Por Guillermo Cherashny.-

Nuevamente Elisa Carrió está en el ojo de la polémica al expresarse por Twitter y señalar que no es el momento de ir por Cristina, cuando no se habla más de Julio de Vido y no se procesa a Aníbal como autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez. En realidad, no se entiende muy bien qué quiso decir, ya que en todos los medios y los portales de noticias no se deja de nombrar al ex Ministro de Planificación como jefe político de José López, el ex Secretario de Obras Públicas. Es más, una gran mayoría de diputados permitió los allanamientos a Julio de Vido en la Capital y Zárate.

Quizás Carrió, que tiene a todos los jueces federales en la mira, y también Freddy Lijo, el abogado penalista que operaba para De Vido en los tribunales a través del juez federal Alfredo Lijo, porque Rodolfo Canicoba Corral ya no ejerce ese liderazgo y el gobierno sólo espera de él que dicte la prisión preventiva de Omar «Caballo» Suárez, el jefe del SOMU, cuyo gremio fue intervenido y el presidente lo quiere ver entre rejas para que sea un mensaje para todo el sindicalismo, especialmente a Hugo Moyano.

Hasta ahora, Elisa Carrió, quien entró al círculo íntimo y familiar del presidente, especialmente con su esposa Juliana y con el jurista «Pepín» Rodríguez Simón, se había convertido en un alter ego de Macri para atacar al Papa, Lorenzetti y Massa. Ahora parece tomar distancia no sólo del juez federal Claudio Bonadío, con el cual discrepó por la causa del dólar futuro sino también de la Sala 2 de la Cámara Federal, que lo acorraló a Casanello para que de una vez por todas vincule a Báez y su fortuna por la adjudicación de la obra pública en Santa Cruz.

Como los tweets de Carrió son del martes pasado y el fallo de la Cámara Federal conminándolo a Casanello es de ayer, puede ser que Carrió cambie de opinión sobre que la supuesta «caza» de Cristina sea para darles impunidad a De Vido y a Aníbal. Pero justo ayer apareció la información de que a fin de año la diputada chaqueña se jubila y, aunque lo viene diciendo hace tiempo, que salga la noticia hoy, después de que Jorge Macri reafirmara que el candidato a senador nacional es él, apoyado por los mas de 50 intendentes de Cambiemos, quizás molestó a Lilita, quien contaba con el apoyo de Macri para esa pelea en la provincia de Buenos Aires. Aunque nadie sabe a quién apoyará en Buenos Aires para la senaduría, porque está claro que, como todo político, les dice a todos que sí y después decidirá.

Lo mismo pasa en la Capital Federal, donde Macri quiere que Lousteau compita en las PASO de Cambiemos, lo que molesta mucho a Horacio Rodríguez Larreta, que debe aceptar a Lousteau a regañadientes.

Por último, Rogelio Frigerio habló de una alianza con Juan Schiaretti en al provincia de Córdoba, después de la derrota en Río Cuarto. Pero ayer Ernesto Sanz le saltó a la yugular a Frigerio. Como sea, el Pro ya lanzó la campaña electoral y da la impresión de que no quiere limitarse solamente a la Unión Cívica Radical y Carrió, a intendentes peronistas del conurbano, hasta Juan Schiaretti en Córdoba, lo cual quizás moleste a Carrió por el solo hecho de que son peronistas, y lo mismo a Ernesto Sanz.

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