Por Sebastián Dumont.-

Grupo Fénix, Grupo Esmeralda, renovación del peronismo todas las opciones que se han planteado en estos meses de sequía en el poder de parte de quienes dicen levantar las banderas que enarbolaron Perón y Eva Perón, se encuentran con un gran escollo: por ahora, tanto CFK como Daniel Scioli siguen siendo en el conurbano quienes más votos sacarían si las elecciones fueran hoy. Quizá no les sirva para ganar, pero sí para frenar la idea de una nueva impronta del justicialismo de cara a ser opción electoral en 2019. El otro gran tema es que el dirigente opositor a Cambiemos mejor valorado es Sergio Massa, quien se balancea entre Margarita Stolbizer y abrir las puertas a los necesitados jefes territoriales que buscan evitar dolores de cabeza en sus concejos deliberante desde el año que viene.

Días atrás, un experimentado “barón” del conurbano, que suele tener su propio equipo para medir el humor social, no sólo en su distrito, sino en varios del conurbano, miraba los resultados del trabajo que mandó a realizar. En todas las comunas, se modificaban los números pero había una constante. Massa, CFK y Scioli tienen mayor intención de voto que cualquier otro dirigente que se menciona por allí, entre ellos Florencio Randazzo. Siempre hablando del peronismo o sus sectores satélites.

Esta panorama es una complicación para aquellos que vienen planteando la renovación y que quizá, quieran convertirse en la cabeza de playa de proyecto presidenciales de dirigentes como el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. Esas miradas, y también las estrategias a seguir, sin olvidarse de los egos propios, empezaron a mostrar las diferencias internas de esos grupos. Algunos quizá terminen migrando hacia las costas del Tigre y otros hablan de armar una opción propia para marcar un camino y sentarse en la mesa de las negociaciones hacia el 2019.

Mientras esto sucede, el oficialismo mira el panorama y hasta alienta esa situación. Si hasta aseguran que en las usinas de la estrategia electoral de Cambiemos ya hablan con Scioli para que saber cuales son las necesidades logísticas para caminar la provincia. Igual, por el costado, le tiran con casos de corrupción y denuncias.

Con la certeza del gobierno que CFK no iría presa al menos antes de las elecciones, la posibilidad que la ex presidente talle en lo electoral en la provincia de Buenos Aires. Por tal razón, han comenzado las operaciones para tantear la posibilidad que la entonces mandataria allane un acuerdo de unidad que pueda contemplar al propio Scioli e incluso a Randazzo. Quizá se trate de política de ciencia ficción.

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