Por Guillermo Cherashny.-

Steve Bannon, el principal asesor de Donald Trump que dirigió un portal que superó en lectores al New York Times, en su primera declaración no titubeó en decir que los medios de comunicación eran el principal partido de la oposición en lugar del partido demócrata e hizo acordar a cuando Cristina acusaba a Clarín y La Nación de lo mismo pero olvidaba decir que contaba con Telefé, C5N, CN23 y varias radios AM y FM, y que competían con los dos grandes medios.

Pero en los Estados Unidos todos los medios son opositores a Trump y, salvo el portal de Bannon y otros alternativos, no lo apoyaban y así y todo ganó la elección, lo que demostró que lo que dicen los medios más tradicionales no es la verdad revelada ni influyen en la opinión pública como se cree, de ahí que Trump los acuse de difundir mentiras que son ciertas pero en mayoría de las veces son opiniones o alegatos morales del periodismo que se creen más importantes de lo son.

En nuestro país, los grandes medios de comunicación tenían toda la razón de oponerse al cesarismo de cristina, por su autoritarismo expreso. Hoy en día, los grandes medios de comunicación parecería que integran el frente Cambiemos por su oficialismo a veces más papista que el papa pero encuentran su explicación racional en que no quieren que vuelva el cristinismo y esta posibilidad, aunque remota, está en discusión, porque en un año de gobierno Cambiemos cometió todos los errores posibles y los medios deberían marcárselos al gobierno para que mejore en vez de prestarse solamente a descalificar a la oposición, aunque no sea cristinista, si no serán un partido político más, como dice Steven Bannon, y más cuando consiguen negocios rentables al margen de lo periodístico.

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