Por Carlos Tórtora.-

Ayer, cerca del mediodía, dos camionetas con vidrios polarizados entraron -cada una por su cuenta- a un astillero de embarcaciones deportivas ubicado en San Fernando. Los vehículos estacionaron en un lugar reservado de las instalaciones y sus dos principales pasajeros, Mauricio Macri y Sergio Massa, se dieron un abrazo antes de encerrarse para conversar a solas durante casi una hora. Sólo trascendieron versiones sobre lo hablado pero sí fue obvio que ambos se retiraron muy contentos. Después de la débil cosecha de votos de Massa en las recientes PASO, se especuló con que Macri había decidido desprenderse de sus compromisos con los renovadores y que varios funcionarios massistas del gobierno nacional podrían perder sus cargos. En suma, que el presidente privilegiaría de ahora en más su relación con los gobernadores del PJ por encima de sus pactos con el tigrense.

Sin embargo, la reunión de ayer sería el comienzo de un nuevo acuerdo entre ambas figuras. Partiendo del hecho de que CFK superó a Esteban Bullrich en las primarias, los operadores de campaña del gobierno estarían obsesionados por dos problemas: poner el acento en aumentar los votos independientes o impulsar que voten los que no lo hicieron el 13 de agosto y conseguir que al menos un sector de los votantes peronistas no apoye a la ex presidente.

Todo indica que sólo la peronización de la campaña para octubre de Massa podría significarle una merma al cristinismo. Esto siempre y cuando el tigrense abandone su actual postura y se muestre interesado en disputarle a ella el liderazgo del justicialismo bonaerense. Esto implicaría un paso al segundo plano de Margarita Stolbizer, la principal aliada del massismo, que es rechazada por los seguidores del PJ por su conocido discurso antiperonista.

Lo cierto es que algunos dirigentes de 1País afirman que la decisión ya está tomada. La jefa del GEN aceptaría replegarse y dejar que Massa se envuelva en la bandera del PJ, al menos hasta octubre.

El predominio del día a día

¿En el cónclave de San Fernando se habló también de que, a cambio de este giro, Macri le entregaría al tigrense mayor participación en varios espacios de poder?

Hay quienes dicen que así fue.

Es sabido que Macri tiene como norte competir con CFK en el 2019, porque considera que ésta no puede ganarle jamás y que ni siquiera llegaría a un ballotage. En cambio Massa, menos vulnerable y más aceptado por la clase media, sería un rival temible para el PRO. Pero éste es un cuadro a mediano plazo. Hoy por hoy, para octubre no hay chances de que 1País pueda subir más de 5 o 6 puntos, con lo cual igual quedaría muy debajo de Unidad Ciudadana.

En otras palabras, la táctica oficialista para que Massa le quite votos peronistas al kirchnerismo no es incompatible con el objetivo estratégico del gobierno: que CFK sea la candidata presidencial del PJ.

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