Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri ya tiene argumentos sólidos para negarse a competir en las primarias presidenciales con Martín Lousteau. Si lo ocurrido el domingo pasado en La Pampa se reprodujera en gran escala, el próximo candidato a presidente de Cambiemos podría ser el economista radical. Si hasta ahora era dudoso que el PRO aceptara la competencia interna, de aquí en más será casi imposible. Para Lousteau, el juego de las opciones parece claro: habiendo desaparecido la opción intermedia, sólo le quedan dos alternativas: aceptar ser senador nacional como quiere el presidente o rebelarse e ir por la jefatura de gobierno porteña, con buenas chances de derrotar a Horacio Rodríguez Larreta.

Esto último significaría en alguna medida una crisis en la relación entre la Casa Rosada y la UCR, cosa que la dirigencia radical no tiene intenciones de provocar. Habrá que esperar el resultado de las primarias en Córdoba para saber si el resurgimiento radical se estabiliza como tendencia.

De hecho, la modalidad del voto castigo en una primaria, tal como se dio en La Pampa, es un recurso novedoso con el cual siempre especularon los politólogos pero que no se daba en la realidad. Así como Macri tomaría debida nota de lo ocurrido, también Cristina Kirchner podría estar sacándose de encima la idea de una primaria por ejemplo con Sergio Massa, ya que masivamente el anti-kirchnerismo podría ir a las urnas para castigarla.

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