Por Guillermo Cherashny.-

Entre ayer y anteayer el dictamen de la fiscal general de la Cámara Comercial impugnado el acuerdo entre el estado argentino y el correo argentino de la familia Macri despertó la actividad política, porque se habla de quitas del 98% y de favorecer entre 4000 y 70.000 millones de pesos que no parecen acercarse a la realidad. Es asunto muy complicado pero parecer ser nulo de nulidad absoluta, porque fue el estado le pidió la propuesta al deudor cuando es al revés; además, lo firmó un funcionario sin poder, ya que es el director jurídico del ministerio de comunicaciones que no es de planta permanente. Debía llevar la firma del ministro Oscar Aguad previo informes técnicos y avalados por el Dr. Balbín, procurador general del tesoro, por lo cual es un acuerdo muy débil y se debe empezar de nuevo.

Otra irregularidad es que el nuevo titular del correo fue el ex presidente del correo argentino, que nunca pagó el canon y lo llevó a la quiebra. Es contrario a la ley que el presidente Macri nombre en una empresa del estado a un ejecutivo que fue presidente de esa empresa cuando era privada y cuya mayoría accionaria era de la familia Macri. La quita parece ser del 72% sobre los 300 millones de pesos que debía la empresa Correo Argentino de la familia Macri ya que si se hace un acuerdo por 15 años con un interés del 6% anual que lleva el total a 600 millones de pesos significa una quita a valor presente del 72% si se pagara cash. Sin contar el conflicto de intereses en que el presidente, a través del ministerio de comunicaciones, favorezca a su familia materna, lo que constituye un verdadero escandalete en el país y a nivel internacional. Para ser elegante y como diría Jorge Asís, el presidente se ensució las manos con el membrillo.

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