Por Carlos Tórtora.-

Si bien el gobierno se esforzó por mostrar que no estaba quebrado el diálogo entre el Ministro de Justicia Oscar Garavano y la Corte Suprema, tanto la acordada 4 de esta última que rechazara la habilitación del Tribunal Oral N° 9 para actuar en causas federales como los coletazos de la excarcelación de Cristóbal López se siguen sintiendo.

El relax de Semana Santa sirvió no obstante para que se sondeara un principio de negociación entre la corporación de Comodoro Py y la Casa Rosada. Jorge Ballestero, uno de los camaristas de la Sala I que firmó la excarcelación de López y cuyo patrimonio declarado es de 12 millones de pesos, anunciaría a la brevedad su jubilación. Esto descomprimiría la situación: la denuncia contra aquél de Elisa Carrió ante el Consejo de la Magistratura se archivaría y el gobierno mostraría que la justicia federal, aunque en dosis mínima, se está renovando. En cuanto al Eduardo Farah, el camarista de la Sala II que fue convocado para resolver sobre López, su convocatoria a estos efectos estaría en orden y no cabrían las acusaciones.

Pese a lo anterior, la tensión esta latente: la mayoría de los jueces y fiscales de Comodoro Py piensan que el macrismo le pasa por encima a la independencia judicial, al incentivar a los medios a que cuestionen los fallos que complican al gobierno. Y el gobierno, empezando por el propio Macri, no puede sacudirse la obsesión de que habría tres ministros de la Corte -Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda- que actúan en sintonía con el kirchnerismo y que, a través del juez Ariel Lijo, influyen en la justicia federal.

Batalla decisiva

Tal como están las cosas, la gran negociación por la aprobación del pliego de Inés Weinberg de Roca como la Procuradora General elegida por Macri, ha comenzado.

Hay optimistas que dicen que el gobierno conseguiría los dos tercios de los votos designando al ex diputado (PJ) Humberto Roggero como Defensor del Pueblo, además de un par de embajadas.

Pero las cosas no son tan sencillas: los senadores cristinistas, que no pasan de 8 o 9 pero influyen en los dos tercios, están convencidos de que Weinberg, una incondicional de Macri, se convertiría en la Gils Carbó del macrismo.

Trascendió efectivamente un informe que estaría en poder de la candidata a Procuradora , contendría un mapa de los fiscales de Justicia Legitima a remover ni bien Weinberg asuma el cargo. El trabajo menciona en particular a fiscales federales que actúan en Córdoba, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, General Roca, Rosario, etc. No se advierte entonces porque los senadores k le allanarían el camino a alguien que viene a desmantelar el aparato judicial que protege al cristinismo. El transito de Weinberg por las audiencias del Senado puede ser penoso si las preguntas se concentran en hacer blanco en el desconocimiento practico que ella tiene del Ministerio Público y que no enseñan los libros. Todos recuerdan los padecimientos del entonces sindico general Miguel Reposo cuando CFK lo quiso imponer como sucesor de Esteban Righi en la Procuración. Reposo reprobó el examen y la entonces presidente quedó humillada.

¿Podrá Miguel Ángel Pichetto encontrar una salida acordada? La situación no parece fácil, sobre todo que, además de esto, los números del Senado dan en contra del proyecto macrista de despenalización del aborto.

Para abonar un clima de tensiones que no se disipa, Garavano acaba de ofender a Lorenzetti manchando su máximo triunfo: el ministro acaba de crear una comisión para la reforma del Código Civil cuya reciente reforma lleva la impronta del presidente de la Corte.

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