Por Carlos Tórtora.-

Alberto Fernández retomó la iniciativa de un gobierno lento de reflejos, para castigar tanto al campo como a la Justicia. El escenario que se presenta para las próximas semanas indica que el gobierno se verá obligado a hacer importantes concesiones en la renegociación de la deuda, por lo cual necesita consolidarse políticamente para transitar la etapa que va desde el 1° al 31 de marzo.

La Justicia figura entre los sectores menos prestigiosos en las mediciones de opinión. En cuanto al campo, su identificación con sectores privilegiados es inevitable.

En función de estos datos de la realidad, Alberto trata de que Justicia y campo queden vinculados a una oposición política que está buscando su perfil.

Juntos por el Cambio, hasta el momento, le hace el juego al gobierno. Por ejemplo, en el caso del proyecto de ley para modificar las jubilaciones judiciales, cuestiona que se trataría de un plan para llenar la justicia de jueces adictos al gobierno, ante las numerosas renuncias que se producirían para evitar la aplicación de la reforma. Pero el argumento oficial tiene más peso: los sueldos del Poder Judicial son hasta 3 y 4 veces más altos que los del Ejecutivo o el Congreso.

Profundizar el rumbo

El anuncio de que se enviará en días más al Congreso el proyecto de reforma de la Justicia Federal que reconoce la pluma del Secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz, redobla la apuesta. Los tribunales de Comodoro Py gozan de mala fama en la opinión pública y la dirigencia política coincide en que el poder de los jueces federales es excesivo.

En cuanto al campo, entre los asesores de Alberto se impone la impresión de que serían impopulares las medidas de fuerza que se tomen por el aumento de un 3% a las retenciones.

Aunque había varios borradores de discurso para el 1° de marzo ante la Asamblea Legislativa, uno de los proyectos se extendía bastante sobre la pesada herencia recibida del macrismo. En la Casa Rosada esperan con cierta ansiedad que empiece el desfile de Macri por los pasillos de Comodoro Py, que completaría el cuadro junto con la justicia y el campo. En el gobierno se impondría la impresión de que sería conveniente que Macri empiece a pagar costos con su vinculación a casos de corrupción, lo que podría dificultarle su interna con Horacio Rodríguez Larreta.

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