Por Carlos Tórtora.-

Poco a poco, la postura de que haya competencia interna para presidente en la PASO del Frente de Todos se va desinflando. La que marca el ritmo de esta tendencia es Cristina Kirchner, que en su último discurso apoyó indirectamente la candidatura de Sergio Massa y habló de la necesidad de que haya unidad. La vicepresidenta es una férrea sostenedora de las listas únicas y siempre se opuso a la competencia interna, pese a que fue su difunto marido el impulsor de la actual ley 26571, cuyo objetivo es fomentar la democracia interna en los partidos. Ella parece ver en la competencia interna un desafío a su autoridad y punto. Es así que la posibilidad de que compitan varios presidenciables está de capa caída. El primero es Alberto Fernández, que en los últimos días dejó de reclamar, y otro es Daniel Scioli, que en tono de queja declaró que el candidato del FdT debería surgir de una compulsa.

La lapicera

La firmeza de CFK contra la competencia interna se explica también en parte por su necesidad de seguir digitando las listas de candidatos a diputados y senadores nacionales, para contar en el Congreso con bloques de incondicionales. De haber varias listas, es probable, en cambio, que las candidaturas deban repartirse. El FdT se encamina entonces y una vez más hacia listas de unidad, por lo menos en Capital y Buenos Aires. En esta última también empezó a diluirse el amague de Victoria Tolosa Paz de competir con Axel Kicillof.

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