Por Guillermo Cherashny.-

Antes de su nueva baja de potasio, que le trajo 3 ó 4 días de reposo, Lilita Carrió le comentó al PRO que no tiene ningún problema con que Margarita se sume a Cambiemos, así no le haría el juego a Sergio Massa como en las elecciones presidenciales sí lo hizo con Daniel Scioli. Está claro que esta afirmación de Carrió es una verdadera «mano de bleque», es decir, en términos gauchescos, denigrar u ofender a una persona, ya que decir que le hizo el juego a Scioli en el 2015 es lo mismo que decir que fue funcional a los K. Es más, en campaña dijo que Scioli financiaba económicamente a Stolbizer en su campaña presidencial. Estas palabras demuestran que los esfuerzos de María Eugenia Vidal por sumar a su vecina de Morón a Cambiemos tienen un obstáculo importante. Aunque Margarita sí quiere apoyar a Vidal pero no al presidente Macri. Además, una alianza con Sergio Massa y el Frente Renovador le garantizaría un número de legisladores provinciales y dos nacionales, aparte de la senaduría para ella, oferta inigualable por el PRO, porque la UCR se quedó prácticamente afuera de las candidaturas a legisladores nacionales en el 2015, ya que sólo pudo entrar Miguel Bazze. Es cierto que el PRO le puede dar cargos importantes en el gobierno de Vidal, pero de nuevo la UCR tiene un solo ministerio, como es Industria, que lo perdieron y le tuvieron que crear uno nuevo de Ciencia y Tecnología, que es casi inexistente.

Así las cosas, Margarita Stolbizer ideológicamente y para garantizarse representación parlamentaria nacional y provincial está mucho más cerca de Massa que de Cambiemos. Además, su mano derecha, la abogada Silvina Martínez, puede encabezar la lista de diputados nacionales por la Capital Federal o ser la segunda de Martín Lousteau si él decide enfrentarse con el PRO.

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