Por Guillermo Cherashny.-

La expresidente declinó la invitación al acto de homenaje a los diez años de la muerte de Néstor Kirchner por una largo tweet donde no hace autocrítica sobre sus ocho años de presidenta y sí critica a su sucesor Mauricio Macri y a Alberto Fernández, el actual presidente, al cual encumbró en la primera magistratura.

Calificó de «agobiante» la situación económica y señaló a funcionarios y funcionarias que no funcionan y en esta redundancia sugirió claramente un cambio de gabinete y se deduce claramente que no está conforme con los amigos del presidente que integran el PJ porteño y el equipo económico, en el cual sólo se salvaría Martín Guzmán.

En esta crítica también estaría cuestionado Santiago Cafiero, el jefe de gabinete de ministros, y sólo se salvaría de los 21 ministros el del interior, Wado de Pedro, y pone el acento en el principal problema que tiene actualmente el país, cual es el dólar. En efecto, dice que el país vive en una economía bimonetaria, como sostiene también Domingo Cavallo, y pide una convocatoria a todos los partidos políticos y sociales para avocarse a solucionar este problema.

La pelota ahora está en el sector de la cancha donde juega el presidente Alberto Fernández, quien podría tomar dos caminos: a) cambiar el gabinete y crear un cambio de expectativas que calme a los mercados, cosa que parecería que no quiere hacer, o bien seguir con el mismo elenco de ministros y continuar con la desconfianza de la sociedad y de gran parte del peronismo. El presidente debería tomar esta declaración y modificar un gabinete prematuramente envejecido, como sostiene Jorge Asís, y crear nuevas expectativas sobre un gobierno afectado por una feroz pandemia pero que hasta hoy no tiene ningún plan económico y con serios riesgos de chocar la calesita, como le pasó a Mauricio Macri, por tanto el presidente debería reaccionar antes que sea tarde.

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