Por Hernán Andrés Kruse.-
EL THATCHERISMO Y EL MERCADO
“Otro de los principios de la ideología neoliberal, enraizado en los gobiernos de Thatcher, fue el papel central que se le asignó al mercado para el funcionamiento de la economía en oposición a la tradición intervencionista del Estado de la posguerra. Ciertamente, en los hechos, dicha concepción del mercado muy poco tenía que ver con el problema de la competencia; aun así, se pensó, a través de la desregulación general de la economía y de la privatización de la mayor parte del sector público se podría lograr la eficiencia y, sobre todo, la modernización del aparato productivo. En este respecto, el thatcherismo también se encontró con una gran paradoja puesto que, al confiar al mercado la tarea de reestructurar la economía sin interferencia estatal, sólo logró acentuar las desigualdades y los desequilibrios ya existentes a nivel nacional al tiempo que debilitó la capacidad del Estado Nación para determinar el contenido de su política monetaria y fiscal. Ambas circunstancias, como veremos, contribuyeron finalmente a la debacle del gobierno de Thatcher.
No es exclusivo a la doctrina monetarista el argumento de que el mercado establece una asignación más eficiente de los recursos, o del trabajo, de acuerdo a las expectativas de obtener un mayor rendimiento o rentabilidad. Sin embargo, dicha doctrina pasa por alto el hecho de que semejante eficiencia no establece una mejor distribución de los recursos dentro de la economía en su conjunto, particularmente en el contexto de la tendencia a la globalización de los mercados, por lo que, lejos de promover la restructuración general de los diversos sectores económicos, termina por acentuar los rasgos de desigualdad y desequilibrio ya existentes. Este fenómeno gravitó desfavorablemente sobre la estructura regional y, lo que es más relevante para este estudio, condujo al debilitamiento relativo del sector industrial en los términos de una modernización posfordista. Como se mencionó más arriba, el primer periodo de gobierno de Thatcher de 1979 a 1983 se caracterizó por su adhesión a los postulados monetaristas básicos de una política de restricción monetaria y fiscal por lo que, al margen de los tropiezos de esta política con respecto a sus propios objetivos, el papel del mercado se limitó a ejercer una tarea de drástica depuración de la economía mejor medida en el nivel de quiebras y desaparición de las empresas, que en cualquier logro de elevar la eficiencia de las mismas.
Será sólo hasta la finalización de este periodo y el inicio del subsiguiente cuando la economía británica inicie un periodo de reactivación e incluso de crecimiento acelerado, en el contexto de una etapa de expansión a nivel internacional. Es a partir de este momento cuando se produce un cambio sustantivo en las políticas económicas al abandonar, en los hechos, las políticas monetaristas iniciales y al conferir a otros principios, privatización y reformas fiscales, la tarea de estimular la inversión y la modernización productiva. De ese primer periodo, sin embargo, es fundamental recuperar el problema de la desregulación financiera y de los mercados de capitales, así como la terminación de los controles de cambio puesto que de esta decisión derivó el marcado repunte del sector servicios y del consumo privado en los años posteriores. Asimismo, es importante tener presente el inicio de las reformas laborales para el aumento sustantivo de la productividad. Considerando la fase que va desde 1982 hasta 1989, la economía británica creció, en términos del P1B, a una tasa superior al tres por ciento anual lo que, a decir del propio gobierno conservador, habría permitido revertir el declinamiento relativo de las décadas anteriores, poniendo además a la nación al nivel del resto de las potencias europeas.
Sin embargo, si el mismo cálculo se realiza atendiendo a la totalidad de la década de los ochenta entonces el crecimiento resulta mucho más limitado: dos por ciento entre 1979-88, contra el 2.4 por ciento entre 1970-79; lo que permite asegurar que la naturaleza de la “revolución thatcheriana” proviene, en buena medida, del efecto devastador de sus primeros años sobre la economía y el repunte pronunciado que a consecuencia de ello se observa posteriormente. Pero, al igual que se señaló en el caso de la productividad, aún si se acepta que el crecimiento se sostuvo durante tantos años sobre una base firme, ¿hasta dónde este fenómeno reflejó una verdadera transformación de la economía británica? Lo realmente sobresaliente de los años de prosperidad thatcheriana fue el desbalance entre el crecimiento del sector servicios en detrimento del crecimiento de la manufactura, proceso que ya venía desarrollándose desde la década de los setenta (a consecuencia de la mencionada terciarización de las economías de la posguerra) y que sólo vino a acentuarse durante los años ochenta como resultado de la manera como se dejó operar al mercado sobre el conjunto de la economía.
En efecto, si observamos lo que sucedió al nivel de la inversión, la producción y el empleo dentro de ambos sectores puede apreciarse el rezago relativo de la manufactura en contraste con la prosperidad de los servicios bancarios y empresariales promovida por la liberalización financiera del inicio de la administración. Aunque esta imagen general de desequilibrio económico revela el grado en que el gobierno de Thatcher se mantuvo adherido a una norma neoliberal (y en menor medida a la doctrina propiamente monetarista), en lo particular tampoco hay duda de que contribuyó deliberadamente a producir este resultado a través de su política industrial. Al respecto, el thatcherismo marchó por dos frentes. Por un lado, utilizó la estrategia de privatizar el sector público con la intención de introducir un principio económico de eficiencia y otro político de rechazo a los valores socialdemócratas de la posguerra. Por otro, sin embargo, también impulsó un proceso selectivo de modernización industrial en sectores como la farmacéutica, química, aeroespacio, defensa y procesamiento de alimentos que generó otro marcado desequilibrio en este caso a nivel regional. La política de privatización ha tenido relevancia para la Gran Bretaña en diversos terrenos como la mencionada eficiencia de las empresas del sector público, la modificación en el balance entre lo público y privado (como se verá más adelante) y el financiamiento de los proyectos de desarrollo regional.
Cabe destacar que, por ejemplo, si entre 1982-83 la privatización había generado un ingreso para el Estado de 0.5 millones de Libras Esterlinas, para 1987-88 este monto ascendió hasta 5 billones. Paralelamente, la desigualdad y desequilibrio entre el desarrollo de la manufactura y los servicios, así como el empleo, se reprodujo regionalmente convirtiendo el “Sur” y las Midlands (South-East, East Anglia, South-West, East Midlands) en las zonas privilegiadas del crecimiento “pos-industrial», mientras el “Norte” (West Midlands, Yorkshire-Humberside, North-West, Northern, Wales, Scotland, Northern Ireland) resentía los efectos de la dcsindustrialización y de la nueva legislación laboral. Al nivel de la distribución del ingreso, el gobierno de Thatchcr avanzó deliberadamente en la creación de una gran desigualdad social con la expectativa de generar una corriente de ingreso que pudiera repercutir sobre el volumen del ahorro y, de esta manera, de la inversión. A cambio de ello, y sin abundar más sobre el problema de la inversión, se produjo un significativo efecto colateral sobre la demanda que terminó de agravar los desequilibrios y desigualdades económicas en el plano del sector externo. En contraste con los efectos de la política laboral sobre el desempleado, los salarios de la población ocupada crecieron sostenidamente durante toda la era thatchcrista, particularmente los salarios medios y altos, a la par de los ingresos por concepto de rentas, ganancias y dividendos.
Asimismo, la política tributaria dio un giro radical en sus objetivos para disminuir significativamente los impuestos directos sobre el ingreso, al tiempo que se incrementaron los impuestos indirectos al consumo (IVA) y a la comunidad (Poli Tax). En términos estrictos, la política tributaria no redujo sino que aumentó el volumen de impuestos sobre la sociedad —en 1978 estos representaron el 42.3 por ciento del PIB y para 1987 el 48.3 por ciento—, pero en cambio repercutió sobre la concentración del ingreso. En 1979, la tasa superior de impuestos sobre la renta se redujo del 83 por ciento al 60 por ciento durante 1980 y entre 1982 y 1985 dicha tasa se ajustó anualmente por debajo de la tasa de inflación; y para el presupuesto de 1988 se disminuyó la nueva cuenta hasta el 40 por ciento. Por necesidad, semejante reforma fiscal se reflejó en el incremento del ingreso de los estratos más altos, en la misma proporción que los impuestos indirectos gravaban más desfavorablemente, en términos relativos, a los perceptores de ingresos más bajo, particularmente en lo que respecta al impuesto comunitario. Junto con estos fenómenos, la desregulación financiera, ya referida, también tuvo un importante efecto sobre la elevación del consumo en la sociedad británica. Con esta medida, les fue permitido a las llamadas Building Societies desempeñar funciones bancarias lo que, aunado a sus funciones tradicionales de administración de los fondos para hipotecas, produjo una difusión generalizada del crédito privado.
Tal incremento del consumo se vio favorecido, asimismo, por las reducidas tasas de interés que acompañaron los años de recuperación y de crecimiento. Así, en su conjunto, la economía británica se vino a enfrentar con un efecto negativo de la política económica desarrollada desde el inicio de los años ochenta: una fuerte tendencia a la elevación del consumo, en el marco de un igualmente importante estancamiento industrial, lo que condujo al repunte de la inflación (que para noviembre de 1990 alcanzó el 10.9 por ciento) y a un déficit histórico en la balanza comercial a partir de 1983, que a su vez repercutió sobre un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos (en 1986 fue de 0.2 billones de Libras y desde entonces ha aumentado hasta alcanzar un estimado de 15.5 billones. A partir de entonces, la economía británica ha dependido de diversos factores para evitar un efecto negativo ulterior sobre la balanza de pagos: la inversión de capitales extranjeros —atraídos por la elevación del tipo de cambio y las tasas de interés; los ingresos petroleros del Mar del Norte; los ingresos de “invisibles” por concepto de la inversión británica en el exterior; y, por supuesto, los ingresos provenientes de la venta de empresas estatales.
Esta dependencia externa de la Gran Bretaña no sólo hizo vulnerable la economía con relación a su participación en el comercio mundial, sino que también hizo de la política monetaria (tasas de interés y tipo de cambio) el problema central del gobierno conservador. Es bien sabida la importancia de la City como centro financiero a nivel internacional, fenómeno acentuado con la desregulación financiera por parte de Thatcher, pero en el contexto de la inflación, los déficits comerciales actuales y la limitada capacidad de oferta de la planta industrial, resultaba esencial para el gobierno la facultad independiente de fijar los niveles del tipo de cambio y la tasa de interés en concordancia con sus necesidades de capital del exterior. Una gran ironía del gobierno de Thatcher la constituyó su adhesión a los principios del libre mercado y, a la vez, la exigencia de actuar con total soberanía e independencia frente a la decisión europea de integrarse en el esquema de un mercado común supranacional precedido, como todo parece indicar, por una unión monetaria basada en la aceptación de una moneda europea única y, por tanto, en la determinación de la política monetaria y fiscal al margen de consideraciones políticas nacionales. La imposibilidad de conciliar satisfactoriamente ambas problemáticas en el ámbito externo fue una de las causas que llevaron finalmente al descrédito y caída de Margaret Thatcher.
La segunda paradoja del thatcherismo, se refiere al efecto de su política fiscal y de concentración del ingreso. Habiendo sido diseñada, desde el lado de la oferta, para impulsar el ingreso, el ahorro y la inversión de los sectores medios y altos de la población, en los hechos se limitó a incrementar el consumo con los inconvenientes ya señalados sobre la balanza comercial. Más aún, al establecer dentro de la sociedad británica un esquema de tributación personal tan inequitativo e impopular como el Poli Tax, el Estado trasladó el conflicto con los desempleados, los jóvenes, los pensionados y los menos favorecidos en su totalidad, hacia una dimensión nacional que creía haber superado con el debilitamiento del movimiento sindical. Y así, el mercado que debería llevar a la reforma y a la modernización de la sociedad británica generó el escenario, nacional e internacional, en donde encontró su finalización la experiencia neoliberal del thatcherismo”.
(*) Guillermo Farfán (Profesor adscrito a la Coordinación de Ciencia Política, FCPyS-UNAM): “Las lecciones del neoliberalismo británico” (Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales).
01/10/2024 a las 8:41 AM
No hace falta quemar tantas neuronas para saber hacia donde van los tiros.
01/10/2024 a las 11:53 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Un rugido contra la casta, con la casta al lado
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
30/9/024
Volvió a las fuentes. A esas que lo llevaron más lejos de lo que nunca imaginó. Ni dice haberse propuesto. Volvió recargado, pero desde otro lugar. Javier Milei sigue presentándose como el ariete contra el poder establecido, aunque desde el poder. Volvió el proselitismo y la identificación del enemigo, como enseñan los manuales clásicos del marketing político.
Ante los argentinos y aquellos que en el mundo se detienen a observarlo, regresó el outsider de la política en sus tonos más altos. Desde la retórica. Mientras tanto, en los hechos, se impuso el Presidente pragmático y hasta flexible en algunos límites.
En busca de cohesionar a sus seguidores en un momento complejo de su gestión, en la que el apoyo público muestra las primeras fisuras y asoman nuevos desafíos, el león rugió contra la casta. Como en sus mejores tiempos. Ahora con amplificadores más potentes y hasta escenarios internacionales de más jerarquía y alcance.
Sin embargo, la reposición en escena del líder carismático con todos sus atributos no invisibilizó vínculos, acuerdos y pactos cerrados en las últimas semanas con expresiones del establishment más rancio. Un rugido contra la casta, con la casta al lado.
El acto de Parque Lezama de lanzamiento del partido mileísta no pudo expresar mejor esa ambigüedad (o esas inconsistencias). Los fanáticos enfervorizados que militan la cruzada libertaria desde hace años (algunos antes de que se encarnara en Milei) convivieron con los nuevos adherentes llegados en (los tan denostados) ómnibus contratados para que los trasladaran desde la periferia.
En el anfiteatro mayor, la grey escuchó no solo el credo libertario, con las demonizaciones de rigor a los infieles. La misa mileísta se completó con una interpelante arenga furiosa del líder-Presidente, en la que instó a insultar a los herejes, en cuya primera fila se incluyó a periodistas y empresarios de medios de comunicación y dirigentes políticos. A diferencia de casos precedentes, la curiosidad actual es que algunos de ellos están más cerca de las ideas nucleares del oficialismo que de las de los principales espacios opositores.
Para más singularidades, los señalados son denostados por denunciar claudicaciones del ideario liberal. Como el acuerdo con la CGT para no avanzar hacia la democracia sindical, las concesiones a intereses corporativos, la nominación del cuestionado juez Ariel Lijo para integrar la Corte, la falta de transparencia de algunas relaciones o el avance contra derechos fundamentales, como la libertad de expresión y de prensa. Enemigos.
La novedosa aparición de Karina Milei en escena, esta vez con sonido, no fue la única novedad del acto partidario. Y tampoco la más llamativa.
El número de asistentes, bastante menos multitudinario que el previsto, así como la poco original organización del acto, compiten a la hora de la evaluación con la primera alocución pública de “El jefe”, en la que se reflejó su falta de experiencia en la materia. Para algunos observadores cercanos al oficialismo, pero que no pierden el espíritu crítico, “fue menos una demostración de poder que una exhibición de precariedades”. El vínculo emocional y la expectativa de una mejora en la economía siguen siendo el Sustento principal del Gobierno, pero lejos está de haberse consolidado.
Sí quedó claro, además del carácter de empresa familiar del emprendimiento político, que el armado partidario electoral está en las manos de la hermanísima y que su candidatura suena cada vez más probable.
Pero la construcción, después del proceso de destrucción de lo que había, no asoma sencilla. Los ruidos con aliados e inclusive con algunos de los propios son cada vez más sonoros. En la Casa Rosada los relativizan como parte de la “crisis de crecimiento”. La cuestión es que en ese proceso ya no toda la casta “tiene miedo”. Es más, algunos tienen motivos para celebrar.
El llamado a cerrar filas ante las supuestas amenazas de los enemigos externos “que no solo van contra Javier, sino contra todos ustedes”, como le dijo la secretaria general de la Presidencia a la militancia, encuentra algunos problemas intestinos.
LA INTERNA INCANDESCENTE
Las disputas internas por el poder (y otras efectividades conducentes) están en uno de los puntos más altos desde la llegada de Milei al gobierno.
La salida del exministro de Salud Mario Russo y su reemplazo por Mario Lugones, padre del (ex)socio de Santiago Caputo, implica más que un avance del gurú presidencial.
Fue otro golpe que recibieron dos de los funcionarios de relación personal más antigua y más cercana con Milei, como son el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Ambos hasta ahora han perdido casi todas las discusiones que tuvieron con el asesor estrella o terminaron, a su pesar, ubicados en el bando perdedor.
Ninguno de los dos asoma dispuesto a dar un paso al costado, aunque día a día su tarea se les torna más compleja cuando, además de atender los muchos problemas inherentes a sus áreas, tienen que mirar en 360 grados para evitar rayones, embates que los saquen de su carril o que les amputen algún miembro.
Francos es un caso testigo. Ha sido en las últimas semanas uno de los que más ha padecido desautorizaciones en público. Para peor, vienen subiendo el volumen las voces que dicen que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (cada vez más cerca del Presidente y su influyente hermana), se ofrece para llenar un eventual vacío en la jefatura de ministros. Aunque esta lo niega. Las caricias discursivas de Milei a su jefe de Gabinete apenas mitigan el desgaste y el cansancio, inocultables
Como siempre, en estos conflictos no solo aparecen diferencias políticas o disputas de poder como causantes de las disputas. También emergen algunas razones menos edificantes.
Las versiones sobre acciones y vínculos poco transparentes no provienen de opositores políticos o dirigentes sectoriales afectados, sino de las entrañas del Gobierno. Algunos de ellos dicen haberlo hablado con el Presidente. Sin ningún éxito cuando se trata de hechos que llevarían a Caputo, el asesor. Similitudes con el inicial (y reverenciado) menemismo. Aunque con menos soportes político-institucionales.
En ese plano amplifica todo la formalización de Lugones al frente del Ministerio de Salud, que hasta ahora, desde las sombras, como el amigo de su hijo, oficiaba de ministro de facto y de nexo con todos los actores de ese sector tan sensible que moviliza descomunales recurso. Su agenda personal rebosa contactos de gremialistas y dueños, ejecutivos o lobistas de clínicas y laboratorios nacionales y extranjeros. Normal para alguien que se ha desempeñado durante décadas como empresario de la salud más que como médico.
“Para nosotros no cambió nada. Lugones era nuestro interlocutor”, afirma el directivo de una importante cámara extranjera de comercio con fuerte interacción en el sector. Lo mismo dicen farmacéuticos, distribuidores de remedios y dirigentes sindicales. En definitiva, su designación es otro “principio de revelación”.
La diferencia es que el mandamás de la Fundación Sanatorio Güemes, estrechamente ligado al dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia y al sindicalista Luis Barrionuevo (castas de castas), queda ahora sometido a las obligaciones y responsabilidades de todo funcionario público. Deberá poner su cara y su firma.
Nosiglia podría contarle lo que significa ese cambio. Después de años tras bambalinas, el radical debió asumir como ministro del Interior en el ocaso del gobierno de Raúl Alfonsín. Aún Caputo no lo experimentó, pero, por las dudas, podría serle de utilidad compartir esas sesiones de coaching con el ministro que acaba de entronizar.
El gurú compone con la hermana presidencial no solo el triángulo de hierro del poder sino que comparte el cerrojo que algunos actores, internos y externos, creen ver alrededor de Milei.
El último viaje del Presidente a los Estados Unidos dejó a varios inversores y directivos de empresas insatisfechos, no solo por la falta de precisiones sobre cuestiones clave de la política económica.
También les generaron suspicacias las barreras para llegar a Milei que encontraron algunas importantes personas del mundo de los negocios interesadas en la Argentina. El embajador en Washington, Gerardo Werthein, se llevó casi todos los reclamos. Werthein es uno de los tres empresarios que integra el estrecho círculo de relaciones de Karina Milei y que se sumaron al Gobierno en distintas funciones.
La díada Caputo-Karina y sus acciones no solo hacen ruido puertas adentro del oficialismo, sino también entre los no oficialistas cooperativos, como el macrismo.
LAMENTOS MACRISTAS
“Cada vez hay más concesiones a radicales, como Nosiglia o Alfredo Cornejo, y a sectores del peronismo, como los gordos de la CGT y algunos gobernadores, mientras nos maltratan a nosotros y dirigen dardos contra Mauricio que quiere colaborar”, dice un estrecho consejero del expresidente Macri.
El armado político de La Libertad Avanza (LLA) en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires es otra fuente de interferencias. Ahí otra vez asoman los nombres de Santiago y Karina, a los que se suma el operador Sebastián Pareja.
“A varios dirigentes nuestros con buen arraigo territorial les pidieron aportes más concretos que los votos o los corrieron para poner a algunos propios con otro capital”, se queja un dirigente bonaerense macrista.
La queja y el desconcierto empiezan a dejar paso a un movimiento cuyo desenlace es demasiado incierto. “No es momento de hablar, salvo cuando hay que fijar posiciones o porque nos operan en público, como hizo Patricia hace poco respecto de la coparticipación de la ciudad y Mauricio la acusó de mentir por X. Él va a mirar hacia adentro sin engancharse, buscar buenos candidatos y trabajar en el armado político. Después veremos”, dice uno de los colaboradores de Macri.
La posible sanción de la boleta única papel aportaría un elemento más de transformación de la realidad electoral. El peso de las personas por sobre las listas partidarias será más determinante,
Por eso, los macristas no son los únicos que empiezan a moverse sin esperar que decante la realidad y se defina mejor el escenario. En medio de la crisis, la economía sigue sin dar respuestas como ordenador crucial. Y el tiempo corre.
Los demás espacios, fuera del convulsionado círculo cerrado del kirchnerismo, se ven atravesados por conversaciones de lo más variadas. Y en ese segmento uno de los que empieza a hacer ruido es el radical Facundo Manes, con conversaciones con un espectro de dirigentes políticos y sectoriales y cuadros técnicos que exceden las fronteras de su partido, donde sus rivales buscan encorsetarlo en el mote de filokirchnerista, a pesar de su rechazo a esa nominación.
Por debajo de la superficie hay mucha más actividad política que la que hegemoniza en público el oficialismo, pero sin encontrar la grieta por donde ascender. En lo inmediato buscan asociarse a causas o acontecimientos que puedan tener algún arraigo popular.
La marcha universitaria de este miércoles será el escenario donde esa disputa tendrá lugar. Nadie tiene certezas al respecto. El antecedente multitudinario de abril preocupa al Gobierno. Los problemas que sufren muchos argentinos, más acuciantes que el presupuesto universitario, inquietan, paradójicamente, a los convocantes a la manifestación. Una lucha de urgencias.
No es extraño que el león haya vuelto a rugir contra la casta, aunque lo haga con buena parte de la casta a su lado.
01/10/2024 a las 11:56 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Qué hay detrás del abrazo de Milei a China
Javier Lewkowicz
Página/12
1 de octubre de 2024
El nuevo giro en el aire del presidente Javier Milei para apoyar abiertamente a China luego de haberla defenestrado públicamente es la frutilla del postre de una larga lista de gestos y acciones de acercamiento entre la administración libertaria y Beijing. Por detrás del abrazo a China está la ausencia de nuevas inversiones y de financiamiento de parte del «mundo democrático», como le gusta decir al mandatario, sumado al hecho obvio de que Argentina tiene ya una fuerte dependencia de corte estructural respecto del gigante asiático. «Yo no haría negocios con China. Yo no vendo mi moral ni hago pactos con comunistas», dijo el Presidente en una entrevista. El concepto, con leves modificaciones, fue repetido varias veces. Pero ahora la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, viajará en noviembre a ese país para participar de una feria de negocios y negociar temas vinculados al swap, las represas y la ampliación del parque solar Cauchari, en Jujuy. Y el propio Javier Milei hará lo propio, según adelantó, en enero para participar nada más y nada menos que de la cumbre de la Celac en Beijing, un agrupamiento que en cualquier otro momento el Presidente podría haber tildado de una «manga de soretes», o tal vez algo mucho peor.
El domingo, Milei le dijo a Susana Giménez que “China es un socio comercial muy interesante porque ellos no exigen nada. Lo único que piden es que no los molesten”. Hace un año, el Milei candidato decía: «No solo no voy a hacer negocios con China. No voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy defensor de la libertad, la paz y la democracia. Los chinos no entran ahí, Putin no entra ahí».
Real politik
Desde la campaña electoral hasta esta parte, Milei tuvo muchos más gestos retóricos de enemistad hacia China que actos concretos de gobierno en esa dirección. En el comienzo de su gestión, el gobierno libertario anunciaba la renuncia a sumarse al grupo de economías emergentes BRICS, bloque del que China es miembro junto con Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, justificando que los nuevos ejes de política exterior diferían de los del anterior gobierno de Alberto Fernández. También en los albores de la administración libertaria, se dieron señales de cierta ambigüedad respecto de la relación con Taiwán, que es una línea roja para la China continental.
Pero lo cierto es que fuentes con conocimiento de la relación con China vienen advirtiendo desde hace varios meses que el gobierno libertario trata de aceitar el vínculo con Beijing. El disparador fue la necesidad de renovar el swap de monedas, que exigía en junio un pago de 5 mil millones de dólares de parte del Banco Central, algo que hubiera hecho explotar por el aire el programa económico de Milei.
La canciller Diana Mondino viajó a finales de abril a Beijing acompañada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. En junio, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el entendimiento, que contempló evitar devolver el tramo utilizado por el gobierno anterior y además una extensión del plazo para el pago de intereses hasta junio del año próximo. No fue un impedimento las declaraciones de Mondino acerca de que «son chinos, son todos iguales”, en relación a la supuesta actividad militar en la base espacial de Neuquén.
Mangueo
En enero, Milei republicaba en en la red social X: “La izquierda quiere para vos: el salario de Cuba, la Libertad de Corea del Norte, la justicia de China y la abundancia de Venezuela”. La semana pasada, Milei celebró que “tuvimos una reunión con el embajador –de China– y al otro día nos destrabaron el swap”, y anticipó que viajará a Beijing en enero para la cumbre de la Celac. Ante la sugerencia de Giménez sobre pedir un «taxi aéreo», Milei dijo: Total, si voy de mangueo, mangueo más.
Ernesto Fernández Taboada, Director Ejecutivo del Consejo Argentino Chino, referente a la hora de analizar la relación bilateral, comentó a Página/12 que «celebramos que se reconozca que China como un aliado importante en cuanto a tecnología, inversiones y comercio. En el país hay unas 75 empresas chinas que están trabajando en diferentes ámbitos y creemos que pueden venir más en función de que las relaciones políticas sean sostenidas y amigables. Quizás anteriormente hubo algún apresuramiento en las declaraciones. Estamos seguros de que las autoridades han recapacitado y se han dado cuenta de lo valioso que es tener una buena relación con China».
Lo cierto es que por detrás del acercamiento a China hay una fuerte necesidad de obtener divisas que el gigante asiático provee por el lado comercial y en las inversiones, dado que el «mundo democrático», como le gusta(ba) decir a Milei, hasta ahora no le ha ofrecido al gobierno los dólares necesarios para profundizar su plan.
Entre las inversiones de China en el país se destacan las represas hidroeléctricas del sur y el Belgrano Cargas, proyectos de infraestructura acordados país-país que están parados a la espera de que políticamente haya un puntapié.
En el caso de las represas, se calcula que la central Cepernic cuenta con un grado de avance del 41 por ciento, mientras que en la presa Kirchner sería del 20 por ciento. Ya habría cerca de 2500 millones de dólares invertidos. Por ahora, las obras están paralizadas. En tanto, la modernización del Belgrano Cargas, con fondos chinos, está contemplada en el Presupuesto 2025.
China también cuenta con fuertes proyectos de inversión en el sector del litio y minería, entre otros sectores, y ahora podría sumarse la instalación de una fábrica automotriz en Córdoba, según dijo el embajador Wang Wei. Asimismo, China es el segundo mayor socio comercial de Argentina, detrás de Brasil.
01/10/2024 a las 12:02 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Blindaje express para su señoría
Irina Hauser
Página/12
1 de octubre de 2024
El juez de la Cámara de Casación Penal Federal Gustavo Hornos, ya recibió protección en Comodoro Py frente a la denuncia por violencia de género que presentó su expareja en su contra, que fue rápidamente archivada por determinación del fiscal Guillermo Marijuán. Pero no ocurrió lo mismo –al menos por ahora– en el Consejo de la Magistratura, organismo que fue notificado por el propio tribunal acerca de la acusación y que abrió una denuncia que tramita en la Comisión de Acusación. Esta última es la que evalúa la posibilidad de abrir juicio político a jueces y juezas y uno de sus integrantes es el instructor de la pesquisa. En este caso le tocó al senador radical Eduardo Vischi, quien todavía no pidió medidas o presentó pruebas. Pero es posible que si él no avanza lo hagan otros consejeros/as.
UN TEMA DE CONDUCTA
La investigación en el Consejo no está sujeta a la determinación de un delito sino a evaluar la conducta del magistrado y sus implicancias. En este caso ocurrió algo sin precedentes: como evaluaron que podía quedar «comprometido» el funcionamiento de la Cámara, todos los colegas de Hornos, con excepción de Carlos Mahiques, votaron en un plenario notificarle al organismo la existencia de una denuncia ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, otra en el fuero civil –donde una jueza estableció una restricción de acercamiento de Hornos a la víctima– y otra penal. Esta última primero pasó por el fuero ordinario pero terminó en Comodoro Py, ya que el juez de instrucción Alfredo Godoy sostuvo que no estaban en juego solo delitos «que no son exclusivamente de la vida privada» sino que el camarista habría invocado su cargo para amenazar a su expareja, disuadirla de denunciarlo, y advertirle que mientras él tiene poder ella carece de garantías.
En el Consejo, inmediatamente a la notificación de Casación se le dio forma de denuncia. Luego la llamada «comisión de giro» debía decidir si se trataba de un tema disciplinario o podría llevar a una acusación y la apertura de un proceso de remoción. Entre los presidentes de las comisiones, Héctor Recalde (Disciplina) y Miguel Piedecasas (Acusación) no hubo acuerdo, y desempató el consejero y diputado Rodolfo Tailhade. Luego se sorteó el instructor o «informante», y le tocó al senador radical Vischi. No está muy claro hacia donde va Vischi, pero es cantado que habrá consejeros/as que impulsarán pruebas. La próxima reunión de Acusación es el 9 de octubre.
LA DENUNCIA ORIGINAL
La denuncia de la víctima, una psicóloga de 47 años que había estado en pareja con Hornos, a quien conoció en 2015, fue presentada ante la OVD. Allí la mujer describió presuntas situaciones de abuso sexual, maltrato físico y psicológico, además de posibles amenazas y acciones basadas en el poder del camarista por el cargo que ostenta desde 1995, cuando lo nombró Carlos Menem. El juez fue intimado a cesar en su actos de intimidación y se le impidió acercarse a ella a un radio inferior a 200 metros. Se le prohibió todo tipo de contacto. Esto fue a partir de la intervención de la jueza Paula Marinkovic. La expareja de Hornos relató seis hechos de violencia concretos, pero no promovió una causa penal e incluso cuando le preguntaron dijo que no quería hacerlo. Es más, dijo tenía temor de hacerlo por las advertencias que le hacía Hornos.
Pese a eso, y por algunos puntos de su relato, se le dio intervención al fuero penal. «Yo soy juez, tengo mucho más poder que vos», es una frase que ella le adjudicó al camarista y que se reproduce en la declaración de incompetencia del juez Godoy. También le habría dicho: «Yo hago lo que quieras, pero retirame la denuncia. Soy juez, soy más grande, tengo más recursos que vos» y «tu voz está grabada en Casación».La denunciante sostuvo que el juez le habría mandado, además, «un mafioso que trabaja en operaciones de inteligencia” que le habría advertido que no fuera a la OVD, diciéndole que la iban «a filmar» y la iban «a enterrar».
El juez Godoy dijo que el tema debía ser investigado en Comodoro Py debido al presunto «el aprovechamiento por parte del imputado, de su calidad de Magistrado de la Nación, tanto para posicionarse en una situación de superioridad respecto de ella en el contexto de las amenazas que le habría proferido, como del acceso a las herramientas del estado y la utilización en su favor personal, en tanto habría presuntamente enviado a personal de operaciones de inteligencia a vigilar y amenazar a la denunciante; todo lo cual le habría otorgado un mayor poder vulnerante a sus alocuciones». Seguía la línea del fiscal Adrián Peres, quien evaluó que las acciones adjudicadas a Hornos «no son exclusivamente de la esfera de la vida privada del Magistrado, sino que comprometerían su desempeño como funcionario de la Cámara Federal de Casación Penal, por lo que se podría haber visto entorpecido el legítimo ejercicio de sus funciones, afectado el buen funcionamiento de un servicio federal y causado un detrimento en el patrimonio de la Nación».
En los tribunales de Retiro la causa le tocó al juzgado federal 8, de Marcelo Martínez de Giorgi –quien está de licencia y es subrogado por Sebastián Ramos–, y al fiscal Marijuán. Para que la causa avance debe tener impulso de la fiscalía. Marijuán se enfocó en obtener la declaración de la víctima. La mujer, dijo que ella todo lo que tenía para decir lo había dicho en la OVD, que ella buscaba protección, y que en esa dependencia también había aclarado que no quería impulsar una causa penal. Marijuán calificó parte del relato de la expareja de Hornos y dijo que tenía algunas «incongruencias e inconsistencias» pero aclaró que más allá de eso no encontró «elementos que permitan avanzar en la pesquisa si, fundamentalmente aquellas imprecisiones, no se suma un relato bajo juramento y pormenorizado de la cuestión, que precise los sucesos y aporte la posibilidad de clarificar y reconstruir lo que se dice que ha acontecido».
«Todo indica que la solicitud de archivo efectuada porel representante del MInisterio público fiscal luce acertada y que se presenta como la mejor solución al caso», refrendó el juez Ramos para quien se necesita «inexorablemente la iniciativa de la víctima, de la que se carece en el caso». Así las cosas, manda la causa al archivo. De la resolución del juez Godoy y el dictamen del fiscal Peres, surge otro razonamiento completamente distinto: ellos plantean que hay delitos que no son de acción privada sino pública que surgen del relato de la mujer. En este segundo caso, donde está en juego la función como camarista de Hornos, no se requiere el impulso de la víctima e incluso se podrían producir medidas investigativas que no necesariamente la incluyan. Hay quienes ven llamativo que Marijuán y Ramos hayan invocado la falta de impulso de la víctima para los delitos de la esfera privada, para cerrar la causa en lo que atañe a delitos de acción pública, que pueden poner en juego el buen funcionamiento del sistema de justicia.
HORNOS Y CFK
Hornos es uno de los integrantes de la sala de Casación que tiene a cargo la revisión de la condena de la causa «Vialidad» contra Cristina Fernández de Kirchner y otras personas. Este fin de semana varios medios anunciaron en tándem que la condena a seis años de cárcel será confirmada, con algunas diferencias internas entre los jueces: los otros dos son Diego Barroetaveña y Mariano Borinsky. Hornos es el que, según estas versiones mediáticas, quiere aplicarle la figura de asociación ilícita y agravar la pena. La expresidenta había recusado a Hornos: primero por sus visitas a Mauricio Macri durante su gobierno, cuando es claro que el exmandatario tenía interés en todas las causas contra ella que estaban en Casación y duda de su imparcialidad; recientemente sumó la denuncia por violencia de género, algo que –sostiene– muestra que no es alguien que pueda tener perspectiva de género para analizar la acusación en su contra. Los colegas de Hornos rechazaron la recusación sin convocar a la defensa, a cargo de Carlos Beraldi. Por todo esto CFK presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema.
01/10/2024 a las 12:11 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El mundo según Milei
Ricardo Aronskind
El Cohete a la Luna
30/9/024
Otro nuevo episodio de show mediático, extremismo ideológico y violación del principio de realidad protagonizó Javier Milei, esta semana, en las Naciones Unidas.
Su mensaje contiene párrafos de interés, no sólo para el análisis del discurso de la extrema derecha autoritaria global, sino para visualizar para dónde se orientan las corporaciones multinacionales más ultras, que hablan a través de su vistoso vocero argentino.
“Vengo aquí a decirle al mundo (…), lo que va a ocurrir si las Naciones Unidas continúan promoviendo las políticas colectivistas, que vienen promoviendo bajo el mandato de la agenda 2030”, fue una de las primeras frases altisonantes proferidas por Milei.
Es conocido, en el mundo de la diplomacia internacional, que todo secretario general de Naciones Unidas, para poder serlo, debe contar necesariamente con el visto bueno de los Estados Unidos. Para el extremista que ocupa la presidencia argentina, el organismo internacional, de la mano de la primera potencia del planeta, estaría promoviendo una agenda ¡colectivista!
Según Milei, “esta organización (la ONU) dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar. (…) Se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos, que pretende decidir no sólo qué debe hacer cada Estado-Nación, sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo. El modelo de Naciones Unidas, (…) que se fundaba en la cooperación de los Estados nación, ha sido abandonado; ha sido reemplazado por un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales, que pretenden imponerles a los ciudadanos del mundo un modo de vida determinado”. Vale la pena recordar que la famosa Agenda 2030 es un conjunto de buenas intenciones, que incluyen leves mejoras sociales distributivas, una mayor atención al cuidado de la biosfera, la mitigación de las brutales desigualdades internacionales y la preservación de ciertos derechos civiles individuales y colectivos.
De hecho, las propias Naciones Unidas han aceptado el fracaso en el cumplimiento de la Agenda, por lo cual se cambió la fecha para cumplir los objetivos hasta 2045. Para la derecha paranoica mundial, toda meta que incluya un mundo más armonioso y seguro, constituye una amenaza. Por esa razón crean el espantajo de un “gobierno mundial” —que no puede existir en un organismo sin capacidad de aplicar coerción efectiva alguna— que estaría empeñado en promover una agenda izquierdista.
“La Agenda 2030, aunque bien intencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional, de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados nación y violentan el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas”.
Primero que los problemas que se pretenden moderar —y no solucionar— no son los de la modernidad, sino los del capitalismo realmente existente. Y segundo, que no se trata del Komintern, ni de la Cuarta Internacional, sino que sería la mismísima ONU —sugiere Milei— la que estaría llevando a las masas del mundo al socialismo sin que se den cuenta. Pocos en el mundo estarían advirtiendo el rumbo secreto de las cosas.
“Hemos visto cómo una organización que nació para defender los derechos del hombre ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad, como —por ejemplo— con las cuarentenas a nivel global durante el año 2020, que deberían ser consideradas un delito de lesa humanidad”. Si quedaban dudas sobre el impacto mundial de la pandemia de COVID-19 sobre la salud mental de la población, aquí tienen a un Presidente producto directo de esa desgracia sanitaria. La vacuna, la medicina y la ciencia misma son discutidas en nombre de la “libertad”. No es un futuro de mayor libertad, sino el oscurantismo más irracional el que asoma en esta afirmación.
Usando remanidos clichés anticomunistas, Milei atacó a Cuba, a Venezuela, a los países islámicos y volvió a reiterar la cantinela de que “(el) Estado de Israel, que es el único país de Medio Oriente, que defiende la democracia liberal”, afirmación que choca de frente con la situación de virtual apartheid en los territorios ocupados de Cisjordania.
Con estos ítems, el libertario escenificó su alineamiento completo con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en su versión Guerra Fría II. Si fuera fiel a su forma de pensar, debería cerrar la Cancillería de la Nación por innecesaria, ahorrar esa plata para pagar más deuda externa o bajarle más los impuestos a los ricos, y utilizar algún troll ya rentado en la Casa Rosada para copiar y pegar los documentos oficiales estadounidenses en los discursos presidenciales mileístas.
“En el plano económico, se han promovido políticas colectivistas que atentan contra el crecimiento económico, (…) llegando a impedirle a los países más postergados del mundo gozar libremente de sus propios recursos para salir adelante. Regulaciones y prohibiciones impulsadas precisamente por los países que se desarrollaron, gracias a hacer lo mismo que hoy condenan”. Enternece la alusión emocionada al gobierno de su amigo y antecesor Bolsonaro, ex Presidente de Brasil, quien alentaba la quema del Amazonas para mayor gloria del agro-negocio local, suscitando, razonablemente, la preocupación del resto del planeta por uno de sus principales pulmones de oxígeno. Es evidente la reivindicación mileísta del derecho a la destrucción libre de la biosfera por parte de los grandes intereses empresarios, sin importar las consecuencias posteriores sobre el futuro de la humanidad. Money über alles.
Su novedoso antiimperialismo se profundiza en ese terreno: “Tampoco ha ayudado el tutelaje del Foro Económico Mundial, donde se promueven políticas ridículas con anteojeras maltusianas —como las políticas de “Emisión Cero”— que dañan, sobre todo, a los países pobres”. Aquí Milei se mete con un problema mundial real, que es cómo evitamos que el planeta se autodestruya al destruir la biosfera, pero cómo logramos que los países y las poblaciones más desamparadas pueden mejorar sus niveles de vida. Este problema complejo, pero resoluble, es usado por Milei como tapadera para reivindicar el derecho del capital de los países centrales a depredar los recursos naturales de la periferia en nombre del “derecho de los pueblos” al crecimiento. Que es exactamente lo que se condensa en el caso del RIGI en la Argentina.
“Tampoco la organización ha cumplido satisfactoriamente su misión de defender la soberanía territorial de sus integrantes, como sabemos los argentinos de primera mano, en la relación con las Islas Malvinas”. El fraseo de este párrafo es más que sugestivo, ya que no dice que las Malvinas son argentinas, ni que están siendo usurpadas por el Reino Unido —uno de los bastiones del “mundo libre” en el que vive Milei—, ni reclama el cese de la ocupación territorial.
Nuevamente aparece en otro párrafo la agenda estadounidense: “Así estamos hoy, con una organización impotente en brindar soluciones a los verdaderos conflictos globales, como ha sido la aberrante invasión rusa a Ucrania, que ya le ha costado la vida a más de 300.000 personas, dejando un tendal de más de un millón de heridos en el proceso”.
Hacia el final de la alocución, Milei declaró: “A partir de este día, sepan que la República Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó y va a estar a la vanguardia de la lucha en defensa de la libertad”. La filosofía diplomática menemista no murió,y vive en Milei
A pesar de que destacados analistas conservadores han admitido la inutilidad de la ya ensayada política de las “relaciones carnales” de los ‘90 para obtener logros económicos concretos (inversiones, préstamos, ayudas) para la Argentina, su admirador vuelve a ofrecer al país como ayudante de las intervenciones internacionales de los Estados Unidos y la OTAN, embanderándonos en la siempre sospechosa y arbitraria “defensa de la libertad”.
Lamentablemente, la actual postración del sistema político argentino hace que no reaccione frente a un posicionamiento internacional peligrosísimo, aventurero y que reniega de tradiciones largamente seguidas por la Argentina, a través de gobiernos de muy diferente signo político. Si finalmente tropas argentinas tuvieran que participar y morir en algún frente en otro continente, por situaciones completamente ajenas a los intereses nacionales argentinos, serán todos los políticos que no se opusieron con firmeza a este desvarío los responsables de esas muertes.
Finalmente resulta graciosa la disposición a salir a luchar en “defensa de la libertad” por el mundo, cuando en la Argentina las tendencias autoritarias y liberticidas del gobierno que él mismo encabeza comienzan a ser visualizadas con total claridad.
¿A QUIÉN REPRESENTA MILEI?
Milei habla de la libertad de los individuos. Pero, bajo el régimen de gobierno que él aplica, las libertades concretas pasan a ser abstracciones, vaciadas por la inexistencia de recursos para ejercerlas. De machacar las libertades políticas se ocupa Patricia Bullrich y la judicatura derechista, como se viene viendo en las recientes manifestaciones.
En realidad, a través de Milei habla la libertad de las corporaciones, que hoy se animan a rebelarse contra los principios más elementales de convivencia humana, despreocupadas y olvidadas del “peligro comunista”.
Milei expresa la pulsión más extrema y antisocial del capital, que podría sintetizarse así: “No queremos límites (Estado, jueces), no queremos regulaciones (leyes, sanciones), no admitimos los intereses de otros actores (contrato social). Somos sólo nosotros y nuestros deseos más profundos, sin ataduras. A eso llamamos libertad”.
Entender esto es entender el programa de este gobierno, el hilo conductor de la gestión que convierte en una tortura diaria la vida de millones de argentinxs.
No tiene sentido, y es una pérdida de tiempo, enredarnos con la teología liberal o libertaria que habla de principios y aspiraciones del siglo XVIII, época en que los soberanos tenían control efectivo sobre el sector privado.
Hoy los estados capitalistas, incluso los Estados Unidos, tienen un grado de sujeción enorme al mundo empresario y financiero. Para los países de la periferia, la situación es aún más grave, porque los Estados tienen que sostener su autoridad no sólo frente a las grandes empresas locales, sino frente a empresas globales enormes, defendidas por los gobiernos de los países más poderosos, y respaldadas además por un entramado institucional global construido en función de los intereses de los “líderes del mundo libre”.
LA DERECHA ARGENTINA Y UN TEMA «PASADO DE MODA»: LA SOBERANÍA
Por supuesto que en materia de soberanía nacional, no es creíble ninguna afirmación de Milei ni de Macri, simplemente porque no creen en ella. Corporizan perfectamente una generación de políticos periféricos latinoamericanos, característicos de esta época globalizada, que toman como un hecho irreversible la dominación y el control de los grandes países sobre los Estados más débiles. Y ahora se incorporaron más explícitamente las grandes empresas globales y los grandes fondos de inversión, a la lista de poderes a los cuales subordinarse. El grotesco anti imperialismo de Milei, inventando una conspiración de burócratas mundiales woke, que impiden que los hombres de bien —los hiper millonarios globales— inviertan donde y como se les cante, es una nueva estafa ideológica más de las tantas que ya ha perpetrado.
La alusión de Milei a Malvinas en la ONU fue sólo una concesión discursiva formal, para no dejar en evidencia el acendrado cipayismo que lo habita, y que se puede observar en múltiples declaraciones, actitudes personales y medidas que se están adoptando para socavar la soberanía nacional real. El ataque al sistema científico-tecnológico, el intento de destruir Aerolíneas, las compras de armamento según las necesidades de Estados Unidos, los acuerdos militares para hacer de comparsa a los estadounidesnses, el ataque a todo atisbo de patriotismo real, son formas de ir acondicionando este territorio llamado la Argentina para su completa disolución en una red de cadenas de negocios globalizados.
Resulta necesario que se elabore un pensamiento alternativo con relación a estas cuestiones que pueda dar cuenta de las características actuales del capitalismo mundial, de las formas de producción y apropiación de la riqueza, del impacto de las tecnologías en la subjetividad y la cultura, para redefinir que es hoy el ejercicio de la soberanía en la periferia latinoamericana.
LA MARCHA FEDERAL POR LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
El gobierno persiste en desfinanciar la educación pública. Así está plasmado en el Proyecto de Presupuesto para el año próximo, cuyas partidas garantizan la virtual paralización de la actividad académica.
Por consiguiente, todo el arco universitario ha convocado a una nueva gran marcha para hacer saber su apoyo a la Ley de Financiamiento Universitario y su rechazo a cualquier veto presidencial. En estos días, desde el Ejecutivo se habló también de la posibilidad del arancelamiento de las casas de estudio públicas.
Pensamos que las universidades nacionales deben ampliar su horizonte de análisis y su comprensión en dos dimensiones fundamentales:
1) Las universidades no están peleando sólo por sus propios “intereses”. Las universidades, aun sin tenerlo claro, están defendiendo un perfil de la Argentina más desarrollada, socialmente integrada, inclusiva, y no un país bananero como el que pretende imponer la elite económica argentina a través de Milei y sus aliados.
2) La discrepancia con el gobierno nacional por los fondos para financiarse, excede el tema del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. La discrepancia profunda es sobre los criterios del Ejecutivo con relación a las prioridades nacionales, y específicamente en relación con el criterio de “déficit 0” anunciado por Milei.
Es central comprender que, en función del pago de los compromisos externos, el Ejecutivo estaría dispuesto a cortar cualquier partida presupuestaria que pueda distraer recursos reclamados por los acreedores externos. En las actuales circunstancias, puede ser que se logre eludir el veto presidencial a la Ley votada en el Parlamento.
Sin embargo, en virtud del “cepo presupuestario” anunciado al presentar el Proyecto ante las cámaras del Congreso, el Ejecutivo podría recortar lo que se logró legislar parlamentariamente. Es el juego de la oca de matar de hambre y falta de recursos a las unidades académicas: con la actual gestión, decidida a destruir la educación en general y convencida de que el capitalismo pasa por otro lado, el sistema universitario siempre caerá en algún casillero que consagre su desmoronamiento. La Universidad pública no tiene una discrepancia circunstancial, sino un conflicto de fondo con el modelo bananero.
La particularidad de la movilización del miércoles próximo es que probablemente expresará no sólo el descontento universitario, sino la de un conjunto de actores bastante más amplios, que no encontraron aún canales potentes para expresar y denunciar su propia asfixia. En un clima de debilitamiento de la adhesión al gobierno de sus votantes, esta acción universitaria puede contribuir grandemente a tonificar el rechazo popular a este experimento.
EL RECHAZO A LA AGENDA CORPORATIVA
Vivimos en un mundo en el que el capitalismo armó una economía mundial integrada, financierizada, que concentra incesantemente ingresos en una cúpula económica muy reducida y que desprotege y margina a una parte significativa de la población mundial, mientras agrede peligrosamente el medio ambiente.
Un capitalismo que no cumple con sus promesas de prosperidad masiva y que engendra diversas crisis sin solucionar ninguna. Y que ha empezado a probar con liderazgos crecientemente autoritarios para garantizar la gobernabilidad global ante el desencanto de las masas.
Ese es el contexto “socialista” que acecha al mundo según el Presidente. Entonces, ¿Milei representa algún consenso nacional real, existente, aunque sea vago y difuso, que pudiera estar expresado en su discurso en Naciones Unidas? No.
La postura internacional de abandono de la neutralidad —o el alineamiento incondicional con lo que necesite Estados Unidos—, no sólo contradice posiciones muy arraigadas en el pasado nacional —tanto en radicales, peronistas, conservadores y sectores de izquierda—, sino que contradice cualquier posicionamiento razonable de un país que debe concentrarse en resolver con urgencia problemas sociales y económicos internos gravísimos.
Milei, en cambio, actúa como un vocero y un personero del pensamiento más descarnado del capital global y como una correa de transmisión de las necesidades políticas y militares de las potencias occidentales que se sienten asediadas por el polo de poder emergente.
El país, nuestro país, debe salir del estado de estupefacción y de achatamiento intelectual en el que ha caído. Hace falta que surja una dirigencia capaz de liderar la reacción en defensa propia frente a esta introducción de una agenda internacional extravagante y una agenda local brutalmente antisocial, que es la que reclama el capital más salvaje.
Si no logramos rechazar y derrotar estas agendas, corremos el riesgo de ser transformados, a golpes de hechos consumados y de discursos desconcertantes, en un terreno baldío de la globalización depredadora.