Por Guillermo Cherashny.-

A Carrió, en el almuerzo de Mirtha Legrand, se la vio muy crítica contra el gobierno, con su muletilla de que la dejan sola en la lucha contra la corrupción motorizada, según ella, por Ricardo Lorenzetti, el presidente de la Corte Suprema. En un momento se la vio muy nerviosa y sin argumentos ante la pregunta de la popular conductora sobre la anulación del sobreseimiento del juez Rafecas, que la había beneficiado en una denuncia por enriquecimiento ilícito, dádivas y cohecho. En efecto, la decisión de los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah, que gozan de mucho prestigio en el fuero federal, la dejó mal parada y no puede alegar una persecución de Lorenzetti, porque ambos jueces son independientes y respetados y sus explicaciones de que viaja al exterior con fondos de la Coalición Cívica es poco seria, ya que ese partido carrce de financiamiento económico y su sueldo de profesora en el Instituto Hannah Arendt es poco claro pero de ningún modo justifica los 103 días de viajes al exterior en un año y medio y sí se explican por su amiga Lily Medviezky, dueña de Fun Time, una agencia de turismo que le podría regalar lo que quiera si no fuera la dueña de Amarilla Gas, una importante empresa de distribución de gas por garrafa que les cobra altos precios a los pobres y que tiene un importante cupo que sólo se podría explicar por un lobby ante el ministerio de energía. Y aunque no sea verdad, el juez Rafecas la sobreseyó sin investigar y la exigencia de investigación de la Cámara Federal la puso en una situación incómoda que no la arregla que compre ropa o bijouterie barata, porque son muchos días de viajes a Estados Unidos y Europa con el sueldo de diputada nacional.

Si bien no se refirió a que no sería candidata por no tener fueros -como hacen los K-, advirtió también que, si Lorenzetti la denuncia por calumnias e injurias, no sería candidata y se defendería ante la justicia, con lo cual dejaría a Cambiemos sin su mejor candidata en Capital.

Está claro que aprieta al gobierno para zafar de la causa de enriquecimiento ilícito y la eventual denuncia de Lorenzetti de modo que el presidente le diga al supremo que no la querelle. Pero en cuanto al enriquecimiento ilícito, dádivas y cohecho, el juez que reciba la causa tendrá que investigar en serio, porque así lo exigen Irurzun y Farah.

Entrando en el plano político, acusó que Vidal no la quiere como senadora en la provincia de Buenos Aires, al igual que Durán Barba, y también la ligó Cristian Ritondo, a quien acusó de estar vinculado en los negocios de la política provincial. También el poderoso empresario Hugo Sigman recibió su ataque involucrándolo en una importación de efedrina y que este dueño de laboratorio se cargó a la jueza Servini, quien descubrió ese cargamento.

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