Por Sebastián Dumont.-

Más allá del resultado de las primarias del 13 de agosto, habrá que reconocerle a María Eugenia Vidal el esfuerzo que hace para levantar el enojo que hay en el conurbano con el presidente Mauricio Macri y la posibilidad que ello se traslade a votos para Cristina Kirchner o Sergio Massa. En las últimas incursiones por esa geografía, Vidal apeló al sentimentalismo y a tocar la fibra íntima de los bonaerenses. Y sobre todo le apuntó a los indecisos, que son muchos, con la necesidad que concurran a votar. El argumento de la pelea contra las mafías, en lo electoral se traslada a otra pelea: la transferencia de imagen de la gobernadora a Esteban Bullrich, quien no despierta demasiado entusiasmo hasta en los propios integrantes de Cambiemos. Pero ahora la elección ya está cerca. Sólo resta profundizar ese rumbo.

A favor de Cambiemos hay muchos argumentos que podrían ser válidos para explicar este momento. El principal es el crédito que aún puedan tener como consecuencia de 12 años de kirchnerismo y con sólo un año y medio de gobierno. Pensar que todos los males actuales de la Argentina y de la provincia son responsabilidad de este gobierno, es injusto. Como tampoco sería justo no reconocer que en muchos aspectos ha mala praxis. Al fin y al cabo, cuando uno se propone para gobernar debe hacerse cargo.

Uno de los graves problemas de Cambiemos en el conurbano es, además de la coyuntura actual, un tema cultural. Cómo explicarle a quien no llega a fin de mes que le están asfaltando una ruta que el cristinismo licitó varias veces pero nunca concretó. Cuando el bolsillo acecha, tener o no asfalto no pasa a ser la prioridad. ¿Está mal hacerlo? Para nada. Pero para cosechar sus frutos hace falta política. De esa que muchos integrantes de Cambiemos no creen.

El gran Buenos Aires es un crisol de razas, como solía traficar Eduardo Duhalde cuando gobernaba la provincia de Buenos Aires. Es la manera de explicar la convivencia de múltiples situaciones en una pequeño territorio. Llegar a todos, de la misma forma y con el mismo método, resulta imposible. Eso lo entendió bien el peronismo, pero sobre todo los K que multiplicaron la asistencia social para resolver lo urgente y no lo importante. Ahora Cambiemos hace al revés. Busca avanzar sobre lo importante y duradero, por sobre lo urgente. Entenderlo para todos requiere de un cambio cultural que no se vislumbra en el conurbano. María Eugenia Vidal que, en definitiva viene de esos lugares, trata de explicarlo de la mejor manera que puede. Los actos recientes en Pilar, Lanús y San Miguel dan cuenta de ello. El mensaje es claro: el cambio es verdadero y por ende tendrá vigencia en el tiempo. Aunque hoy cueste mucho llegar a fin de mes. Y aún mas entender lo que dice la mandataria provincial.

En el oficialismo admiten una parada brava para las PASO. Los más optimistas hablan de empate técnico en 32 para Cristina Kirchner, 30 para Bullrich y 18 para Massa. Pero saben que eso puede variar, sobre todo porque la ex presidente tiene buen margen en comunas de mucha población. En la Matanza, José C. Paz, Moreno, Lomas de Zamora está por encima de los 40 puntos y Sergio Massa aparece en segundo lugar. Cambia la ecuación cuando se trata de distritos como Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero e incluso Morón o Lanús. En la tercera sección electoral saben que será muy difícil remontar la diferencia. Y por eso apuntan a la primera. Haber ido a San Miguel este miércoles refuerza ese concepto. Allí Cambiemos está arriba por 6 puntos de Cristina Kirchner y Massa tercero. Por lo que se ve, el escenario es inestable. De allí que Vidal le hable a los indecisos.

Es tan complejo de entender muchas veces la realidad del Gran Buenos Aires que suelen darse situaciones muy particulares. Como una de ellas, días atrás, donde este cronista fue testigo en un barrio muy carenciado de José C. Paz escuchar a muchos vecinos manifestar su admiración por Cristina Kirchner y al mismo tiempo decir que la quieren a María Eugenia Vidal. En definitiva, la gobernadora de Cambiemos es de lo más cercano al peronismo que tiene Macri. Aunque ella se encarga de decirle a quienes la escuchan que vino a cambiar la historia de 25 años de peronismo en la provincia de Buenos Aires. ¿Le alcanzará?

Share