Por Guillermo Cherashny.-

La gira por 30 ciudades que encaró el presidente Macri con la consigna del «sí se puede» no ha logrado descontar los 16,5% que el candidato peronista le sacó en las PASO del 11 de agosto. Es más, en algunas encuestas la distancia se amplió hasta los 22%. Pese a que el gobierno influya en algunos canales de noticias demorando el pago de publicidad oficial para que los dueños obliguen a los periodistas a que digan en sus programas que hay una posibilidad de ballotage basada en las importantes movilizaciones en las provincias y supuestos votantes de Fernández que le habrían mandado un mensaje a Macri y ahora votarían por él. Esta última posibilidad es una mera hipótesis optimista que no registra ninguna encuesta pero agregan que ahora fiscalizarán mejor, otro disparate, porque sería el primer gobierno que no puede fiscalizar siendo el oficialismo. Otro argumento ridículo, que el agravamiento de la economía desde el 12 de agosto es culpa del triunfo del peronismo unido, no resiste el menor análisis. En definitiva, el gobierno marcha a una derrota inexorable en la primera vuelta del domingo del 27 de octubre. Aun así, Macri piensa atacar a Alberto Fernández pegándole con la corrupción k y la mejora de la seguridad ciudadana y en este caso la corrupción k no le importa a 2/3 del electorado y la mejora de la seguridad es una burda mentira, por lo cual nada puede esperar el gobierno del debate del domingo próximo.

A tal efecto, publicamos una encuesta de la consultora proyección que acertó el resultado de las PASO y con la muestra tomada sólo en la provincia de Buenos Aires, donde Alberto Fernández se impondría a Macri por el 59% al 31% en la lista completa, lo que constituye una verdadera paliza.

Ver encuesta: PBA – informe de opinión pública – Octubre 2019

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