modo ha quedado moribundo, pero ya no es lo mismo que fuera”.

En su edición del 7 de junio, Clarín publicó un artículo de Julio Blanck titulado “El que imponga su tiempo va a ganar la elección”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “Un futuro construido de pura esperanza que prefiere gambetear el presente y asustar con el pasado. Un cambio que propone la vuelta al pasado sin nada nuevo que ofrecer. Un presente absoluto, concentrado en lo cotidiano, que intenta borrar pasado y futuro del debate público inmediato. En un tablero electoral hoy tan poco polarizado como el de las PASO o la primera vuelta presidencial de 2015, quien consiga imponer el tiempo sobre el cual se despliegue la campaña puede tener tres cuartos de la elección en su bolsillo” (…) “En esta elección va a pesar mucho la narrativa”, dice un asesor de campaña del Gobierno. Se puede entender narrativa, con las grandísimas diferencias del caso, como lo que en el kirchnerismo se entendía como relato” (…) “En ese territorio discursivo se libran las primeras escaramuzas de toda campaña. Es lógica y evidente la intención de Cristina y el kirchnerismo duro de proponer el retroceso a la “década ganada” (…) “Tienen un público fiel y constante, puede decirse que un tercio del electorado en la Provincia, el único territorio donde van a disputar poder en serio porque han quedado en lo sustancial reducidos a una expresión bonaerense” (…) “Massa, que habla de inseguridad y de corrupción, parece haber empezado a encontrar su libreto electoral con la enérgica campaña para bajar los precios” (…) “Pero el costo de vida es uno de los factores de corrosión electoral más poderosos. Otro es el desempleo, o el temor concreto a sufrirlo. Pero según analistas del Gobierno, hoy sólo la falta de trabajo es capaz de quebrar el ánimo social, porque los argentinos nos hemos acostumbrado a vivir con inflación y con inseguridad por demasiado tiempo. Triste conclusión” (…) “El punto débil de Massa sigue siendo la confiabilidad, la garantía de que pueda mantenerse en un andarivel firme sin caer en oportunismos de coyuntura. Pero es un dirigente que supo rehacerse a sí mismo” (…) “Y hasta aquí logró sobrevivir como tercera fuerza” (…) “En tanto, en la mesa de análisis del oficialismo se escucha una definición interesante: “somos mucho mejores contra Cristina que contra la expectativa que había en nosotros”. Por eso apuestan a que el fantasma corporizado de Cristina les facilite la construcción narrativa del duelo pasado vs. futuro. El gobierno va a pivotear sobre el discurso de la esperanza de que todo estará mejor” (…) “También dirá… que Macri todavía necesita tiempo para plasmar su plan” (…) “Hace dos años, la narrativa electoral se resumió en el duelo feroz entre “continuidad o cambio”. Massa pareció encontrar la medida exacta: propuso “el cambio justo”. Pero el que lo terminó expresando para la mayoría de la sociedad fue Macri”.

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