Por Carlos Tórtora.-

El conjunto de los gobernadores del PJ empieza a sentir los efectos de una doble presión contrapuesta. Por un lado, el gobierno los conmina a acordar el ajuste fiscal a través de un presupuesto 2019 y por el otro, la dirigencia peronista los empuja a tomar rápida distancia de la Casa Rosada. En la reciente reunión de la Comisión Política del PJ quedó esbozado un subloque de gobernadores K con Alicia Kirchner, Gildo Insfrán y Alberto Rodriguez Saá, a los cuales los presentes le sumaron al sanjuanino Sergio Uñac, que revistaba hasta hace poco en el peronismo racional pero ahora escucharía a José Luis Gioja. En el cónclave, Gustavo Menéndez (presidente del PJ bonaerense) abrió el fuego contra Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota diciendo que éstos le hicieron saber que aportarían los congresales del PJ solamente para reuniones donde se buscara la unidad del peronismo. Varios de los presentes criticaron duramente a los cordobeses y Alberto Rodríguez Saá propuso “ponerse a caminar Córdoba”, o sea, en lenguaje peronista, abrirles una línea interna a las dos figuras máximas del peronismo cordobés. Hay que recordar que Schiaretti es el impulsor del proyecto de traspasar AYSA, EDENOR y EDESUR a la provincia de Buenos Aires, idea que es resistida por María Eugenia Vidal y los intendentes.

En este ambiente lleno de suspicacias, el primer mandatario pampeano, Carlos Verna, cuyos diputados cambiaron de postura a último momento posibilitando la media sanción de la despenalización del aborto, está jugando a dos puntas. Por un lado apoya a Rubén Marín para que coordine la Comisión de Acción Política y por el otro se aproxima a Sergio Massa que hasta hoy carece de gobernadores propios.

Cada cual atiende su juego

Uno de los factores que inciden en la fragmentación de los gobernadores es el hecho de que Juan Manuel Urtubey no haya tomado un rol protagónico ante la crisis económica. “Cada vez que habla es para dejar mal parado al peronismo y justificar al gobierno”, graficó un senador del interbloque Argentina Federal.

Esta actitud por demás prudente del gobernador salteño hace que sean pocos los pares que le respondan. El misionero Hugo Passalacqua y Roxana Bertone (Tierra del Fuego) están entre los seguidores de Urtubey.

Otro que hace equilibrio es el tucumano

Juan Manzur que, luego de apoyar a Urtubey, recientemente también coqueteó otra vez con sus compañeros cristinistas de la década K.

Manzur recibió en su provincia a una delegación de legisladores nacionales del peronismo federal. Entre los presentes se encontraban el salteño Pablo Kosiner (presidente del interbloque Argentina Federal), Graciela Camaño (presidenta del Interbloque Frente Renovador), Marco Lavagna (Frente Renovador) y Martín Llaryora (vice presidente de la cámara, ex vicegobernador de Córdoba).

Así las cosas, los gobernadores peronistas enfrentan a la negociación con el gobierno por el presupuesto en un estado de creciente dispersión y sin que aparezcan liderazgos sectoriales.

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