Por Guillermo Cherashny.-

La recusación del juez federal Federico Villena, que hizo lugar el Dr. Lemos Arias, camarista federal de La Plata, y cediéndole la causa al magistrado Juan Pablo Auge, también de Lomas de Zamora, fue celebrada por el macrismo y el denominado «periodismo independiente», porque lograron un gran éxito al embarrar la causa del espionaje ilegal, aunque todavía no la tumbaron del todo.

En efecto, el citado juez que es nuevo en la causa le cedió la instrucción a la fiscal Cecilia Incardona, quien fue la que propuso los allanamientos y detenciones que Villena firmó. Por tanto es casi seguro que seguirá pidiendo lo mismo. Pero el macrismo ya prepara la recusación a la fiscal, porque su marido fue candidato de Cristina para la corte en 2014, o sea, por portación de marido y porque no recusó en su momento al juez Villena, para de este modo colocar a un fiscal que sea manejable por el macrismo y por los periodistas que se beneficiaron con las escuchas telefónicas obtenidas en forma ilegal.

El otro modo que tiene el macrismo de sacarse la responsabilidad de encima es lo que anticipó el abogado defensor de Alan Ruiz, quien señaló que éste, como Director de Operaciones, recibió la orden de Marcelo Coste, el Director de contrainteligencia, que es yerno de Jaime Stiuso, quien durante la gestión de Arribas-Majdalani nunca fue consultado y más bien fue destratado.

Coste es un agente de la casa y reemplazó a Diego Dalmau Pereyra, actualmente detenido por Villena, y no sólo nunca le ordenó espiar a Alan Ruiz sino que se quejó mucho de él y de Juan Sebastián Destefano, el Director de Asuntos Jurídicos de la AFI que presionó al juez Carzoglio.

Pero si la orden la dio Marcelo Coste, el jefe de la supuesta banda sería Jaime Stiuso, al cual el kirchnerismo no lo quiere nada, y de ese modo se caen las sospechas sobre Susana Martinengo y el secretario privado de Macri, y quedan exculpados Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, que también comprometerían al ex presidente.

En esta maniobra también entrarían los «periodistas independientes» como Lanata, Majul y los Leuco, para concluir que el espionaje ilegal existió pero por responsabilidad del «cuentapropismo» de Jaime Stiuso, el hombre siempre presente en los servicios de inteligencia.

El problema de esta jugarreta es que varios detenidos declararon ante Villena e Incardona que las órdenes venían de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, y están las grabaciones de Martinengo donde dice que los partes de inteligencia se los enviaba a Darío Nieto; pero en su declaración cambió de parecer y dijo que nunca hablaba con Nieto. Por eso es clave decretar la nulidad de todo lo actuado por Villena. Pero quedaría la causa que inició el juez federal Juan Pablo Auge, donde está procesado y detenido Alan Ruiz por espionaje al Instituto Patria, donde el agente declaró que querían proteger a la ex presidente de un atentado. Y da la impresión que el juez no le creyó una palabra, por eso ahora quiere declarar de nuevo e inculpar a Marcelo Coste, es decir a Jaime Stiuso, y desvincular al macrismo.

Share