Por Carlos Tórtora.-

Los últimos cuestionamientos de Elisa Carrió al múltiple operador macrista y presidente de Boca Daniel Angelici serían el síntoma de algo más que un creciente enfrentamiento entre dos grupos que pugnan por ocupar posiciones de poder. Carrió ya habría fijado nuevo domicilio en Exaltación de la Cruz, con intenciones de ser la candidata al cargo más importante de las elecciones legislativas del 2017: la primera senaduría nacional por Buenos Aires. Obviamente, la operación de Carrió -que contaría con el aval de Ernesto Sanz- apunta derecho a romper la alianza entre Sergio Massa y Mauricio Macri. Primero porque el tigrense querría ser senador para proyectarse inmediatamente como candidato a presidente en el 2019, ya que muchos suponen que Macri no se presentará. En segundo término, si Carrió se instala como candidata, estará convocando a un frente antiperonista para liquidar de plano cualquier proyecto común entre el PRO y los sectores moderados del peronismo.

En el medio de esta crisis en ciernes es donde aparece con un papel protagónico Angelici, cuyo acercamiento a Massa es cada día más firme, El jefe de los boquenses en pocos meses avanzó espectacularmente en el territorio bonaerense, a través de un acuerdo con el socio de Francisco de Narváez, el asesor general del gobierno de María Eugenia Vidal, Gustavo Ferrari. Éste y Angelici, a su vez, cerraron un pacto con el intendente de La Plata Julio Garro. Como resultado del mismo, el ex subprocurador de Buenos Aires Fernando Rozas se hizo cargo de las dos unidades de negocios más rentables de la ciudad: el hipódromo y el mercado central. Voraz, Angelici pretendería expandirse en otros municipios importantes. Ya hoy, la expansión de este último en varias áreas del poder dicen bastante. La presidente de la Oficina Anticorrupción Laura Alonso responde a su mando y muchos temen que Angelici termine usando este organismo para investigar a sus enemigos. La estratégica Inspección General de Justicia está en manos de otro de sus hombres, Rubén Brodsky. El otro tema es que controla el Ministerio de Seguridad porteño a través de su titular, el ex legislador porteño Martín Ocampo. Esto último molesta y mucho a Horacio Rodríguez Larreta, que tiene dudas acerca de si el boquense no pretende quedarse en el futuro con el Gobierno de la Ciudad.

En esta red que crece a diario cuando sólo van cuatro meses de gobierno, también hay que computar las buenas relaciones con el ex subsecretario de la ex SIDE, el abogado Darío Richarte, a quien le atribuyen influencia sobre la actual Subsecretaria de la ahora AFI, Silvia Majdalani.

Pasando a otro tema, la escasa envergadura política del Ministro de Justicia Oscar Garavano le dificulta su relación con los jueces federales de Comodoro Py y alienta las esperanzas de Angelici de convertirse también en el gran operador judicial del gobierno, como ya lo es en la Capital.

Una fisura profunda

El caso es que una alianza entre Massa y Angelici, con Ferrari sumado, sería más que suficiente como para forzar la situación interna en el PRO en el sentido de convencerlo a Macri de que debe asegurarse ganar Buenos Aires el año que viene, aunque sea dejando que el tigrense se suba al podio. Los que sostienen esta postura dicen: “Carrió es una piantavotos, sea donde sea, y el PRO corre el riesgo de perder la senaduría contra CFK, Florencio Randazzo o algún otro peronista”. La respuesta en el entorno de Carrió es clara: “si dejamos que esto siga así, el país lo van a gobernar Massa, Angelici y Cristina Kirchner”.

Lo cierto es que el PRO no tiene ningún candidato capaz de hacerle sombra a Massa y, sólo si este diera un paso al costado, podría ver la elección con optimismo.

En el meollo de esta pulseada que recién empieza está el fenómeno Angelici y su espectacular crecimiento, basado en su pragmatismo. A diferencia de otros empresarios de crecimiento meteórico contando con el poder detrás, en este caso hay claras ambiciones políticas y su fortaleza en el mundo del fútbol y del juego.

Tanta ambición inquieta a no pocos. Para empezar, a Rodríguez Larreta. Éste, para evitar que avance un proyecto que rompería los moldes del PRO, ya estaría en conversaciones con Carrió para apoyar su candidatura a senadora.

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