Por Carlos Tórtora.-

En el anuncio de su décima prórroga de la cuarentena, Alberto Fernández puso en práctica varios recursos para tratar de sacar al gobierno de la difícil situación en la que se encuentra. Para empezar, negó que exista una cuarentena, cuando hasta ahora la misma había sido, en cierto sentido, el mayor logro de su breve gestión de gobierno. Es que la mayor parte de los encuestadores señalan que la opinión pública se desliza mayoritariamente hacia la crítica a la cuarentena y coloca en primer plano a la grave situación económica. La tendencia, más que nacional, es regional. Prueba de ello es que, en el curso de la última quincena, Brasil concretó un rebote de su economía. De esta manera, las perspectivas del 2020 pasan de una merma del 9,1%, como había pronosticado el FMI a mediados de junio, a un 5,62% de acuerdo al último boletín de expectativas de mercado que realiza la máxima autoridad monetaria del país vecino (Focus).

A su vez, el informe del Banco Central muestra una merma trimestral del 10,94% contra los primeros tres meses del año, una caída del 12,03% frente al segundo trimestre del 2019 y un retroceso del 6,28% de todo el primer semestre en forma interanual.

El Central de Brasil bajó la tasa al 2% para acompañar el rebote de la economía

El buen desempeño económico es acompañado por un crecimiento en la imagen positiva de Jair Bolsonaro, que alcanza el mejor nivel en todo su mandato y se ilusiona con las próximas elecciones municipales. Según una encuesta de Datafolha, la aprobación pasó de un 33% al 37% y el rechazo bajó de un 44% a un 33%.

Mucho menos complicada que Brasil por el Covid-19, la Argentina se encuentra entrampada en una compleja situación: la sociedad rechaza ya masivamente las restricciones impuestas por el gobierno justo cuando el número de contagios crece. El malestar se extiende a las fundadas sospechas de que las cifras oficiales sobre contagios y fallecimientos no se corresponden con los períodos que se anuncian. Más concretamente, que se difunden estadísticas de ayer que en realidad corresponden a más de 15 días atrás.

Cortinas de humo

El presidente anunció el miércoles pasado que Argentina va a producir entre 150 a 200 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus. Esta misión estará a cargo de distintos protagonistas de relevancia en el ámbito farmacéutico, tanto nacional como internacional. La tarea se realizará en conjunto con la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, y se conecta con Argentina a través de mAbxience, perteneciente al empresario Hugo Sigman. El laboratorio internacional AstraZeneca va a desarrollar la vacuna, mientras que la producción en Argentina va a ser tarea de mAbxience. El caso es que la utilización efectiva de la vacuna todavía no tiene fecha y sólo se habla vagamente del primer semestre del año que viene. Su anuncio actual con bombos y platillos responde a la imperiosa necesidad del gobierno de tapar con una cortina de humo que le permita tapar la cruda realidad: que por un largo tiempo más el único instrumento válido que tiene el gobierno para combatir la pandemia es la cuarentena.

Tal como se están dando las cosas, vamos hacia la polémica por la saturación de la capacidad de camas en el AMBA, donde cruzan sus espadas Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, cuyos ministros de salud se contradicen prácticamente a diario con los números, encendiendo una guerra mediática que tiende a subir de tono.

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