Por Guillermo Cherashny.-

Al comenzar este año, el PRO empezó a crecer y consiguió que en marzo, en Gualeguaychú, la mayoría de los convencionales de la UCR se sumara a acordar una primaria con Mauricio Macri, que se quedó así con los votos radicales a nivel nacional. Después de las elecciones legislativas del 2013, la dirigencia radical pensó que si llevaba a Macri como candidato a presidente podría ganar gobernaciones, senadores y diputados nacionales, mientras que yendo solos les esperaba un triste papel.

No alcanza

Sin embargo, ya efectuadas las elecciones distritales en Mendoza, Capital, Córdoba y Santa Fe, la distancia por la cual CAMBIEMOS superó al Frente para la Victoria es escasa para ganar las presidenciales. En efecto, en Córdoba, por ejemplo, el jefe de gobierno puede obtener el 37% contra por lo menos el 27% de Daniel Scioli. En Santa Fe, hoy por hoy, Scioli iría primero gracias a los votos de Omar Perotti y parte del socialismo, que detesta al PRO. En Mendoza, a su vez, con menos del 5% del padrón nacional, Scioli tendría asegurado el 40% contra el 35% de Macri, con mucha suerte. Y en Capital, el PRO tal vez llegue al 60%, contra el 30% de Scioli. En conclusión, en los cuatro distritos comentados habría un empate en las presidenciales entre Macri y Scioli. Pero en la provincia de Buenos Aires, el gobernador tendría una ventaja de alrededor de 20 puntos por lo menos y más o menos lo mismo en el NEA y el NOA y también en el sur. Esto, siempre y cuando las encuestas que le dan a Macri entre 30 y 32% a nivel nacional sean ciertas, porque, de no ser así, se demostraría que Massa y De la Sota no están tan abajo de CAMBIEMOS. Por último, las dificultades de fiscalización del PRO pueden reducir notablemente sus porcentajes, como pasó en Santa Fe. Así es que decir que las presidenciales están parejas es completamente falso, ya que Scioli lleva una gran ventaja y Massa y De la Sota están más cerca de CAMBIEMOS de lo que se cree y el escenario puede ser parecido pero no igual al del 2001. Es decir, en las PASO, Scioli llegaría a cerca del 40%, Macri con menos del 30% y Massa-De la Sota con el 25%. De ahí que en la primera vuelta habría polarización del Frente para la Victoria pero no en la oposición, cuyas dos expresiones más importantes estarían más parejas de lo que se cree.

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