Por Guillermo Cherashny.-

Desde la asunción de Alberto Fernández como Presidente de la Nación, en las redes sociales, especialmente en Twitter, los fanáticos macristas destilan un odio de clases contra Fabiola Yáñez, la pareja del Presidente, como si la ex primera dama Juliana Awada fuera la duquesa de Cambridge o tuviera un linaje real. Así es que se la muestra a Awada en fotos donde aparece, como es su costumbre, con un estilo y muy buen gusto al vestir comparándola con reinas o princesas europeas, cuando realidad es hija de inmigrantes sirio-libaneses de origen musulmán y lejos está de tener alguna conexión con realezas europeas y mucho menos con las esposas de los emires de Qatar, Omán o Emiratos Árabes Unidos, sino que es la hija de inmigrantes sirio-libaneses que vinieron a nuestro país con una mano atrás y otra adelante. Es más, es prima hermana de Zulemita Yoma, la cual nunca hizo alardes como primera dama de tener sangre real en sus venas. Es muy posible que Juliana Awada no tenga que ver con los insultos en las redes con Fabiola Yáñez pero la mujeres y hombres de la clase media antiperonista y anti K califican de «negros de mierda» a todos los peronistas y se ensañan mucho más con la mujeres del peronismo, que son víctimas de todo tipo de insultos y mucho más si usan un escote, aunque sea discreto. Pero este odio de clase no se corresponde ni con la Argentina actual ni la pasada. Como dijimos, en los diez años de menemismo, que era apoyado por las clases altas, el mismo Carlos Menem intento pacificar entre peronistas y antiperonistas. En los cuatro años de Macri, los fanáticos/as macristas que sufrieron doce años de kirchnerismo generaron un odio que superó al antiperonismo de los 50, 60 y 70, porque es mucho más clasista, porque Fabiola Yáñez es la pareja del presidente, pero el matrimonio Macri-Awada tampoco fue constituido, ya que ambos fueron divorciados dos veces antes de casarse y si el Papa Francisco, líder espiritual de la Iglesia Católica, no puso reparos contra Fabiola Yáñez, no parece que fanáticos «antipopulistas» puedan hacer calificaciones morales sobre una persona. En diferentes etapas de la Argentina los presidentes tuvieron esposas de origen humilde o clase media o media baja. No se sabe por qué los fanáticos/cas macristas en las redes sociales califican a Juliana Awada como una integrante de la nobleza europea o de las monarquías del golfo, en un verdadero disparate de carácter racial y discriminatorio.

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