Por Carlos Tórtora.-

En el término de pocos días, el presidente abrió una serie de frentes de conflicto de diversa índole pero todos significativos. El de mayor importancia sectorial es el del campo. Las organizaciones que nuclean a productores agropecuarios están en alerta ante la posibilidad de un aumento a las retenciones a las exportaciones que lleve el impuesto del 30% al 33% en el caso de la soja y suba otro tanto para el resto de los cultivos. El presidente de la Federación Agraria, Carlos Achetoni, dijo que una medida de fuerza “es una posibilidad” si se eleva por segunda vez desde el cambio de Gobierno la alícuota de los derechos de exportación y no hay un trato diferenciado para pequeños productores.

Pasando a otro tema, Alberto está cuestionado por los aliados minoritarios del Frente de Todos por el incumplimiento de una serie de compromisos. Los bloques aliados del Frente de Todos, fundamentales para el quórum en Diputados, entraron en crisis por una serie de acuerdos incumplidos con las provincias ante la parálisis del Gobierno. Fuentes al tanto de las negociaciones aseguran que habrá quórum para tratar la ley de jubilaciones, pero las autoridades de la Cámara también manifiestan una fuerte preocupación, porque saben que podría ser la última vez que lo haya. Admiten que el malestar de los aliados fue creciendo en los últimos tiempos.

Se trata fundamentalmente de diputados de dos interbloques aliados que ya manifestaron su disconformidad por distintos temas, aunque con un denominador común: se quejan de que Alberto Fernández no cumple con acuerdos previstos para sus provincias.

En el mismo sentido, Alberto Fernández y Gerardo Zamora mantuvieron el miércoles de la semana pasada una áspera reunión, en la que el gobernador de Santiago del Estero se quejó en duros términos por la parálisis del gobierno. Zamora expuso ante el presidente la queja que varios gobernadores peronistas sostienen por lo bajo. Los mandatarios están preocupados porque creen que el Gobierno está paralizado. El santiagueño es un dirigente muy importante en el esquema de poder del Frente de Todos (tiene 3 senadores y 7 diputados, y su esposa es la presidenta provisional del Senado) y fue severo en su crítica al gobierno.

Zamora llegó a la reunión con el presidente furioso porque no sale el nombramiento de un hombre suyo como nuevo titular del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). El postulante es Carlos Lugones Aignasse, que hasta diciembre era juez de la Corte santiagueña. Zamora lo hizo renunciar para que asuma como titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), pero sólo estuvo de manera «provisoria» por algunas semanas. Al final ese lugar fue para Paola Tamburelli. A Lugones Aignasse lo corrieron de la ANAC (donde no pudo tomar ninguna decisión porque nunca fue oficializado) con la promesa de que lo designarían en el Orsna. Pero el decreto con su designación nunca se publicó y el ente sigue acéfalo.

Un estilo difícil

No menos intensa es la tormenta judicial que está desatando la reforma previsional para la justicia

Más de 150 jueces y fiscales se reunieron la semana pasada en la Asociación de Magistrados para manifestar su rechazo al proyecto de ley del Gobierno que busca recortar sus jubilaciones. No sólo denunciaron que la iniciativa es “inconstitucional” y que vulnera la intangibilidad de sus sueldos: anunciaron que se desencadenará una catarata de renuncias por parte de los magistrados en edad de jubilarse, que buscarán acogerse al régimen actual para no resignar ingresos.

Por último, ya venía precedido por chispazos con Hebe de Bonafini el choque con las Madres de Plaza de Mayo. La novedad es que, en un reciente acto con militares, el presidente habló de dar vuelta la página en las relaciones con éstos. La fundadora de las Madres, Nora Cortiñas, se despachó entonces de este modo: “Yo lamento y rechazo totalmente todas las expresiones del Presidente. No tenía ninguna necesidad de expresarse así, por obligación, por eso pienso que es un negacionista y lo lamento mucho. Según él, tenemos que dar vuelta la hoja y dar por muertos para siempre a nuestros detenidos/desaparecidos, cuando costó más de 40 años la lucha. Yo creo que como nunca el señor Presidente participó en ninguna actividad en defensa de los derechos humanos, desde luego será un buen abogado laboralista, pero nunca lo hemos visto ni hemos compartido ninguna actividad en defensa de los derechos humanos. Además, no tenía ninguna necesidad de dar esas expresiones en el acto con los militares que lo muestran a cara descubierta”.

Es obvio que la principal razón de la parálisis oficial es el suspenso que implica para la ejecución presupuestaria la renegociación de la deuda, cuya terminación, con o sin default, marcara el verdadero comienzo de la gestión. Pero muchos de los conflictos que se están abriendo son el producto de un estilo político que no parece privilegiar el cumplimiento de los compromisos.

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