Por Carlos Tórtora.-

Una particular situación se da en el escenario electoral bonaerense. Promediando distintas encuestas realizadas en ese distrito, Cristina Kirchner alcanza los 40 puntos, en tanto que Mauricio Macri baja hasta 28. Para gobernador, María Eugenia Vidal llega a 40 y Axel Kicillof le sigue con el 31. Con estos números, la brecha entre Macri y Vidal es sencillamente enorme y ese 12 por ciento que la vota a ella y no a él es una incógnita cómo evolucionará. ¿Podrían cortar boleta llevando el corte a un porcentaje inédito o se abstendrían de votar al presidente? El corte de boleta tiene porcentajes muy bajos en la provincia.

El temor en la gobernación platense es que, arrastrada hacia abajo por el hundimiento que sufre Macri, Vidal termine igualándose a su jefe, con lo cual podría perder la gobernación. Como es lógico, todo depende de otra incógnita: el efecto arrastre que CFK tenga sobre los votos de Axel Kicillof.

Previendo una alternativa

Un primer análisis indica que lo más probable es que el ex ministro de economía suba hasta un nivel similar al que tiene la ex presidente. Si se dan estas dos alternativas -la suba de Kicillof y la baja de Vidal- o al menos una de ellas, la continuidad de Cambiemos en el gobierno de Buenos Aires estaría en serio riesgo.

De ahí que CFK persista en candidatear a Kicillof, un incondicional, mientras que hace oídos sordos al clamor de la liga de intendentes para que habilite la candidatura a gobernador del intendente lómense Martín Insaurralde. Cristina sería consciente de lo difícil que sería un ballotage contra Macri y prevé la posibilidad de que ella pierda aun ganando la gobernación de Buenos Aires. De ser así, con Kicillof gobernador, el PRO sólo conservaría el distrito porteño y tal vez quedaría al borde de la ingobernabilidad.

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