Por Guillermo Cherashny.-

El monitor económico que maneja Nicolás Dujovne muestra mejoras en casi todos los sectores de la economía salvo el consumo de alimentos, productos de limpieza e higiene y un sector muy importante y clave como la producción de petróleo y gas local está en caída y no hay inversiones para exploración.

Economía señala un aumento de las inversiones en casi todos los sectores pero son contra números muy bajos del 2016 y, en definitiva, el país tiene una inversión del 15% del PBI a diferencia de Chile, Perú y Colombia, que tienen el 25% del PBI.

En 1991, cuando gobernaba Carlos Menem, en abril empezó la convertibilidad y en agosto y septiembre el gobierno peronista ganó en casi todas las provincias menos Córdoba y Río Negro pero se venía de un 1988 en recesión e inflación y un 1989 con recesión e hiperinflación, que se mejoró en 1990 con Erman González en Economía y González Fraga en el BCRA. Pero a fines de ese año volvió la hiperinflación y Cavallo asumió en el verano del ‘91 y, plan de convertibilidad mediante, generó un clima de confianza con anuncios de privatizaciones futuras que permitieron ganar esas legislativas.

Pero en las elecciones a gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde dejó la vicepresidencia y se lanzó como candidato a gobernador y ganó cómodamente, con Alberto Pierri como primer diputado nacional.

Estas mejoras económicas que muestra el gobierno son reales pero no han logrado crear un clima de confianza para ganar en ese distrito clave donde da la impresión de que el gobierno está entre el 25 y el 30% de los votos y donde parecería que la ex presidente, con solo el 32%, podría imponerse en las PASO del 13 de agosto, con un Sergio Massa pisándole los talones a Cambiemos en ese distrito clave.

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