Por Carlos Tórtora.-

La evolución de la crisis de la pandemia presenta interrogantes de corto plazo cuyas respuestas son decisivas sobre todo para el rumbo que tome la oposición. En Juntos por el Cambio el espectro de posturas frente a las nuevas restricciones confirmó el alineamiento anterior. Mauricio Macri criticó y tomó distancia, preparándose sin duda para pronunciarse contra las medidas. Patricia Bullrich planteó que el gobierno de la Ciudad debería desconocer el DNU, que viola la autonomía porteña. Horacio Rodríguez Larreta, siempre más medido, recurrió a la Corte Suprema pero acató lo resuelto por Alberto Fernández. La iniciativa no la tiene ahora ni el gobierno ni la oposición sino la sociedad. Podría ocurrir que haya un alto desacatamiento al DNU, es decir al toque de queda, y que se registren cacerolazos y manifestaciones cada vez más importantes. En este caso, el presidente se encontraría ante una opción difícil. Si la baja de contagios es importante en los próximos días, la salida sería exitosa y se podrían levantar las restricciones. En este caso, habría un fortalecimiento de la figura presidencial, que hasta el momento no se ha dado.

Ahora hay que ver qué pasa si los contagios no bajan significativamente

Podría entonces AF aumentar la apuesta y prorrogar las medidas si la baja en los contagios no es inmediata o bien bajar los brazos y aceptar que las restricciones no dieron resultados y que se equivocó. En el primer caso, llevaría la tensión a un punto máximo y es bastante obvio que se polarizaría en forma extrema la situación política. En la segunda hipótesis, es probable que Alberto se devaluaría hasta un nivel peligroso para la gobernabilidad y quedaría dependiente en grado extremo del apoyo de Cristina Kirchner.

Cómo oponerse

Por su parte, Juntos por el Cambio debe graduar su posicionamiento en función de cómo reaccione la sociedad. Un alto acatamiento de las medidas con escasas muestras de desobediencia condicionaría a la oposición a mantener una crítica moderada. Y en caso de que las restricciones tengan éxito, se fortalecería la posición negociadora de Rodríguez Larreta ante un gobierno fortalecido.

Queda por verse qué pasaría si las restricciones no tienen éxito y las protestas se multiplican. En esta hipótesis, habría un ancho margen para que Juntos por el Cambio capitalice el fracaso oficial.

Queda por último considerar la alternativa de que las restricciones no den mucho resultado pero que haya bastante acatamiento a las mismas, lo que dejaría en cierta soledad al reclamo opositor.

Si escuchamos a los especialistas, quince días es poco para definir una tendencia, lo que significa que el gobierno deberá probablemente asumir riesgos cada vez mayores.

Share