Por Guillermo Cherashny.-

A casi 50 días del gobierno de Mauricio Macri, a grandes rasgos, es muy alentadora esta nueva gestión como, por ejemplo, la salida sin problemas del cepo, la inserción de Argentina en Occidente, la toma de distancia de Venezuela, siendo la única voz del continente que critica la violación de los derechos humanos en ese país; también el ambiente de libertad de expresión -que es total, ya que los cristinistas se viven quejando en canales adictos y también tienen su lugar en los otros medios, lo que no pasaba durante los doce años pasados. En plano económico, el Banco Central no pierde reservas sino que las aumenta y recientemente obtuvo un préstamo de 5.000 millones de dólares de un grupo de bancos de Wall Street, aunque a una tasa alta de más del 7% al año -pero eso tiene que ver con el arreglo de los holdouts, que es bastante factible, ya que gran parte de los senadores peronistas que responden a los gobernadores apoyarán la derogación de la Ley Cerrojo, lo que permitirá el acuerdo.

En economía se viene el examen más difícil, ya que después del #25-o, el cristinismo autorizó aumentos importantes y las empresas se cubrieron de la devaluación aumentando aún más, creyendo que se venía un boom del consumo. Pero al revés de lo esperado, desde enero, la economía empezó a enfriarse y esos precios no se sostendrán a partir de mayo próximo, siempre y cuando las paritarias no pasen del 28%, porque el primer semestre la inflación anualizada estará por arriba del 30% pero en el segundo semestre anualizada estará en el 15%, por lo cual una probable inflación anual sería de entre 25 y 28%, con un dólar quizás de 16 pesos, lo que demuestra que la economía de a poco podrá recuperarse en el último trimestre del año, lo que no es poco, ya que el cristinismo dejó un desastre difícil de cuantificar. Los grises están en materia de seguridad pública y es el miedo del PRO en reprimir o más bien poner orden, porque todos los medios pregonan que no hay que reprimir ninguna protesta y el gobierno no quiere cruzar esa línea, lo que sí hizo en la autopista a Ezeiza con el conflicto de Cresta Roja, pero como aparecieron unas fotos de mujeres baleadas con proyectiles de goma, el gobierno se asustó y, si bien anunciaron la sanción de protocolo de protestas, éste se demora y ahora el gobierno tolera el acampe en Plaza de Mayo, donde piden la libertad de Milagro Sala, aunque el fiscal y el juez ordenaron el desalojo que el gobierno no se anima a cumplir, porque piensa que el cristinismo, los movimientos sociales y los troskos del PO y MST buscan un muerto para victimizarse. Pero la Argentina es uno de los pocos países del mundo donde se cortan calles y rutas absolutamente gratis y ésta es una materia que el macrismo le debe a la sociedad. La inseguridad en la capital y conurbano se agrava día a día pero es muy temprano para exigirle resultados a este gobierno y por lo menos habrá que esperar hasta junio de este año para recibir buenas noticias. Pero los que sufren los robos y las muertes no quieren esperar y se ven algunas puebladas como ayer en Almirante Brown.

Share