Por Gabriela Pepe | Letra P.-

Un documento que manejan operadores de la Rosada analiza cuántos votos deben sumarse en cada distrito para evitar el ballotage. Buenos Aires es clave pero hay malestar en los intendentes.

Llegar al 45 por ciento, el número mágico que depositaría a Daniel Scioli directamente en la Casa Rosada, o alcanzar el 40 y sacarle diez puntos de ventaja a Mauricio Macri, es la principal obsesión del sciolismo en el tránsito hacia octubre. Los operadores del Frente para la Victoria analizan minuciosamente la realidad de cada provincia y calculan cuántos votos debería sumar el gobernador bonaerense en cada distrito para evitar el ballotage.

Scioli necesita 1,5 millones de votos más de los que sacó en agosto, es decir aproximadamente un 6,6 por ciento extra. De acuerdo con un documento que manejan operadores que orbitan entre la Rosada y La Plata, y bregan por la unidad del peronismo, para obtener ese número el oficialismo deberá poner su mayor esfuerzo en la provincia de Buenos Aires, seguida por Córdoba, la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza.

El estudio pormenorizado parte de la comparación entre los votos que obtuvo Scioli en las primarias de agosto y los sufragios que cosechó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2007. La selección de los números de 2007, en desmedro de la elección 2011 no es antojadiza: la cosecha de Cristina hace cuatro años, cuando obtuvo el 54 por ciento de los votos, se considera absolutamente excepcional.

En 2011, la Presidenta alcanzó, por ejemplo, más de 56 puntos en la provincia de Buenos Aires, 65 en Tucumán, 64 en Salta y hasta 82 en Santiago del Estero. En San Luis, donde tuvo su peor desempeño -Alberto Rodríguez Saá fue candidato- obtuvo el 31 por ciento. Los operadores del sciolismo no sueñan con 2011 pero aspiran a acercarse a los números del Frente para la Victoria en 2007. Lo que llaman “victoria posible”.

Para eso, plantean un crecimiento en votos que debe oscilar entre el 5,5 y el 7 por ciento, según el distrito. El foco, según los cálculos, debe estar puesto en la región centro, donde se concentra una mayor cantidad de votos. Para alcanzar el 45 por ciento en el total del país, Scioli debería obtener el 40 por ciento de los votos en la zona centro, alrededor del 62 en el Noreste, casi el 60 en el Noroeste, un 42 en Cuyo y el 48 por ciento en la Patagonia.

Las claves para el aumento en el número de votos están repartidas según la provincia: van desde el posicionamiento de Scioli en los medios (en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo), a los acuerdos con los líderes provinciales (sean o no del Frente para la Victoria), la capacidad de movilización del PJ, el apoyo a la estructura partidaria, el aprovechamiento de la poca motivación de la oposición, o el acompañamiento a los dirigentes locales (intendentes o gobernadores) que también compitan en las urnas el 25 de octubre. Además, se considera que en las elecciones generales aumentará el número de votantes, que en las PASO alcanzó apenas el 74 por ciento, un número bajo si se lo compara con comicios anteriores.

Otro factor a tener en cuenta es el proceso de polarización que se dará en las elecciones generales. A eso apuntan tanto oficialismo como oposición. Desde el sciolismo, dicen, la caza de votos debe estar puesta en el porcentaje cosechado en las primarias por Sergio Massa, José Manuel de la Sota y Adolfo Rodríguez Saá, todos representantes del peronismo, en diferentes dosis. A ese universo apunta Scioli para octubre. “Todo lo demás es voto antiperonista. Es un 40 por ciento. No le hablamos a ese sector, no nos va a votar nunca”, dicen desde las filas del sciolismo.

Siguiendo con la hoja de ruta elaborada por los operadores, casi el 40 por ciento del esfuerzo de recupero de votos debe enfocarse en la provincia de Buenos Aires, donde debe sumar un 7 por ciento al 39,5 de las PASO. Por detrás se ubica Córdoba, donde Scioli despliega una campaña de seducción con José Manuel de la Sota – por ahora, fiel a Massa – y el gobernador electo, Juan Schiaretti. En agosto, el bonaerense obtuvo apenas el 14 por ciento de los votos en esa provincia. En la Ciudad de Buenos Aires, donde cosechó el 23 por ciento, debe sumar poco más de cinco puntos, y en Santa Fe debería agregar alrededor de cuatro a los 33 obtenidos en las PASO.

Con la mirada puesta en el votante que alguna vez apostó por el Frente para la Victoria, el sciolismo hace cuentas por distrito y sueña con que la carrera termine la noche del 25 de octubre.

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