Por Sebastián Dumont.-

Las elecciones están cerca en la provincia de Buenos Aires y en el conurbano los números son favorables a Cristina Kirchner y en segundo lugar a Sergio Massa. En el cierre de las listas, los intendentes de Unidad Ciudadana lograron quedarse con lugares importantes en las listas de legisladores seccionales. Cargos clave para contrapesar la relación con el gobierno provincial para hacer valer los pesos territoriales. Envalentonados con recobrar su poder ante la adversidad del gobierno nacional y provincial, los jefes comunales ya piensan en avanzar sobre el PJ bonaerense, una vez que se termine la contienda electoral. La preparación del pos cristinismo.

Primero se trató del operativo clamor para sugerir que Cristina Kirchner no debería presentarse a las elecciones de este año. El objetivo era evitar que la ex presidente sea candidata a riesgo de tener elecciones más difíciles en los territorios pero alumbrar la posibilidad de la renovación del peronismo desde los territorios. Es decir desde las intendencias. Pero a los jefes comunales les termina costando mucho poder ser el eje de un proyecto político nacional y provincial. Terminan privilegiando la realidad local por sobre la construcción más allá de los límites de su distrito. Y por eso les cuesta poder formar parte de otro tipo de discusiones.

Esa es la verdadera razón por la cual el apoyo a Cristina Kirchner cosechó la mayoría de las adhesiones de los jefes comunales. Y naufragó el proyecto Randazzo que sólo consiguió los apoyos de Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta en el conurbano. En tanto, Sergio Massa en 2015 entendió que la puja de tener alcaldes propios en su espacio político y la administración de sus egos, le provocó más dolores de cabeza que alegrías.

Sin embargo, dentro del peronismo hoy en Unidad Ciudadana, la manera de cómo se armaron las listas, sobre todo en la primera sección electoral, le dio un espaldarazo a los alcaldes del denominado Grupo Fénix. Se quedaron con candidaturas seccionales y nacionales con expectativa de ingresar. El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez a menos de dos años de ejercer su funciones, logró imponer a Gustavo Soos como primer candidato a senador provincial. Fuentes cercanas al cierre aseguran que el deseo de Cristina Kirchner era darle ese lugar a Martín Sabatella o bien a su esposa, Mónica Macha, quien busca la reelección. El merlense hizo pesar el territorio, pero además dio la pauta, días atrás, de cual es el objetivo de este grupo de alcaldes el día después de las elecciones de octubre. Se trata de ir por el PJ Bonaerense. El partido que hoy preside Fernando Espinoza y que no participa del Frente Unidad Ciudadana. Es el mismo que le da entidad al frente político por el cual compite Florencio Randazzo y Mario Ishii. Al margen, podrían caerse, entre el lunes y martes, las listas seccionarles y locales del ex ministro del interior si ante la negativa de dejarlo competir, el intendente de José C. Paz decide retirar el partido Lealtad y Dignidad que aportó para armar el Frente. Ese sello le pertenece a Mercedes Landa, dirigente que supo estar muy cerca de Carlos Menem.

Para darle volumen a esta especulación, basta escuchar las propias palabras de Gustavo Menéndez el miércoles pasado cuando presentó a sus candidatos en Merlo. Allí sostuvo que “Los intendentes del peronismo tienen un rol fundamental en la recuperación del partido justicialista, que estuvo bien que perdiera. No porque lleváramos un candidato malo, sino porque siento que perdimos el rumbo y los pueblos jamas se equivocan”. Y agregó: “Estamos recuperando el camino ahora, dándole mucha importancia al territorio. Los intendentes han tomado un nuevo protagonismo, ya que no tenemos más el Papa gobernador o la Mamá Presidente. Hoy los jefes comunales del peronismo tenemos que llevar adelante una recuperación, que es dificultosa y con una necesidad de volver a enamorar”.

La idea de hacer un recambio en el PJ está latente. E incluso hasta conversada con Fernando Espinoza. Es más, algunos de los alcaldes en cuestión no estaban de acuerdo con abandonar el sello partidario. Pero esa ya es historia vieja. Ahora viene la elección por delante y más allá de hacer campaña por Cristina, es indudable que el pensamiento hacia el 2019 ya comenzó. La ex presidente les asegura varios puntos hoy en el conurbano, pero dudan que pueda ser la garantía de recuperar el gobierno nacional y provincial.

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