Por Jorge D. Boimvaser.-

Ya sabemos que los políticos suelen ser muy supersticiosos. A veces tienen tantas cábalas como maldades. El saliente jefe comunal de Merlo, Othacehé promovió la insania de esa toma de tierras que podría haber finalizado igual o peor que lo que ocurrido en el Indoamericano.

Se cuenta que el Nerón de la zona Oeste tiene mil cábalas, desde patas de conejos hasta otras excentricidades. Tiene cuatro “brujas” de cabecera y un sinfín de supersticiones por el estilo. Nada de eso le sirvió para ganar las elecciones, pero ya estuvo una vida en el sillón del zar de Merlo y fue lo más ineficiente del Oeste, sólo comparable al pequeño ex PC, Martín Sabbatella, su protector de siempre.

¿Siguió con Othacehé aquel policía de la bonaerense, el comisario Seisdedos, que participó en las negociaciones con los secuestradores del asalto al Banco Río de Acassuso… el llamado robo del siglo?

Los kirchneristas se hacen los superados en eso de la cábalas y supersticiones, pero no lo son tanto. La corbata de tono azul Néstor la usan con pretensiones de suerte en tiempos de urgencia. Como ahora, por ejemplo.

Hace días reapareció en escena Daniel Filmus, “pan triste”, como lo llamaba un chico malo de “La Cámpora”… Wado de Pedro.

Filmus fue incluido por Daniel Scioli en su grilla ministerial como jefe de la cartera de Educación, en caso de ganar los comicios.

Con su habitual bonomía melancólica y tristona, el Filmus que reconoció haber sido un menemista de la primera hora, aunque lo justificó con un palabrerío casi de insania (lo fue, como los Kirchner y todos los peronistas de entonces, y punto).

Su andanada de críticas contra Mauricio Macri es la de todos los de su espacio, aunque como Filmus siempre quiere ser un poquito más que el resto, agregó una perlita. El PRO no realizó el túnel bajo el paso a nivel en Córdoba y Juan B. Justo, que tantos dolores de cabeza causa en el tránsito metropolitano. Hace años que insiste con esa crítica, pero no tiene mucho nuevo que aportar y, en cambio, son todas loas para Cristina y Danielito, como si ellos hubieran sido los Reyes Magos de la Nación y la Provincia de Buenos Aires.

Los mismos peronistas que quieren la caída de Scioli en dos semanas se alegraron sobremanera por la aparición de Filmus, igual que muchos en CAMBIEMOS, que también son adscriptos a las supersticiones.

Sucede que “pan triste” es todo lo opuesto a lo que es el mito del Rey Midas, aquel personaje que pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro.

Filmus, como decía De Pedro, todo lo que toca cuando enfrenta a Macri lo convierte en… eso feo, ya te imaginás qué.

Los lamentos de Filmus en cada elección porteña, como cuando iba con su papito a llorar por los canales la campaña sucia de Durán Barba, lo condujeron inevitablemente a derrota tras derrota.

Es casi el enemigo que prefiere tener enfrente el PRO para asegurarse la victoria.

Los enemigos de Scioli cantan y bailan por este salto de nuevo al ruedo del pan triste kirchnerista.

Es cierto lo que canta el Indio Solari: “Las supersticiones traen mala suerte”.

Pero con Filmus en campaña, ya casi se presiente el final de esta historia presidencial.

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