Por Sebastián Dumont.-

Durante estos siete meses de gobierno de Mauricio Macri se habló y especuló mucho sobre las probabilidades de agitación social en el conurbano producto de las medidas del gobierno nacional. Hubo de todo. Desde dichos como el de Fernando Espinoza augurando un levantamiento e los territorios que podrían generar serios problemas para el gobierno, hasta movimientos vinculados con la inseguridad por demás preocupante. No es que todo ello ya no exista sino que con los efectos del tarifazo tan latentes, se ha generado un caldo de cultivo que podría ser utilizado por la política para generar mayor malestar. Para el jueves, se convoca a un cacelorazo.

El intendente de Moreno, Walter Festa, encabezó una marcha a la sede de Edenor junto con los vecinos enojados por las altas tarifas. No hay que hacer demasiado esfuerzo para lograr que la sociedad civil acompañe a la política en temas tan sensibles como estos aumentos. El tema es ver qué hace la política con este clima.

El conurbano es un lugar sensible. Desde allí han comenzado los momentos más difíciles en la época de los saqueos durante el gobierno de Alfonsín, como en el triste diciembre de 2001. Vaya casualidad, desde Moreno también salieron las columnas más enfervorizadas que llegaron a la Plaza de Mayo antes de la caída de Fernando de la Rúa.

Sabido es que los intendentes K del conurbano se vienen reuniendo pero que tienen posturas distintas con respecto a cómo debe seguir el gobierno nacional. En eso, no es lo mismo lo que piensa Jorge Ferraresi que Gabriel Katopodis. Pero el tarifazo, y también la inseguridad, los terminaron uniendo. Fue el lunes en Ituzaingó. Una foto para seguir de cerca. Además estaban allí Sergio Berni y Fernando Espinoza, el hombre de La Matanza, permanente sitio mirado a la hora de posibles chispazos sociales.

Es más, muchos jefes comunales se pusieron al frente de los reclamos de sus vecinos y presentaron amparos. Pero ahora se está convocando, vías redes sociales, a un cacerolazo para el jueves. Habrá que ver si las recientes declaraciones del gobierno sirven para frenar la protesta.

De todas maneras, habrá que prestarle mucha atención a esos movimientos que nacen como genuinos, pero pueden ser contaminados por intereses políticos.

Sí es para observar que, en la última reunión de intendentes no estuvieron ni Alejandro Granados ni Mario Ishii. El jefe comunal de José C. Paz viene de asegurar que en su distrito no habrá desbordes sociales. Hasta ahora es una voz demasiado solitaria.

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