Por Sebastián Dumont.-

En diciembre del 2001, cuando el país explotó producto de la profunda crisis económica y social, sumado a la escasa pericia de Fernando De La Rúa, el distrito de Moreno fue clave para el levantamiento del conurbano. Las columnas eran encabezadas por el intendente de entonces, Mariano West, que lo fue hasta el 2015, cuando cayó derrotado por el campista Walter Festa. Justamente, el nuevo jefe comunal advirtió que su comuna podría convertirse en un caso similar al de Santa Cruz, donde la crisis de los empleados estatales es muy profunda, con violencia incluida.

Claro que la repercusión que puede tener un hecho de las características de la provincia de Santa Cruz en el conurbano es mucho más delicada. A 35 kilómetros de la Capital Federal, Moreno tiene más habitantes que el feudo K del sur del país. Los números en el municipio del Oeste son elocuentes.

Es verdad que la administración que heredó Walter Festa de alguien de su propio partido, Mariano West, era lamentable. Y las consecuencias están a la vista. A grandes rasgos, el municipio recauda cerca de 80 millones de pesos mensuales entre ingresos propios y coparticipación, pero gasta de sueldos y recolección de basura, más de 100 millones mensuales. Eso sin mover ningún otro papel. Mucho menos pensar en asfaltar una calle. La situación es explosiva por demás.

El intendente es de La Cámpora y no lo esconde. Se sentó la semana pasada en la mesa donde estuvo CFK en la casa de Cabandié. Es de los que considera que esta elección es la más importante de medio tiempo desde el regreso de la democracia. “Tenemos un enemigo que maneja todo, y si ganan el ajuste será impresionante”, le dijo Festa a un grupo de dirigentes y militantes el último miércoles por la tarde en San Miguel, distrito vecino pero que vive una realidad muy diferente. Hasta José C. Paz que está pegado a Moreno tampoco tiene la bomba a punto de explotar como la describe Festa.

“La gobernadora no nos atiende”, dice Festa, y aclara que la situación podría complicarse de no haber una ayuda adicional. Si esto no cambia, dice que n le quedará otra que ponerse al frente del reclamo de los empleados municipales.

En el gobierno provincial miran la situación con atención, pero creen que tampoco hay que descuidar el costado político. Es más, aducen argumentos parecidos a los que le pidieron en Santa Cruz: revisar la nómina de empleados. En la gobernación de Alicia Kirchner aparecieron contratos de periodistas de Página 12 y hasta del abogado K Barcesat.

Fuentes provinciales creen que si se revisa la nómina de empleados de Moreno podrían encontrarse muchos que no son de allí. Es que Festa le estaría devolviendo gentilezas a José Ottavis por haberlo bancado en la campaña. De hecho, hay ex intendentes nombrados allí, como Juan Pablo Angeleri (General Rodríguez) y Carlos Urquiaga (José C. Paz). Sólo dos ejemplos. ¿Habría más?

Lo cierto es que la situación es complicada. Moreno es un municipio donde el peronismo ganó ampliamente en el 2015, y la figura de CFK sigue teniendo niveles muy altos de aceptación.

Share