Carlos Tórtora conversó a Federico González, de la encuestadora González & Valladares, consultores en marketing político.

CAT: La encuesta de ustedes, ¿cómo está dando?

FG: 4 puntos a favor de Macri, 45,6% contra 41,5% de Scioli.

CAT: El resultado puede estar influido por el efecto espuma del domingo, ¿no?

FG: Sí, por supuesto.

CAT: O sea que las encuestas más pegadas a la realidad, ¿cuándo serían?

FG: Hacia la semana que viene, capaz el fin de semana hacemos alguna otra para ver cómo puede seguir esto, si es que se diluye o amplifica. Después, en cuanto a los votantes de Massa, teníamos un 45% que van para Macri contra 22,5% que van para Scioli; luego cerca de un 25% de indecisos y el resto, en blanco.

CAT: En cuanto a esta posición de Massa que, según su discurso, sería el dueño de sus votos, esto no sería así, ¿no?

FG: No, para nada. Hay tantas razones por las cuales se votó o no un candidato. A mí me parece que lo que puedan decir los dirigentes sí puede influir en algún sentido, pero no mucho. No podríamos hablar de que son fervientes fascistas que van a hacer lo que dice el líder. Son gente que votó a Massa porque le pareció una buena propuesta, nada más que eso. Ahora pensarán cuál les gusta más; no creo que nadie deje de votar a Scioli si es que su corazón peronista le indica que tiene que votar a un peronista o que vaya a votar a Macri porque Massa se lo da a entender.

CAT: A mí me da la impresión de que la cotización de Massa hacia Macri no pasa tanto por manejar a los votantes, ya que es imposible que él los mueva a voluntad, sino por las minorías en las bancadas en la Provincia y en la Nación.

FG: Absolutamente. Si hay que acordar, se acuerdan otras cosas. Esa presentación pública de Massa fue una puesta en escena, que además fue muy confusa porque, si uno se lo toma literalmente, ¿qué es lo que te dice? No se sabe lo que dice. Tenés que escuchar a ver si en el debate, cuando los candidatos tomen las ideas de Massa, a ver quién las representa mejor, pero ¿quién dijo que los candidatos harían eso? ¿Por qué deberían hacerlo? Es muy raro. O sea, si el objetivo es estar en el centro de la escena, está bien, pero el contenido es muy difícil de entender. Me parece que Massa se enreda mucho.

CAT: Le va a costar seguir en esta postura indescifrable.

FG: Exacto. Esto que hizo lo tenía que haber hecho una semana antes de las elecciones. Tendría que haber hecho esa puesta en escena contando sus propuestas y decir que ni Scioli ni Macri quieren debatir, entonces se las presentaba en sociedad a los argentinos. Ahora ya está, no es más candidato.

CAT: Como es la primera vez que hay ballotage, trato de disculpar algunas cosas. La primera línea política no está transparentando lo que debe ser una negociación en un ballotage, que es poner las cartas sobre la mesa y no tratar de jugar a las escondidas.

FG: Claro, ese estilo, tan de los tiempos modernos, de que se mandan mensajes. Rosendo Fraga llama a esto la política gestual, que me saco una foto acá, que te lo digo indirectamente. Antes, los hombres se juntaban y discutían acerca de lo que cada uno quería, sí o no; no es tan complicada la vida. Hay un fondo de mucha egolatría e histeria en estas posiciones. En el que todo se sugiere, que se dice entre líneas. Pero decime concretamente qué me querés decir y listo. Además, siempre están con un concepto como si el tiempo fuera infinito; el tiempo se agota y lo que no decís ahora no lo vas a decir después.

CAT: Incluso Massa puede quedar deslucido en unos días.

FG: Y sí, tanto show que hizo y después nadie le dio bola. Aparte, no se entendería cómo sería si lo escucharan o le hicieran caso. Son producto del entorno que no mide las consecuencias; no miden para qué hacen las cosas.

CAT: Hoy veremos una reaparición de Cristina, que va a marcar el paso de la campaña con un peronismo muy comprimido. Sabemos que Macri va a ser prudente, va a hacer una campaña como de alguien que está ganando, o sea cuidando el detalle, ¿vos creés que hay margen para una reacción importante del FPV?

FG: No, yo creo que no. Lo que pienso es que indudablemente hay cosas que escapan al sentido común, pero Scioli no se sabe en qué línea va a ir. Cuando él habla de que hay dos modelos: el que viene llevando a cabo este gobierno y el del ajuste. La gente lo escucha y piensa que el tipo no cambia más. A mí mi madre me contaba una historia: que una mujer le decía al marido que era un piojoso; el tipo se embolaba y embolaba, hasta que llega un momento en el que se embola tanto que la pone a la mujer en la bañera y la ahoga. La mina se está por ahogar y, mientras estaba sumergida le hace el gesto de que es un piojoso, o sea la mina no tenía cura. Hay cosas que no van. Esto de acusar a Macri de cuco privatizador y de que se viene el ajuste, más allá de que sea cierto o no, porque no está en juego eso, la gente no se lo cree. Entonces, lejos de ganar puntos con eso, los perdés y bueno, yo creo que se va a ir en esa línea.

CAT: ¿Entonces Macri no corre riesgos grandes o puede haber alguna vulnerabilidad antes del 22?

FG: Mirá, siempre puede pasar un carpetazo o algo raro, no hay que descartar nada. Yo lo que no veo es un acierto tremendo en la campaña de Scioli. Un colega hoy me preguntaba qué pasaría si Scioli dijera que saca el impuesto a las ganancias. Y, yo creo que la gente estaría contenta pero le reprocharía que se acordó tarde. La gente se sentiría como que la quieren comprar, porque las cartas ya fueron jugadas. Encima, yo creo que Cristina está decidida a apostar por una derrota épica antes que una gris. Una épica en la que ella se salve y se le eche la culpa a Scioli antes que una gris en donde ella quede contaminada. Sería algo así como que ella diga que Scioli fue ambiguo a la hora de defender las banderas del movimiento… Ella y todos los ultra K que son líderes de opinión.

CAT: El otro escenario son los gobernadores que ya ganaron o perdieron y los intendentes. Toda esta gente, que es movilizadora del voto, ¿vos creés que se van a movilizar o se van a cruzar de brazos?

FG: Creo que de todo un poco. Pero más allá de saber o no saber, el espíritu de una época en cuanto a una sociedad va en una línea respecto del voto; ya está todo jugado. No sé el grado de influencia que pueda llegar a tener. Además, creo que la mitad más uno del país quiere el cambio, no quiere saber nada más. Esto es como una relación de pareja; creo que ahora hay como un enamoramiento con Cambiemos. Y ya se desilusionarán, pero no lo harán de acá a 20 días. Y al revés, cuando se te cae una ilusión, ves al otro con todos sus defectos. Es la impronta del poderoso, que siempre se la llevaba de arriba y le perdonaban todas sus debilidades porque, bueno, es un «tiempista», siempre se sale con la suya y ahora quedó desnudo como un hombre con pocas ideas y falible como cualquiera. Es como un tipo hasta gris, contrastando el festejo. El otro día en el bunker opositor se vivía un clima de alegría y vitalidad, por eso también es como visceral. La vida está por acá, allá todos son unos amargos.

CAT: Hasta desapareció la juventud, La Cámpora, es como si hubiera desaparecido de las cámaras y eso también se notó. Yo no vi a La Cámpora en su habitual despliegue de moverse en primer plano; era como si no estuviera.

FG: Es que ¿sabés qué? La grieta la tienen adentro. No hay gota que la pueda pegar en 20 días, es estructural.

CAT: ¿Esto marca el comienzo de una de las grandes crisis en el peronismo después de la derrota del 83? Duró aquella hasta que Menem le ganó a Cafiero la interna, cinco años. Y esto es lo que parece incentivarse, un peronismo sin jefe, con distintas líneas, con un kirchnerismo que no se resigna a morirse, con sectores que adhieren al macrismo, con otros que van a tratar de juntarse con Massa. No me parece que el peronismo vaya a salir de esto orgánicamente, es decir, que hagan un congreso del partido y ya está.

FG: No creo que pase esto último. Después va a entrar la etapa del pase de factura, o sea que son muchos momentos los que se vienen. Además de que perdieron muchas cosas como la Provincia, la Nación, y el flagelo de tener enfrente a alguien que tiene casi todo… es muy complicado.

CAT: La amenaza judicial por la corrupción ahora toma cuerpo. ¿Vos creés que esto se materializa rápidamente o todavía es dudoso?

FG: Ahí no te sabría decir. Depende de cómo sea el resultado. Si esto es algo ajustado, es una cosa, pero si el resultado es otro batacazo como un 60-40, esto sería complicado, ya que se pondría en tela de juicio la legitimación del poder. Sería algo así como el final de un régimen que queda desnudo ante todos, la opinión pública y ante la cantidad de gente que se quiere cobrar alguna factura. Esta gente ha generado muchos odios, y podrían volvérseles en contra.

CAT: Tampoco sé si a Macri le conviene que las aguas se agiten tanto. Si el pase de factura a nivel judicial se convierte en algo incontrolable, puede convertirse en un factor de desestabilidad.

FG: A Macri no lo veo en eso, lo veo con un pragmatismo sano, de ir de acá para adelante y ya está.

CAT: Sí, pero claro, son doce años. Si comparamos con el menemismo, éste tuvo que pagar bastantes facturas judiciales, no tantas como se pensaban pero fue investigado. Cuesta pensar que esto se cierre así nomás hoy.

FG: No son fáciles los tiempos que van a venir. La preocupación fundamental es saber cómo se las arreglan estas facciones internas del peronismo.

CAT: El hecho de que Massa se ponga en el centro no quiere decir que tenga la fuerza suficiente dentro del peronismo ni en el país. Y tiene un vice que no votaría a Macri.

FG: El otro tema es la Provincia. Hay que ver en acción a Vidal en cuanto a su actitud y cuánto conflicto puede llegar a generar. El descabezamiento de ciertos negociados que puede haber en la provincia. Si le da o no le da, qué rol de contención tiene, qué alianzas es capaz de tejer, quién es su operador político de cabecera. Son todos temas para los cuales esta gente no estaba preparada, con tantos frentes nuevos.

CAT: Cuando el radicalismo ganó la provincia con Armendáriz, fue una sorpresa pero tardó muy poco en tiempo en bajar en las encuestas provinciales, al punto que en dos años Cafiero ya estaba avanzando, porque perdieron las legislativas.

FG: Sí, en 1985.

CAT: Vidal se encuentra con menos margen que otros, ¿no?

FG: Claro, en esa provincia tiene menos margen que Macri a nivel nacional y aparte hay cosas que ya son muy viscerales en Buenos Aires.

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