Por Guillermo Cherashny.-

El viernes estaba preparada una cadena nacional para que hablara la presidenta, donde seguramente violaría la veda electoral, cosa que no le importa mucho. Sin embargo, pareciera que tomó conciencia al ver las encuestas sobre las grandes posibilidades de que Mauricio Macri sea electo presidente.

Pese a la alta estima que se tiene y que es obstinada y orgullosa, llegó a la conclusión deque lo que diga será tomado como fuego amigo contra Daniel Scioli y por tanto decidió suspender el acto del viernes. Allí seguramente reinauguraría una obra y aprovecharía para enaltecer a Néstor Kirchner y a sí misma, como ya es habitual en sus actos, pero tomo conciencia.

Su aparición le resta votos a Scioli, a quien desprecia, pero es su única esperanza para no tener que recorrer los tribunales federales de Comodoro Py. En efecto, sabe que Ernesto Sanz, el presidente del comité nacional de la UCR, y Elisa Carrió no sólo quieren que visite seguido los tribunales sino que termine en la cárcel.

Pero los radicales y Carrió no son los únicos que desean ese triste final para la presidenta. También Sergio Massa, José Manuel de la Sota y principalmente el Grupo ClarÍn. Su soberbia en respaldar el plan económico de Kicillof, que prometía pleno empleo, dólar quieto y consumo alto, fracasó por completo y se agotó en el mes de julio.

Para entonces, ya habían cerrado las listas de candidatos y ella no se anotó en ninguna, mostrándole a la opinión pública que no necesitaba fueros. Pero en agosto y octubre el consumo bajó, el dólar se disparó y Scioli no llegó al 40%. Entonces su decisión de impulsar la fórmula Aníbal Fernández-Sabbatella para la provincia fue su mayor error, ya que una semana antes de las PASO, Jorge Lanata, en una investigación seria y verosímil, mostró a Aníbal Fernández como el jefe del narcotráfico.

Aunque tal investigación no está probada, generó no sólo que ganara María Eugenia Vidal sino que la futura gobernadora arrastrara para arriba la boleta de Macri, en un hecho nunca visto en la política argentina. Por el contrario, Herminio Iglesias arrastró para abajo la candidatura de Ítalo Luder en 1983 y el peronismo también perdió la gobernación de Buenos Aires.

Así es que no tiene fueros y la causa Hotesur amenaza su libertad ambulatoria y complica la pacífica vida que pensaba darse en su mansión de El Calafate. Encima, aunque insista, no puede obligar a Casación a que declare constitucional el memorándum con Irán, lo que deja abierta la puerta de ser acusada por traición a la Patria.

Por si esto fuera poco, si en este nuevo ciclo se descubre que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado, traería consecuencias inesperadas. Aunque no tenga que ver si lo cometieron funcionarios cercanos a ella, la teoría de la responsabilidad mediata, por la cual se juzgó a los comandantes por la violación de los derechos humanos en el proceso militar, también se le podría aplicar a ella.

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