Por Carlos Tórtora.-

Con el primer plano ocupado por el debate sobre la despenalización del aborto, el peronismo no se detiene un día en lo que promete ser una interna salvaje por la candidatura presidencial. La masiva movilización del 21 F realizada por Hugo Moyano, sumada al estancamiento de la economía, convergen en lograr un efecto: la dirigencia justicialista -y no sólo justicialista- empieza a dudar que Mauricio Macri tenga asegurada la reelección. En todo caso, las distintas facciones parecen no perder un minuto. La semana pasada, el presidente del PJ bonaerense y vocero de un sector de los intendentes del PJ, Gustavo Menéndez, viajó a San Juan, donde charló largamente con Alberto Rodríguez Saá, que está decidido a ser candidato a presidente por tercera vez.

Ambos dirigentes habrían coincidido en que lo más conveniente para el peronismo sería que Cristina Kirchner no compita con Macri pero tenga una fuerte participación en un acuerdo de unidad. Esto podría conseguirse con dos decisiones. La primera sería que ella sea la candidata a gobernadora de Buenos Aires, donde no hay ballotage y con un solo voto más se accede a la gobernación. El postulante a vicegobernador sería el ex presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Éste se caracteriza por mantener fuertes vínculos con el Vaticano.

La otra medida sería que el futuro candidato a vice cuente con el beneplácito de la ex presidente. En función de esto último, en San Juan se barajó la fórmula de Alberto Rodríguez Saá acompañado por el actual intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, por quien CFK tiene particular deferencia. La debilidad de esta fórmula es obvia: es casi inconcebible que no haya un representante de la provincia de Buenos Aires en una fórmula presidencial del PJ.

Con anterioridad al cónclave en San Juan también se había explorado otra alternativa: que Alberto Rodríguez Saá fuera acompañado por Felipe Solá. Pero este último le dice a quien quiera oírlo que se prepara para ser presidente y no vice. De hecho, le habrían hecho llegar la oferta de designarlo presidente del Interbloque Federal en reemplazo del salteño Pablo Kosiner. a lo cual Solá respondió en la forma que dijimos.

En medio de este clima donde el peronismo actúa al compás de los liderazgos netamente territoriales, apareció Eduardo Duhalde para manifestar su intención de ser protagonista (no dijo candidato) en el 2019. Duhalde viene, a través de los apoderados de su línea interna, Oscar Diani y Omar Gadea, esmerilando la legitimidad de la nueva conducción del PJ de Buenos Aires a través de fundadas presentaciones judiciales.

Vidal a prueba

Mientras el peronismo político se despierta de un largo letargo de dos años, el peronismo social sale a la calle. Ayer a la noche se ultimaban los preparativos para una importante movilización hacia la legislatura bonaerense en repudio del cierre de escuelas y de las paritarias con 15% de techo que trata de imponer María Eugenia Vidal. SUTEBA (docentes) y una larga lista de movimientos sociales impulsaban la marcha que pondría a prueba el blindaje mediático del que goza hasta ahora María Eugenia Vidal. Si cierta incipiente tendencia a la baja de ésta en las encuestas se profundizara, Cambiemos entraría en una zona oscura.

Share