Por Carlos Tórtora.-

La fluidez de la interna peronista volvió a producir novedades en las últimas horas. Sentado en su nuevo sillón de interventor del PJ nacional, Luis Barrionuevo sufre de una inesperada soledad cuando daba la impresión de que los distintos sectores del peronismo irían en busca de su apoyo. Tanto los gobernadores justicialistas en su conjunto como los intendentes de Buenos Aires se pronunciaron oficialmente contra la intervención y Sergio Massa evitó pronunciarse para no quedar pegado a la suerte del jefe gastronómico, ya que la esposa de éste, Graciela Camaño, es la su principal operadora. Mientras tanto, está en preparación una especie de congreso del justicialismo nacional que cuestionaría la gestión de Barrionuevo y que se reuniría en la UMET, la Universidad que regentea el sindicato de porteros que conduce Víctor Santamaría. Éste, jaqueado por las denuncias judiciales, tuvo un llamativo acercamiento al macrismo en los últimos días. Volviendo a Barrionuevo, tampoco sumó las adhesiones de los dirigentes más amigos del gobierno como el gobernador Juan Schiaretti, que optó por el silencio.

A todo esto, la semana que viene, la Cámara Nacional resolvería la apelación contra la intervención que presentara José Luis Gioja y también estaría próxima a decidir sobre el pedido de intervención del PJ bonaerense formulado por los apoderados de la duhaldista línea Justicia y Dignidad Peronista, luego de que el fallo de primera instancia rechazara sus pretensiones.

Con este complicado panorama por delante, Barrionuevo hizo algunos gestos como para hacer llegar a los intendentes el mensaje de que no descarta la intervención del PJ bonaerense. El presidente del mismo, Gustavo Menéndez, no parece creer demasiado en este peligro pero lo cierto es que tanto Barrionuevo como Eduardo Duhalde, autor intelectual del proyecto de intervención en Buenos Aires, ya formaron equipos para trabajar en el tema. El gastronómico puso a trabajar al Secretario General del sindicato del vidrio, Horacio Valdez, junto al secretario de capacitación de los gastronómicos, Ricardo Geneiro, y Silvio Etcheum, del gremio de la carne. Por su parte, Duhalde convocó al ex intendente de Quilmes Ángel Abasto, a Osvaldo Mércuri y al ex intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Álvarez. Los voceros más entusiastas del duhaldismo dejaron trascender que Chiche Duhalde podría ser la interventora del partido en Buenos Aires.

Con pocos aliados públicos y muchos amigos que prefieren no hablar, la gestión de Barrionuevo depende de la fortaleza de sus puentes con la Casa Rosada, por ejemplo, de las idas y venidas de su cuñado, Dante Camaño, amigo de Horacio Rodríguez Larreta.

Los racionales

Mientras tanto, el “peronismo racional”, como lo definió Miguel Ángel Pichetto, hará un nuevo acto de presencia pública antes de fin de mes. Sería sin la participación de los gobernadores e invitaría la revista Movimiento 21. Pichetto, como orador central, le seguiría cuidando la silla a Juan Manuel Urtubey, que encontró en el relax del Mundial un excelente pretexto para posponer su precandidatura a presidente hasta que termine el campeonato.

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