Por Guillermo Cherashny.-

Sorprendió Ernesto Sanz al declarar que la UCR después de las elecciones no seguiría junto con el PRO y agregar que no sabe qué hará Mauricio Macri con su futuro político si pierde las elecciones. Esto podría implicar que el propio jefe de gobierno y Jaime Durán Barba le habrían reconocido que el Frente para la Victoria es imbatible, como el ecuatoriano les confesó pocas semanas atrás a Francisco de Narváez y Sergio Massa, cosa que el primero insiste en negar. Pero Sanz agregó que él sería un candidato más unificador que el jefe de gobierno de la ciudad, con lo cual sugirió que el líder del PRO genera más rechazos que él en el conjunto del electorado. Hay encuestadores que sostienen que existirían más antimacristas que antisciolistas y mucho más que antimassistas. También se sabe que distintos consultores sostienen que desde el cierre de listas el tigrense se viene recuperando en las encuestas. Son los mismos que afirman que Macri está estancado, tomando como referencia una provincia clave, Tucumán, donde estaría clavado en el 27% mientras que Scioli fluctuaría entre el 37 y el 40% y Massa contaría con el 20%. Algo parecido ocurriría en la provincia de Buenos Aires, donde la fórmula integrada por Felipe Solá y Daniel Arroyo estaría acercándose a la que conforman Maria Eugenia Vidal y Daniel Salvador, que estaba primera porque la arrastraba la candidatura presidencial de Macri. Además, hay que tener en cuenta que CAMBIEMOS carece de una estructura de fiscalización en Buenos Aires.

Los massistas recuperaron ahora su optimismo perdido y se esperanzan en que, si salen segundos en Buenos Aires y primeros en Córdoba con el delasotismo, podrían alcanzar el segundo lugar en detrimento de CAMBIEMOS o, lo que es también bastante probable, que ambas fuerzas dividan el voto y no haya entonces polarización con el FpV. En este último caso, el kirchnerismo capitalizaría magistralmente la división opositora, como ya lo hizo en el 2007 y el 2011.

En plena incertidumbre

En este nuevo escenario, según una interpretación el oficialismo y pensando en un eventual ballotage, se estima que si Macri es el opositor, el FpV le ganaría fácilmente pero que sería más difícil la partida contra Massa.

No extraña entonces que en este contexto incierto apareciera Cristina en cadena nacional desde La Pampa para atacar, sin nombrarlos, a “los que hacen política con globos y chamuyo”, en obvia alusión al PRO. Y de paso culpó a Martín Lousteau por la Resolución 125, tan resistida por el campo. Esta salida presidencial ayudaría a que el PRO gane las elecciones capitalinas por amplio margen el 5 de julio, día en el cual en Córdoba Juan Schiaretti, el candidato de José Manuel de la Sota, le ganaría con cierto margen a Oscar Aguad, el candidato de CAMBIEMOS. Así las cosas, el resultado de las PASO y la primera vuelta sigue presentando un final abierto.

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