Por Carlos Tórtora.-

Profundizando la línea que viene siguiendo, Elisa Carrió puso punto final a su amistad política con María Eugenia Vidal al acusar al jefe de la bonaerense Pablo Bressi de estar ligado al narcotráfico a través de su relación con Miguel Ángel Mameluco Villalba.

O sea que indirectamente también acusó al Ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, que discretamente en los últimos meses fue anudando relaciones con uno de los enemigos favoritos de la diputada, el presidente de Boca, Daniel Angelici, representado en el gabinete provincial por el nuevo Ministro de Justicia Gustavo Ferrari. Ritondo cuenta con la confianza de Vidal y punto. En la cúpula del PRO, los influyentes Marcos Peña y Emilio Monzó le hacen la guerra.

Pero el blanco mayor del ataque de Carrió sería el pacto Vidal-Massa y la probable incorporación como ministro de producción del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre. Obviamente, en el trasfondo está la interna salvaje de Carrió contra Jorge Macri, el candidato a senador de Vidal.

Así es que, aunque más adelante Massa se vea obligado a alejarse formalmente del gobierno provincial si decide competir en las elecciones del AÑO que viene, el armado de este nuevo pro-peronismo se interpone en el sueño de Carrió de ser senadora nacional por Buenos Aires.

¿Y ahora qué?

La realidad es que Ritondo y Bressi vienen siendo acusados por distintos sectores -incluso policiales- por la aparición -entre otros hechos- de numerosos sobres con dinero que provendría de la corrupción policial en la Regional La Plata, cuyo Superintendente Fernando Grasso es un hombre de Ritondo.

A partir de ahora, Vidal deberá empezar a cuidar su imagen porque, si Carrió sigue adelante, ella empezaría a tener que defenderse de las mismas acusaciones que recibe desde hace largo tiempo su ex rival en las urnas, Aníbal Fernández.

De más esta decir que con su acusación, Carrió no le hace ningún favor a Macri, porque el tema pesa lo suficiente como para repercutir en el exterior. Si esto termina en los relevos de Bressi y/o Ritondo, la fiscal de la república se habrá anotado un triunfo que no creo que Macri le regale fácilmente. En el caso contrario -la confirmación de Bressi-, el tema, hasta ahora en segunda fila, podría pasar a la primera e instalarse las sospechas en torno a Vidal, cuya imagen positiva sigue siendo muy alta.

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