Por Guillermo Cherashny.-

La expresidente anunció ayer que suspendía su viaje a Croacia y Bosnia, adonde pensaba ir con su hija Florencia, y muchos se preguntan por qué eligió ese destino para algunos exótico, si bien está en Europa, más precisamente en la ex Yugoslavia, que se dividió en la ortodoxa cristiana de Servia, la católica Croacia y la Bosnia musulmana. Y es en esta última, en la localidad de Herzegovina occidental, donde se encuentra un pequeño pueblo con un significado muy especial. Se trata de la Virgen de Medjugorje, que hizo apariciones en 1981 y desde entonces es un sitio de peregrinación muy valorada por el Vaticano y que tiene un turismo de toda la grey católica mundial. Como la ex presidente siente una gran devoción hacia el papa Francisco, no es de extrañar que fuera una peregrinación para demostrar su fe católica. Ya se sabe que ordenó que la lista del FPV de la Capital la encabece Gustavo Vera -para legislador porteño-, el hombre más cercano al papa y enemigo acérrimo de Macri, que debe renovar su banca de legislador.

Otra teoría dice que la ex presidente iba a viajar a Bosnia con la excusa de la Virgen para tomar contacto con autoridades iraníes por su complicación en la denuncia de Nisman por encubrimiento de los terroristas persas. Es que en Bosnia, por la intervención de Bill Clinton y la Unión Europea, bombardearon Serbia e instalaron en Bosnia un gobierno musulmán cuyas partidos políticos están unidos con el gobierno iraní, ya que las minorías católicas y cristianas ortodoxas no tienen representación y quizás el régimen iraní, ahora cuestionado severamente por Donald Trump, pueda darle una mano a Cristina, desvinculándola de cualquier negociación espuria con el régimen de los ayatolah mediante una declaración pública.

Pero como la CFK se siente y denuncia que es perseguida por el gobierno actual, teme que en su visita a Bosnia tanto la CIA como la Mossad le informen a la AFI de sus contactos en ese país musulmán. De ahí que decidiera suspender ese viaje diciendo que no hay garantías democráticas, como anteayer denunció Oscar Parrilli, que parece muy poco seria y que forma parte de la estrategia del macrismo de acorralar judicialmente a CFK pero dejarla libre para que exista la opción «la sopa o el cuco», es Cambiemos o cristinismo.

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