Por Guillermo Cherashny.-

Ayer a la mañana Aníbal Fernández no hizo su declaración matutina de todos los días, en las que generalmente entra en conflicto con la campaña de Scioli por indicación de la presidente, que no quiere saber nada con las propuestas del gobernador, que son un cambio total, por lo menos en el área económica. Pero a falta de Cristina, apareció Axel Kicillof diciendo que Sergio Massa era un “forro” por declarar que un preso gana más que un jubilado, en momentos en que Daniel Scioli quiere cautivar los votos de UNA y no se sabe si las hizo por su cuenta o Cristina y Aníbal se pusieron a la retaguardia y lo mandaron a Kicillof a aguarle la campaña a Scioli. Y decimos “aguar”, porque tormentas e incesantes lluvias caían sobre el conurbano, cuestión que no ocurrió el #25-O, pero que amenazan al oficialismo como el #9A.

De todas formas, aunque la Presidente y el golpeado Jefe de Gabinete desaparezcan de escena, las posibilidades de Scioli de alcanzar a Macri parecen pocas y la única esperanza -si la hay- es en el debate del domingo próximo.

Parecería que Cristina y Aníbal tomaron conciencia de que el triunfo de Mauricio Macri el #22N sería un calvario para ellos dos y muchos más funcionarios, porque si bien el jefe de gobierno dice que no busca venganza, tanto Carrió como los radicales, Massa y De la Sota quieren que recorran los tribunales federales y que sean condenados por corrupción.

Nunca antes en la historia argentina tantos partidos políticos desearon un Nüremberg de la corrupción y muchos dirigentes del PRO quieren lo mismo. Y Macri hábilmente deja hacer, porque un futuro presidente no puede agitar la venganza.

La presidente que, con su habitual soberbia, no se ocupó de obtener fueros, calculó mal y ahora su única esperanza es que los conjueces de Casación decidan que la causa Hotesur pase a los tribunales del sur. Pero como están recusados, parece difícil que lo puedan hacer y las sesiones ampliadas hasta el 9 de diciembre corren riesgo desde que la senadora Cristina Fiore, que responde al gobernador Urtubey, dijo que no acompañará las propuestas del Ejecutivo. Y da la impresión de que es la voluntad de varios gobernadores, en cuyos oídos tronó fuerte el aviso de Mauricio Macri en el sentido de que anulará todo lo que se decida entre gallos y medianoche.

Share