Por Carlos Tórtora.-

El próximo 19 en Parque Norte el Peronismo Federal se dará cita en un congreso que pretenderá avanzar en lo acordado en las últimas reuniones de los anti K, cuyo mayor éxito fue crecer con la incorporación de un total de 9 gobernadores peronistas, pero nada se adelantó en materia de acuerdos electorales. Los dos presidenciables netos son Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa y por lo que se sabe Miguel Ángel Pichetto se resignaría a ser el compañero de fórmula de uno de aquellos. En una zona difusa están las intenciones presidenciales del gobernador tucumano Juan Manzur, que vendría a ser el tercero en discordia.

Por lo que parece, ni Massa ni Urtubey estarían dispuestos a dar un paso al costado de su candidatura. El salteño ordenó el mes pasado a sus operadores que empezaran a avanzar en el territorio bonaerense y el tigrense reunió ayer una convención de su partido (el Frente Renovador Auténtico) en San Martín. Ambos especulan con la remota posibilidad de que Cristina Kirchner finalmente no se presente y que el kirchnerismo se vea obligado a apoyarlos. Más realista es la otra alternativa: que Macri y CFK se repartan los primeros dos lugares con lo cual en la segunda vuelta el peronismo federal sería el gran elector, debiendo optar entre privilegiar la unidad peronista o un pacto para cogobernar con Macri en su segundo mandato.

Acordar las reglas de juego

La disyuntiva que se abre para la nueva convocatoria de los anti K es si se llegan a fijar reglas de juego acordadas por Massa y Urtubey. En otras palabras si ambos se comprometen a disputar por la presidencial en la misma primaria. Esto implica, necesariamente, la conformación previa de una alianza que contenga a los dos. Cada vez que le preguntan acerca de este tema, Massa suele contestar que él tiene su propio partido. Ni lerdo ni perezoso, Urtubey se movió rápido en este terreno y cuenta con tres partidos bajo su conducción: el Renovador (que fuera el sello de Massa) el Federal (fundado por Francisco Manrique y el Celeste y Blanco (que seguiría respondiendo a Francisco de Narváez).

Una primaria entre Massa y Urtubey podría motivar a muchos votantes, hastiados de que en las internas sólo se presenten listas únicas. De inmediato, el peronismo federal se distribuiría entre los dos candidatos, ordenándose sus filas. El problema es si Massa y Urtubey están dispuestos a asumir el compromiso.

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