Por Guillermo Cherashny.-

Negro es poco para este febrero de Mauricio Macri, sólo atenuado por el éxito del viaje a España, por el mismo efecto comparativo con el gobierno de Cristina, que Cambiemos piensa utilizar para las elecciones legislativas de este año con las PASO el 13 de agosto.

Hasta ahora la economía no le da los resultados que espera el gobierno, que sólo logra que caiga menos y que en el idioma del ministro de economía significa volver a crecer. Pero el consenso de los economistas no está de acuerdo.

Al escándalo del correo -por ahora en manos de la justicia- le sigue el de Avianca, heredera de la compañía Macair de Franco Macri, cuyo CEO Carlos Colunga, compañero de fiestas con adolescentes con su íntimo amigo Franco, que sigue al frente de Avian -la nueva compañía que Avianca internacional compró en 10 millones de dólares- no se sabe si es para Franco Macri o para sus hijos, entre ellos el presidente.

La adjudicación de la rutas a Avian por parte Luis María Irgoin, experto en tomógrafos y cero experiencia en aviación, no le hace competencia Aerolíneas Argentinas porque las rutas no son buenas y deberán esperar tiempo para tener ganancias. Lo único es que el muerto de Macair era invendible pero ahora se pudo vender en 10 millones de dólares que se supone que el dueño de Avianca, Efrain Efumovich, intentará recuperar con otro negocio.

Avianca o Avian -como se llama la compañía argentina- es otro negociado que se hace desde los dos lados del mostrador, es decir, desde los Macri hacia los Macri. Y esto recién empieza.

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