Por Guillermo Cherashny.-

Desde el retorno de la democracia en diciembre del 1983, todos los presidentes argentinos son bien recibidos en el exterior. Hasta a Néstor y Cristina Kirchner en sus primeros años los recibían con bombos y platillos en cualquier país extranjero, total esos mandatarios no tienen idea de cómo viven los argentinos. Además, nuestro país es tan poco importante que no tenemos conflicto con ninguna potencia y desde esos países no llegan importantes inversiones, ya que somos intrascendentes. Aunque en los últimos años eso cambió y, como decíamos antes, en épocas de Néstor y Cristina, la suba de las materias primas como soja, maíz y trigo nos devolvieron al primer plano como a principios del siglo XX, pero como siempre, las desaprovechamos. En el final del gobierno de Cristina se descubrió el yacimiento de Vaca Muerta para explotar el shale gas y petróleo, como hizo los Estados Unidos en esta última década. Pero la baja de los precios del petróleo hasta 30 dólares y un poco menos de 50 dólares actualmente nos impide la explotación por una cuestión de falta de precio al revés de Estados Unidos, que cuando el petróleo estaba a 130 dólares decidió intensificar la producción de recursos no convencionales. La misma Cristina, en un viaje a las Naciones Unidas, dijo que se hablaba de la nueva Arabia Saudita y de inmediato los precios bajaron. Ahora es Macri que, con muy pocos éxitos en un tercio de gestión, nos «vende» la nueva ilusión de Vaca Muerta en Texas, donde se explota ese recurso que tanto necesitamos por nuestra crisis energética creada por el kirchnerismo. Pero de nuevo los precios bajos del petróleo impiden importantes inversiones por su alto costo de explotación. Sin embargo, el presidente en el acto del 1 de mayo en Ferro organizado por el «Momo» Venegas, donde recordó su reunión con Trump, el futuro viaje a China y la vista Angela Merkel a la Argentina. Como se ve, con mandatarios extranjeros Macri tiene la facilidad que los argentinos no le dan.

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