Por Guillermo Cherashny.-

Sorprendió ayer el juez federal Claudio Bonadío al llamar a declaración indagatoria a la ex presidente, a Kicillof y a Vanoli, ex presidente del BCRA, por la venta del dólar a futuro desde agosto hasta octubre del año pasado. Y decimos sorpresa, porque se esperaba que la llamaran por la causa Hotesur y ahora por el asesinato del fiscal Nisman, pero no en esta denuncia de los diputados Mario Negri y Federico Pinedo y en una causa donde declararon ex presidentes del Central como Martín Redrado y Alfonso Prat Gay, que explicaron la ilegalidad de esas ventas para mantener ficticiamente el valor del dólar, que estaba claramente atrasado.

El título de la nota se refiere a mitad de diciembre del 2014, cuando Cristina le dijo a Paco Larcher, número dos de la SIDE, «que le sacara de encima a Bonadío, que estaba investigando las cuentas de Hotesur». «No te entiendo, Cristina», dijo Larcher. «Vos me entendés; decile a Stiuso». A lo que Larcher respondió: «ponémelo por escrito». Y ahí la ex presidente les exigió la renuncia a él y a Stiuso y se abrió paso a que Oscar Parrilli asumiera la jefatura del Servicio de Inteligencia, y se supone que el neuquino siempre hizo lo que quería.

La presidente seguramente buscó personal para cumplir el pedido y luego decidirían la oportunidad, pero el 12 de enero apareció lo que en política se llama un «cisne negro» y fue el fiscal Alberto Nisman, quien denunció a la presidente y a Timerman por encubrimiento agravado de los autores del atentado a la AMIA.

El episodio CFK-Larcher explica el asesinato del fiscal Nisman, como lo escribió el fiscal de la Cámara del Crimen Ricardo Sáenz, que no menciona este episodio pero habla del contexto de la muerte violenta y las pruebas del expediente.

Este diálogo de la ex presidente con Larcher se conoció en algunos ámbitos políticos, entre ellos el propio juez Bonadío, a quien no se lo sacaron de encima porque el peligro venia de otra persona. Unos meses después, la defensa de Hotesur, el Dr. Alberto Beraldi, recusó a Bonadío por no darle acceso al expediente y la sala 1 de la Cámara Federal, con los dos votos de Ballesteros y Freiler y el voto en contra de Farah, lo desplazó del caso. Pero esta vez no se sabe qué sala de la Cámara Federal tocará, pero seguramente Bonadío no cometerá el error de no dejar acceder al expediente a los abogados de la ex presidente, que serían León Arslanián o Luis Moreno Ocampo.

Así las cosas, Bonadío dio el puntapié inicial para que Cristina recorra en poco tiempo el edificio de Comodoro Py, porque esta vez no tiene el poder y por lo tanto «no pueden sacarle de encima a Bonadío» pero otros jueces y fiscales federales tiene «miedito», como una vez dijo CFK, y el argumento más escuchado es: «acá, por 30.000 dólares, dos sicarios paraguayos matan a cualquiera». Entonces será que el único que no teme a esta situación es Bonadío y la actitud de los demás hasta ahora en una gran vergüenza.

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